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La primera semana de clases por fin llegaba a su fin y de lo único de lo que se sentía cansado He Tian era de volver a interactuar con todos sus compañeros de universidad.

Tomaba unas cervezas en alguna de las escaleras del edificio de ciencias mientras escuchaba a Jian Yi parlotear sin parar. Aún quedaban unos quince minutos para la última clase que tenía por hoy. Así que aprovechó de matar el tiempo con Jian Yi, Zhan Zheng Xi y unos tipos que no había visto en su vida.

Se perdía en las risas escandalosas completamente aburrido, veía más gracioso darle otro largo sorbo a su cerveza y gozar el sabor en su garganta. Sería genial si pudiera ponerse a fumar ahí mismo, pero seguro saltarían las alarmas contra incendios.

—¡He Tian! que gusto verte —le saludó una de las chicas del comité de planeación que pasaron por el pasillo, He Tian simplemente les ofreció una sonrisa y saludo con su mano.

—¡Hey, He Tian! Los departamentos están haciendo una bienvenida para celebrar el inicio del semestre ¿Piensas ir? —le preguntó una castaña bastante risueña.

El moreno lo meditó un poco para luego llevarse la lata otra vez a los labios.

—Puede, ¿Dónde es?

—El bar a dos cuadras de acá, a partir de las nueve.

—Invita a quien quieras, nos vemos —se despidieron tan pronto como aparecieron volviéndose voces por los pasillos.

Los chicos sólo se carcajearon e hicieron burla de las voces chillonas y las insinuaciones hacia He Tian. Y no era para menos, He Tian era un tipo guapo, carismático, rico, inteligente y atlético, quizá su único defecto era el pequeño detalle de que carecía de algún rastro de responsabilidad afectiva.

No era secreto para nadie que el demonio era un Casa Nova. Un tipo que tenía dos o tres novias diferentes al mes, si una llegaba a cumplir tres semanas, sería todo un logro. He Tian sólo se rió y se terminó su cerveza. No tenía ánimos de seguir escuchando como Jian Yi profetaba que algún día le daría VIH, así que se fue a su siguiente clase.

En todo lo que restaba de semana no se había vuelto a encontrar con el odioso sujeto de cabellos rojizos.

Le bullia la sangre de sólo recordarlo.

Seriamente He Tian ya no estaba molesto por lo que sucedió con la investigación del semestre pasado, al diablo, igual obtuvo la mejor nota; A He Tian le había llevado días darse cuenta que realmente estaba molesto con el pelirrojo por desaparecer como si nada, volver a aparecer y hacer como si lo que pasó entre ellos no hubiera sido nada.

Ni siquiera entendía por qué eso le ofendía tanto, si él mismo había hecho lo mismo tantas veces.

A He Tian no le importaba la gente, y aún así le importaba que Mo Guan Shan lo redujera a uno más de sus simples "polvos".

Le era risible.

No se concentró para nada en la clase, perdía el tiempo en su teléfono mientras las horas pasaban.

...

He Tian apenas llegó después de las diez al dichoso bar, había pasado por el cuarto de una de sus compañeras de Cálculo avanzado hace un rato; una chica linda con manos de muñeca y un lindo trasero, Pero se había aburrido tanto que no tardo en salir de ahí.

Realmente, había decidido no ir a la fiesta de bienvenida, pero era un viernes por la noche y no pensaba irse a casa a dormir, siendo que no había salido ningún plan, no lo pensó demasiado. Una vez dentro, el calor del local y el montón voces se hicieron escuchar. La mayoría lo saludó de manera animada y lo invitaba a tomar asiento en sus mesas.

He Tian, con su sonrisa de príncipe se negó amablemente a todos y se dispuso a buscar al único de esos imbéciles que realmente soportaba.

Lo encontró entonces en una mesa algo apartada dónde sólo se encontraban dos personas.

—¡Jian Yi! —le saludó poniéndole la mano en el hombro para luego robar una silla de la mesa que tuviera más cerca y sentarse a su lado—. Voy a tomar asiento.

Saludó a Zhan Zheng Xi con la mano y el mismo le respondió asintiendo la cabeza.

—Piérdete He Tian, ¿No tienes otro culo en el cuál estorbar? —le gruñía arrastrando las palabras el rubio, rojo hasta las orejas, no le sorprendía que ya estuviera borracho.

—¿De qué hablas? Yo estoy aquí por mi Xixi, no por tí —se río burlón viendo como el otro apretaba la mandíbula.

—Maldito chupasangre.

—Hippie mugroso.

Zhan tuvo que tomarle la mano al rubio para que se calmara, generalmente no se lo tomaba en serio, pero estaba alcoholizado hasta la médula y su cerebro no funcionaba de la mejor manera en ese estado.

He Tian sólo se carcajeo en su cara y eso no lo hizo mejor.

El moreno se sirvió un trago de la botella de whisky que encontró en la mesa, completamente tranquilo escuchando el cuchicheo y la música al rededor.

No era un mal ambiente, miro a su al rededor buscando con la mirada alguna chica bonita con la cual bailar. Más cuando su mirada llegó a la barra se fichó con una cabellera rojiza que lo había estado perturbado desde hace días.

—¿Él trabaja aquí? —se le escapó en voz alta con un tinte de incredulidad.

—¿Quién? —Jian Yi captó la dirección y la persona a la que el moreno estaba mirando—. ¿Mo Zi? Nah, me dijo que los habían puesto a hacer catering.

—¿Catering?

—Servicio, chefs, mesoneros, ¿Me entiendes, no?

—¿Qué? ¿Por qué?

Jian Yi entonces lo miró como si fuera un completo imbécil.

—Es lo que generalmente hacen los de Gastronomía, He Tian, ¿Qué tienes en el cerebro? ¿mierda?

—Ah —entonces He Tian cayó en cuenta que nunca le pregunto a Mo ni cuál era su carrera, se avergonzó un poco ante ello.

Volvió a mirar al pelirrojo, batía lo que supuso era un cóctel. ¿cómo mierda se podía ver tan bien con una simple camisa blanca y las mangas arremangadas? Entonces un foco se le prendió en el cerebro ante un hecho.

—¿Cómo lo conoces? —miro acusatoriamente al rubio otra vez.

—Su cuarto de la residencia está junto al mío. No lo veo mucho últimamente ya que me la paso en el departamento de mi Xixi —su voz se fue haciendo más dulce a como avanzaban las palabras.

Zhan sólo tomaba su bebida en silencio sentía los colores subírsele al rostro mientras el rubio se le encimaba y le acariciaba la mano con devoción. He Tian apartó la mirada de los tortolos volviendo a ver al pelirrojo, empezaba a aburrirse otra vez.

Mo Zi —repitió procesando la información, a la cabeza se le acercaban ideas muy interesantes.

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