ᴅɪᴇʙ | Tom Kaulitz.

17 | Q

LOITSCHE 27 DE SEPTIEMBRE DE 2007

𝗣𝗢𝗩 𝗠𝗔𝗥𝗚𝗢𝗧

Hoy me levanté más temprano de lo habitual. Ya haríamos el tercer viaje, y nada mejor que un buen parque acuático al que acudir en un día de calor. Todos en la clase aceptaron ir, y más para silenciar este caso de Luka que terminó creciendo más de lo que necesitábamos. Loitsche nunca había visto algo así.

No era normal que los estudiantes de primer año aparecieran degollados de la noche a la mañana, sólo aquellos que estaban involucrados con drogas. Pero este no era el caso de Luka. Sus padres quedaron devastados, buscando justicia para saber quién le había hecho tal atrocidad a su hijo. Se llamó a la policía para resolver esto, pero aquí nuestro sistema judicial no es de los mejores.

Mientras la gente buscaba pistas o algo que los llevara al asesino de Luka, a mí me preocupaba qué me iba a poner hoy en un día caluroso.

--- No sé qué ponerme. --- Gemí, mientras Hellen me miraba burlonamente.

--- Tienes un cuerpo muy bonito, Margot. Y aun así, sigues intentando ponerte un solo bikini luciendo aburrida. --- Ella dijo --- Este verde de aquí es hermoso.

--- Pareceré un periquito. --- Me quejé al escuchar su resoplido.

--- Luego ponte uno blanco, tomando otra pieza en la mano. --- Ella sugirió.

--- ¿Blanco? --- Hice una mueca.

Hellen se levantó impaciente por mi indecisión. Pero no quería ponerme "cursi" en un viaje que se consideraría el viaje escolar. Incluso si no estaba segura de si iría o no, Karina me obligaría de todos modos.

Simplemente elegí un bikini blanco que ella me había sugerido y lo puse en mi bolso, agarré algunas cosas más que usaría en estos dos días de viaje y me senté en la cama esperando que llegara mi mejor amiga. Estaba impaciente, no sé por qué estaba nerviosa.

Me levanté mirando por la ventanilla y vi un Audi pasando a gran velocidad con otros dos coches justo detrás. Pronto pude escuchar la bocina y el vehículo del padre de Karina acercándose. Me animé y fui a la cocina con mi mochila.

--- ¡Estoy yendo! --- grité abriendo la puerta.

--- Cuídate hija, te amo. --- Gritó mi padre, sentado frente al televisor con una botella de cerveza en las manos.

--- ¡Adiós, Margot! --- Hellen corrió hacia mí abrazándome con fuerza.

Simplemente sonreí, me alejé y corrí hacia el auto. Karina tenía el cabello rubio suelto, lentes de sol y un labial rojo que resaltaba sus labios.

--- Ey. --- Dijo mirando hacia atrás.

--- Hola, Sr. Jones. --- Saludé a su padre, mirándolo por el espejo retrovisor.

--- Buenos días Margot. ¿Estás emocionada? --- Preguntó el hombre mayor, arrancando el auto.

--- Eso creo, espero haber comprado suficiente ropa. --- dije, moviendo mi mochila para la escuela.

--- Si no lo hiciste, recogí suficientes cosas, quería llevarme mi guardarropa pero papá no me dejó. --- La rubia hizo un puchero mirando a su padre quien sonrió en respuesta. --- Sólo espero que esas dos perras no vayan juntas.

--- Ciertamente lo harán. --- Respondí. --- ¿Lo sabes verdad? Tienen miedo de que les robe su pequeño trofeo.

--- Ya lo robaste, Margot. --- Karina se rió.