En sus propias palabras, He Tian llevaba días sintiéndose bastante tranquilo.
Iba a sus clases con normalidad, salía a las reuniones de la facultad, iba con la misma frecuencia a su gimnasio regular, no se perdía ninguna fiesta donde podía ir a bailar con la música absurdamente alta disfrutando de pegarse al cuerpo de alguien cualquiera al ritmo que sonará durante la noche.
Su rutinaria vida desde que empezó la universidad.
Tal vez su único problema era que últimamente había perdido el poco e inexistente interés que solía tener en las personas. ¿Se había vuelto más egocéntrico? o tal vez más apático. No lo entendía, aunque la mayoría del tiempo se convencía de que no pensaría demasiado en ello.
Pero, aunque lo negara, realmente algo había cambiado. Sí antes usaba a las mujeres como algo para complacer sus deseos carnales y pasar el rato, ahora ni siquiera podía sentir la emoción en ello.
Cada vez que estaba con una chica, a pesar de todo ser diferente, aunque las circunstancias cambiaban con cada encuentro, había un aspecto constante que lo atormentaba, era que Mo Guan Shan en cada uno de ellos siempre estaba en su mente. Mientras su cuerpo se movía en piloto automático buscando su propio placer, su pensamiento se empezaba a disociar y huía únicamente al encuentro que tuvo ese día con Mo. La calidez y la forma de su ser eran lo único que recorría su mente mientras tocaba un cuerpo que definitivamente no era el del bermejo.
Se cansó de los éxtasis insatisfactorios en menos de una semana.
Pensó entonces que se había encaprichado por la adrenalina de la experiencia, lo abrupto del momento y el alcohol haciendo una neblina de que quizá el sexo con Mo había sido demasiado bueno como para perturbarlo tanto, pero ciertamente tampoco es que recordara claramente todos los detalles del acto y se preguntaba si no sería solo el resultado de su imaginación desinhibida.
Pensó entonces que quizá no era cuestión de que fuera el bermejo su capricho, tal vez Mo Guan Shan era la variable de la complicada ecuación que se había armado He Tian en su cabeza.
Se preguntó si quizá podía sentir lo mismo por cualquier otro hombre.
En retrospectiva, se dio cuenta de lo que ya sabía, que no le atraían los hombres en general. Prefería los cuerpos femeninos con buenas proporciones y rostros de muñecas, al lado de eso, desde su perspectiva, un cuerpo masculino carecía de atractivo, todo era más fibroso y menos magnético.
Entonces todo volvía al bermejo otra vez, ¿Qué sucedía con Mo? He Tian se cuestionó qué era lo que le atraía tanto de él. Aunque al principio había intentado disimular, incluso para sí mismo, su atracción diciendo que sólo quería experimentar un encuentro homosexual con él, en realidad se había dado cuenta de que el género de Mo era irrelevante. Sí, le daba morbo el hecho de que Mo fuera un hombre cuando él siempre se había considerado heterosexual, pero Mo era sin duda alguna la persona más atractiva que había visto jamás. Su actitud, ese toque de rebeldía y sarcasmo sólo hacía que su deseo por él creciera aún más.
En lugar de pensar como una persona normal y tomar la opción más sencilla, He Tian se abstuvo de hacerlo por completo. Pensó que quizá sólo era la actitud pedante y los rasgos extranjeros de Mo lo que le atraía. ¿Quizá había desarrollado un nuevo fetiche?
He Tian pasaba de un hombre a otro en el hotel más cercano, aprovechando la gran variedad de turistas extranjeros en los bares del centro de la ciudad. Si algún hombre llamaba su atención, él iba tras su objetivo. Aunque no siempre era fácil comunicarse con ellos debido a las diferencias lingüísticas, He Tian encontraba formas creativas de hacerles entender sus intenciones.
La realidad era que no había mucha diferencia. Podía disfrutar del acto y encontrar cierta satisfacción en ello, pero cada vez que se desconectaba de la situación y cerraba los ojos a su mente sólo volvió él, Mo Guan Shan
Un rojizo cabello.
Un cuerpo delgado y bien definido.
Una piel lechosa en la que cualquier mínima marca quedaba impresa.
Unos preciosos ojos ámbar que podían atravesarlo.
Todo, todo en lo que pensaba mientras se follaba a otras personas era en Mo Guan Shan.
Sí, realmente se había encaprichado.
Aunque intentaba encontrar esa satisfacción en otros, la realidad es que, a pesar de la similitud de la experiencia, en esencia, nadie podría remplazar a Mo.
Cuando entendió eso, dejó de frecuentar bares y a responder mensajes de distintas mujeres.
Pensó entonces en buscar a Mo, pero las cosas con él no siempre salían como quería, puesto que siempre que lo busca nunca lo encuentra, era como un maldito mal chiste.
La única clase que compartía con Mo era Estadística II, era el único día de la semana que se topaba al bermejo, pero desde que He Tian decidió dejar de dar tantas vueltas al asunto, Mo llevaba dos semanas sin aparecer en dicha clase. El moreno pensó entonces que podía estarlo evitando.
Buscó sus redes sociales, pero no consiguió nada, sólo una cuenta de Instagram privada, la cual era demasiado orgulloso como para dejar su petición de seguimiento, ya que estaba más que seguro de que el pelirrojo jamás la iba a aceptar; Quizá luego se crearía una cuenta falsa para intentarlo.
Se estaba frustrando con toda la situación, no sabía dónde buscar a Mo, bueno, sabía dónde trabajaba, si es que aún trabajaba en el mismo lugar, pero no tenía ninguna excusa para ir a buscarlo sin verse como un arrastrado, su ego no se lo permitiría nunca.
Fuera de ello, no tenía nada porqué realmente no lo conocía, no tenían nada en común y rara vez hablaban de sí mismos cuando estaban juntos, por el simple hecho de que ambos eran reservados y nunca vieron la necesidad de ello, preferían perder el tiempo discutiendo a lo imbécil o besándose con una pasión que salía del momento.
Lo cierto es que nunca necesitaron palabras.
Se quedó entonces sin opciones.
No había una opción de que se acercará a Mo Guan Shan de manera natural.
No quería hacerle ver a Mo que lo estaba buscando, estaba cansado de humillarse frente a él. Podía reservarse el ser patético para sí mismo.
Fue entonces cuando un sábado por la noche en otra fiesta de la facultad, mientras caminaba sin rumbo entre la gente pudo distinguir un tono de cabello bastante singular.
Una cabellera tan clara que parecía blanca, con esa típica actitud carismática y con su usual acompañante. Su mente fue directo a esa noche en el bar sentado en la mesa con Zhan Zheng Xi y Jian Yi.
"-¿Mo Zi?".
De manera involuntaria en el rostro de He Tian se formó una sonrisa mientras seguía su paso entre la gente.
"-Su cuarto de la residencia está junto al mío".
-Bingo -exclamó He Tian con una risa astuta entre dientes. Había encontrado un punto de conexión para finalmente acercarse a Mo.

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NOI
FanficMo Guan Shan y He Tian por una secuencia de sucesos se odian a muerte. ⚠️ IMPORTANTE ⚠️ •AU universidad, que nada que ver con el material del manhua original. •Historia corta (sin sentido) y soft (no) romance. •Alto contenido en LENGUAJE GROSERO y...