• Ojos lindos •

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―¿Podemos preguntar 'qué es eso'.? señor Nanamin.― Yuuji, al igual que sus otros dos compañeros de clase estaba muy confundido, el rubio regresaba de una misión en el extranjero, pero no llegaba solo. 

―Es una larga historia, por favor solo ignórenlo hasta que logre deshacerme de esto.― Suspiraba, ya estaba cansado de verlo a donde quiera que iba... su privacidad estaba siendo violada por esa extraña presencia.

―¿Se encuentra bien.?―Fushiguro seguía la interrogación, al ver como el adulto delante de ellos se notaba un poco cansado. 

―¿Cómo sucedió.?― Yuuji lo acompañaba, bajo la atenta mirada de ese ser extraño. 

Nanami no veía nada de malo en contarles, así que tomo asiento en una de las sillas que había en el salón y así empezó su relato. 

―Al terminar con la misión, Haibara y yo decidimos hacer una última inspección para asegurarnos de no olvidar alguna maldición, nos separamos y buscamos de arriba a abajo.―Lo recordaba muy bien, solo habían pasado dos días de ese incidente. ―Al llegar al sótano encontré lo que parecía ser un objeto maldito de grado especial, sellado en una caja de madera, por instinto lo tome para traerlo a la escuela y entregárselo a los altos mandos, pero al hacerlo, uno de los sellos que tenía, se rompió. ―Mostraba el trozo de papel que traía en el bolsillo de su abrigo.

Estaba en blanco.

―¿Un sello.?―Al no ver nada, Fushiguro le pregunto de nuevo.

―Si... este sello.― Al mencionar aquello, desabotono un poco su camisa para dejar que sus alumnos observaran el sello que ahora estaba plasmado en su piel. Y luego de unos segundos, volvió acomodar sus ropas. 

―¿Ese no es un sello de tiempo.?― Yuuji recordaba haberlo visto en uno de los libros antiguos que guardaban en la biblioteca de la escuela. 

―Al parecer...―Nanami también lo conocía bien. ― En ese momento no le tome mucha importancia, ya que no paso nada raro. Volvimos al hotel donde nos estábamos hospedando y a la mañana siguiente esta cosa estaba a un lado de mi cama, inmóvil.―Señalaba a la maldición que estaba de pie tras de él.

―¿Ha intentado exorcizarla.?―Fue la idea más lógica que el peli negro podía ofrecer. 

―Fue lo primero que hice... pero volvía un rato después.― Suspiraba por segunda ocasión. ―Ieiri ya lo examino y por lo poco que sabemos, no se ira hasta que el sello en mi piel desaparezca. No le dimos importancia ya que no ha lastimado a nadie, pero es un poco molesto que me siga a todos lados.―Lo miraba detenidamente.

Quien no supiera que era una maldición, fácilmente podría confundirlo con una persona normal, si este no cubriera su rostro con una especie de "burka", que solo dejaba a la vista sus brillantes ojos azules. 

―Si es de grado especial, eso quiere decir que puede hablar... ¿No es así.?― Ya era común para ellos ser testigos de cosas como esas. ―¿Le ha dicho algo.? o ¿Usted le ha preguntado si necesita algo.? podría tratarse de una maldición con arrepentimientos.― Yuuji proponía algo con un poco de sentido. 

―La verdad es que no me he atrevido hacerlo, lo que menos deseo es que se aferre a mi, es aterrador verlo observándome mientras intento dormir.― Recordaba su noche anterior. 

La maldición no se aparto del borde de la cama en toda la noche, aunque tampoco hizo más.

―En ese caso no puede hacer nada hasta que descubran como quitar el sello.―Fushiguro resaltaba lo obvio. 

As de corazones [GoNana] [One Shot's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora