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—Tienen que demostrar los conocimientos adquiridos durante el semestre, tengan mucho cuidado con el tema que elijan y procuren hacer su mejor esfuerzo, no deben olvidar que la nota del trabajo que presenten tiene un porcentaje del setenta por ciento en la nota final...

Mo no pudo evitar que se le escapará un profundo bostezó, trataba de concentrarse en las explicaciones de la profesora sobre lo que tenían que hacer. Aún así encontraba más interesante seguir moviendo rítmicamente su lápiz entre sus dedos.

—Bien, las parejas están en la pizarra, estoy segura que harán un maravilloso trabajo, Hasta la próxima semana.

Con la despedida de la profesora los estudiantes no tardaron en ponerse de pie y empezar a parlotear.

Mo no era la excepción, recogió sus libros y los guardó en el desorden que era su mochila. La colgó en su hombro y no tardó en subir escalones para dirigirse hasta la puerta.

—¡Hey!

Una voz resaltó por sobre todo el bullicio que había en esa aula. Aún así no se detuvo hasta que no sintió como jalaron su mochila. Al darse la vuelta puede ver al pijo del grupo.

Ese tipo que siempre veía vestir ropa de marca, accesorios como relojes finos y un porte de lo que la sociedad consideraría un "macho alfa", en otras palabras, uno más de toda la panda de payasos que estaban en el departamento de economía.

—¿Eres Mo Guan Shan, no?

El mencionado sólo se limitó a asentir con la cabeza mientras se cruzaba de brazos. Mo estaba un par de escalones más arriba que el moreno, así que tenía que bajar la cabeza para mantenerle la mirada.

Una buena apariencia para variar, tenía su fama entre las mujeres bien ganada.

—Bien, estamos juntos para hacer el trabajo, ¿Cool, no? —siguió hablando y Mo trataba de centrarse en lo que decía y no en lo molesto que le resultaba su voz.

—Eh... sí.

—Seré directo contigo, me gusta hacer las cosas bien. Así que mientras más rápido empecemos mejor, ¿Tienes tiempo por la tarde? Podemos ir a la biblioteca y empezar a trabajar en ello.

Mo sólo frunció el ceño, le había preguntado por mera cortesía pero podía entender que no había cabida a un "no".

—¿Y? ¿Algo más? —rodo los ojos tratando de pasarlo por alto.

—Piensa en algunos temas para la investigación que realizaremos, yo igual buscaré algunos y ya elegiremos lo que mejor nos parezca.

—Me parece bien.

—Genial, bien, entonces en la biblioteca a las seis —el moreno subió las escaleras y cuando estuvo parado sobre la misma, le dio a Mo una palmada sobre su hombro y el pelirrojo se vio impresionado que el sujeto fuera más alto que si mismo. Y vamos, Mo estaba un poco más allá de la estatura promedio, tuvo que subir la quijada aún poco para seguir manteniéndole la mirada—. Nos vemos luego... Mo.

Y siguió subiendo las escaleras hasta pasar por la puerta. Cuando desapareció de su vista entonces Mo reaccionó, se le erizó la piel al tener en su cerebro el olor del perfume extravagante y la sensación de esa pesada mano sobre su hombro, la sensación le recorrió el resto del cuerpo como una ráfaga eléctrica.

Cayó entonces en qué ni siquiera sabía el nombre del sujeto. Volteó hacía la pizarra y busco su propio nombre. Leyendo en su mente " Mo Guan Shan - He Tian".

Lo pronunció un par de veces en su cabeza.

—He Tian.

Era un buen nombre. Al igual que el moreno Mo Guan Shan se fue a esperar su próxima clase.

...

Eran las seis y media, Mo apenas llegaba corriendo a la biblioteca, había tenido que rogarle a su jefa que le dejará salir unas horas antes a su horario para poder llegar a tiempo. Una vez dentro, paró de correr, saludó a la bibliotecaria por cortesía y siguió su camino por la biblioteca buscando una cabellera oscura y un perfume que olía ridículamente caro. 

Mo lo vio en una mesa bastante alejada del resto, se veía concentrado con una pila de libros mientras tomaba unos apuntes. El pelirrojo se sintió algo incómodo, aún así se armó de valor y se acercó a la mesa, tomó asiento, He Tian ni siquiera separó la vista de los libros ante la llegada de Mo, el único movimiento del moreno fue pasar la pagina del libro que estaba leyendo. 

—Hey —saludó Mo Guan Shan en un tono agazapado mientras sacaba su notebook y sus apuntes.

—Llegas tarde.

La voz profunda y seca del moreno le puso los pelos de punta. volvió a sentirse incómodo.

—Perdón, estaba trabajando.

—Si tenías trabajo debiste decirlo, estoy acá desde las cinco y media.

—Dijiste a las seis, si llegaste antes de la hora ya no es culpa mía.

—Se llama tener cortesía, Mo. 

—Olvídalo, estoy aquí empecemos con esta mierda.

He Tian entonces levantó la vista del libro, y la mirada de odio que le dio al pelirrojo se sintió como si le atravesara el alma y luego la succionara. "¿y se supone que este tipo es encantador?" pensó Mo recordando cuando las chicas hablaban de ese patán. 

Una vez empezaron a discutir el tema sobre el cual hacer la investigación y la metodología a emplear, la comunicación flujo mucho más rápido, confeccionaron sin mucho problema un temario y un rango en cuanto al tema iban a abarcar. Mo Guan Shan se vio sorprendido de que realmente He Tian era un tipo demasiado listo, le costaba aceptar ese hecho cuando la imagen que tenía de él es que era un completo imbécil.

Cuando se hicieron las nueve y cuarto, una llamada en el teléfono de He Tian los desconcentró. Ambos miraron el teléfono y luego se miraron entre ellos.

—Disculpa —He Tian se levantó tomando el teléfono—. No me tardo.

—Bien.

Mo Guan Shan lo vio irse y aprovechó de levantarse también y caminar un poco estirando las piernas, sentía como los músculos le hormigueaban. Realmente no pensó que le tocaría hacer el trabajo con alguien tan productivo, se sentía como si todo fuera más fácil a cuando le ha tocado con personas irresponsables en el pasado.

—Perdón Mo, me tengo que ir por hoy —la voz del moreno le sacó de sus pensamientos.

—No hay problema, realmente creo que ya no doy más por hoy.

He Tian se rió y Mo sólo le sonrió.

—Bien, entonces deberíamos irnos.

Recogieron sus cosas en silencio y caminaron juntos a la salida, donde ambos se despidieron de la bibliotecaria. Cuando cruzaron la puerta, Mo inhaló el aire fresco y frío de la noche. 

—¿Tendrás tiempo mañana?

—No creo que pueda mañana, tengo trabajo.

—¿Ni por la mañana?

—Sólo tengo una clase a las ocho, estoy libre a las nueve.

—Tengo clase a esa hora...

—Hmm...

—¿Y pasado mañana qué horas tienes libres?

—Ninguna.

—¿A qué hora sales del trabajo mañana?

—Nueve de la noche.

—¿Tienes clases después de eso?

—Tengo Idioma extranjero I a las once.

—¿Crees que pueda pasarte a buscar a tu trabajo a las nueve, luego te dejo en la universidad para tu clase?

—¿Tienes coche?

—Sí, ¿Te sirve o no?

—Claro.

NOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora