ᴅɪᴇʙ | Tom Kaulitz.

8 | H

LOITSCHE 20 DE SEPTIEMBRE DE 2007

--- ESPERA, ¡¿HOLA?! --- Karina gritó, completamente incrédula, golpeando sus manos sobre la mesa.

--- Parecen dos cachorros. --- Bryan se rió comiendo su merienda.

--- Mira, que chica. Está siendo impugnado por dos partes en disputa. --- Felicia, bromeó nuestra profesora de español.

A Felicia le gustaba pasar tiempo con nosotros en el recreo, debido a que es la maestra más joven del colegio y no se lleva bien con esos profesores gruñones. Y cuando la profesora de educación física no puede almorzar con ella, almuerza con nosotros. Siempre hay temas y parece que todos tenemos la misma edad, aunque ella sea cuatro años mayor.

--- Hoy voy a casa de Luka... --- Dije picoteando mi comida sin mucha hambre ni ganas de comer.

--- ¡¿COMO ASI?! --- Karina gritó mas de una vez, golpeando la mesa con sus manos haciendo que todos saltaran.

--- ¡Para de gritar! --- Pregunté, apretando los puños.

--- ¡¿CÓMO NO PUEDO GRITAR SI ACABO DE SABER SOBRE ESTO?!

--- Karina, ¡DEJA DE GRITAR! --- Grité, algunas personas me miraron extrañadas y me di cuenta que ahora era yo quien gritaba. Simplemente respiré hondo, cerré los ojos y me calmé.

--- Ahora que estás más tranquila, preguntaré. --- Dijo Bryan, burlonamente. --- ¿Quien va a llevar a Hellen a casa?

--- Hay un autobús escolar. --- Respondió Karina.

--- ¿Y el coche de Margot? --- Felicia me miró.

--- Iré con Luka. --- Respondí y todos miramos a Karina quien tardó un poco en entender.

--- Joder, siempre tengo que llevarme a esa plaga a casa. --- La rubia se cruzó de brazos con cara de irritación.

--- Siempre carajo, nunca salí a casa de un chico. Y mira, tengo dieciocho años. --- La refuté, viendo una sonrisa falsa formarse en su rostro.

--- No es culpa mía si estás más varado que un desagüe del ayuntamiento. --- Karina me respondió y Bryan comenzó a reír, escupiendo toda su comida.

Hablamos unos minutos más antes de que sonara el timbre. Recogí mis cosas y me dirigí a mi habitación. Por extraño que parezca, todavía no había visto a Tom, se saltó la clase durante las primeras cuatro campanadas. Fue mejor para mí, no tuve que mirarlo a la cara después de lo que pasó con Luka.

Caminé sosteniendo la correa de mi mochila mientras miraba fijamente al suelo. Hasta que me encontré cara a cara con alguien, me golpeé la cara en el pecho y retrocedí dos pasos. ¿Nadie me ve en esta mierda? Tengo que dejar de caminar mirando al suelo.

--- Camina mirando hacia arriba. --- La voz ronca de Tom resonó en mis oídos.

--- Caminar mirando hacia abajo, faro para caminar. --- Respondí mirándolo con firmeza, viendo su mandíbula trabarse.

--- ¿Dónde está tu amiguito Luka, eh? --- Él sonrió, cruzándose de brazos.

--- No sé quién crees que eres para interferir en mis asuntos, pero las putitas no tienen voz en esta sociedad de mierda. --- Me crucé de brazos como él y enderecé mi postura.

--- Al menos soy una putita inteligente, ¿verdad? A diferencia de ti que no ves que Luka no quiere nada más que tu cuerpo. --- Dijo, despertándome curiosidad. --- Te comerá y desaparecerá.

--- Nada que no hagas normalmente con las chicas de aquí.

--- Pero yo no te lo haría a ti, Margot. --- Respondió Tom con normalidad y yo intenté aparentar naturalidad.