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Los pensamientos intrusivos en la cabeza de Mo Guan Shan saturaban sus sentidos, no importaba cuántas veces re leyera el párrafo no lograba absorber nada de él, el problema de sus padres no había logrado resolverse aún,  lo cual lo hacía sentir ansioso.

He Tian al otro lado de la mesa y frente a Mo levantó la vista de sus libros, vio a Mo darle vueltas a su lápiz de forma constante y rítmica en sus dedos. Lo miraba atento.

Desde hace rato escuchaba un ruido repetitivo que había logrado molestarlo, más cuando descubrió que se trataba de un tic en la pierna de Mo Guan Shan prefirió no quejarse, sólo trato de ignorar el ruido de Mo estampando la planta de su pie contra el suelo una y otra vez, una y otra vez, una y otra y otra vez.

—Mo, tomemos un descanso —sugirió con una sonrisa chueca que trataba de esconder lo harto que estaba.

La repentina voz de He Tian lo sacó de su intento de concentración, Mo entonces enfocó la vista en el moreno, no se veía de muy bien humor.

—¿Sucede algo? —le preguntó al moreno con un claro tono de confusión aunque el rostro fruncido hacía parecer que estuviera molesto.

—Eso mismo podría decirte yo ¿Te sucede algo? —le respondió en el mismo tono, Mo no puede evitar sentirse atacado y He Tian mueve las manos nervioso—. Si estás indispuesto podemos dejarlo por aquí hoy.

Mo suspiro con agotamiento luego de torcer los ojos.

—No podemos hacer eso, He Tian —expresó luego de tirar el lápiz sobre la mesa y cruzar los brazos sobre su pecho—. Quedan tres días para la entrega, nos queda más de la mitad de la investigación aún, no hemos hecho nada de la presentación y cuando nos reunimos trabajamos media hora y el resto del tiempo lo perdemos besándonos.

He Tian desvió la mirada como si tuviera vergüenza de que alguien escuchara su conversación. Ambos quedaron en silencio ante la abrumante atmósfera, Mo lo veía con un claro ceño fruncido y He Tian simplemente le sonrió con inocencia fingida.

—Hablo en serio He Tian, necesito una buena nota. ¿Qué demonios paso con el sujeto que me dijo "me gustan las cosas bien hechas"? —las últimas palabras las vocalizó con una voz gruesa tratando de imitar su voz aterciopelada de fumador.

—Vamos, no te molestes, sé que podremos hacerlo —la sonrisa brillante y despreocupada de He Tian le deslumbró la vista.

—Ademas, se supone que tienes novia. No deberías hacer eso.

—¿quién te dijo eso?

Entonces la sonrisa de He Tian se desapareció, por primera vez Mo vio lo que parecía ser un rostro preocupado viniendo de él, se quiso reír en su propia cara pero quería mantener la aura sería.

—Un imbécil del departamento de arte.

—ah, ¿el maldito de Jian Yi, no? —el tono molesto en la voz de He Tian se hizo evidente, entonces el moreno torció los ojos y adoptó la misma postura de Mo recostándose en la silla.

—¿No te da asco ser infiel?

—Debo recordarte que te besas con este asqueroso infiel.

—Si, pero eso era antes de saber que tenías pareja He Tian.

Ambos fruncieron el ceño y se sostenían la mirada con un tono de reproche. Mo entonces puso los ojos en blanco y suspiro rendido, se puso de pie y empezó a recoger sus cosas.

—Olvídalo, ¿Sabes qué? Es mejor que cada uno haga su parte por su lado, no más reuniones, no estoy como para que me vayas a buscar y llevar todo el tiempo, es molesto.

—Espera Mo, tranquilo, si lo que te preocupa es el hecho de que tenga novia yo...

—Me importa una mierda tu novia, quiero terminar este maldito trabajo He Tian.

—Y yo también Mo Guan Shan, pero...

—Pero nada. Haré mi parte y luego te la enviaré por mail.

Mo colgó su mochila en su hombro, y antes de que el pelirrojo se alejará más de la mesa lo tomó del antebrazo sin medir su fuerza, Mo gruñó por el dolor y tiro con agresividad de su brazo para luego sobarse la zona con su mano.

—¡Eso duele pedazo de mierda!

—¡Shhh! —los regañó de la nada la bibliotecaria—. Están en una biblioteca, compórtense o retírense de la instalación.

—discúlpenos, no volverá a pasar —se disculpó con un tono suave el moreno, tomó a Mo del hombro y lo arrastró de nuevo a la mesa—. ¿Podrías dejarme hablar?

—Déjame irme, mi turno empieza en nada.

—Pues llegarás unos minutos tarde entonces, además, yo te llevo, será más rápido a que vayas a pie.

Mo sólo chasqueó la lengua, a He Tian se le escapó una sonrisa torcida, le gustaba cuando Mo chasqueaba la lengua y miraba a otro lado, era su forma de darle la razón sin una palabra de por medio. 

Tenían pocos días de conocerse y He Tian ya estaba empezando a entender que Mo se comunicaba más con el lenguaje corporal que con palabras. Le era gracioso adivinar que le pasaba.

—Me van a salir primero raíces antes de que empieces a hablar, apúrate —el reclamo de Mo lo volvió a sacar de sus pensamientos y la patada en su tibia lo hizo alejar sus manos del bermejo.

—Si es por mi novia...

—Dios... Olvídalo, me voy de esta mierda.

—Ya, ya —He Tian lo volvió a plantar en la silla manteniendo las manos en sus hombros.

—Hablo en serio He Tian.

—Y yo también. Vamos con calma, podemos hacerlo, nosotros podemos hacerlo.

Mo respiro profundo y apretó la mandíbula, sentía que He Tian lo decía con demasiada calma, eso lo impacientaba.

—Admito que está mal estarme besando contigo cuando tengo una novia.

—Bueno, que lo reconozcas es un logro —soltó con sarcasmo.

—Si lo que quieres es que la dej-

—¿Acaso tienes mierda en el cerebro?

—¿qué?

—Lo pregunto seriamente He Tian, incluso aunque terminarás con tu novia eso no significa que seguiría besándome contigo.

—¿Por qué? ¿otra vez con lo de hetero curioso? Existe la bisexualidad.

—No siento nada por ti, y tú sólo ves en mi alguien con quien experimentar.

Fue entonces turno de He Tian de tensar la mandíbula.

—Touché —fue lo único que salió de sus labios en ese momento.

—Simplemente dejémoslo por ahora y centrémonos en lo que realmente nos tiene aquí.

—Aún así, quiero que sigamos haciendo el trabajo juntos, es más fácil de ese modo.

—Bien.

—¿Entonces podemos continuar por la noche? No tienes clases después del trabajo y mi departamento está libre.

—He Tian...

—Hablo en serio, sólo para seguir con la investigación.

—Nada más.

—Te lo juro, nada más.













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