LOITSCHE 28 DE SEPTIEMBRE DE 2007
𝗧𝗢𝗠 𝗞𝗔𝗨𝗟𝗜𝗧𝗭
Los estudiantes se sintieron conmovidos por la terrible noticia de la muerte de Luka, un estudiante de primer año que ni siquiera marcaba la diferencia en nuestra escuela. Mucha gente empezó a preguntarse qué había hecho, algunos incluso sospechaban de mí, porque yo era como era y siempre había tenido pelea con él. Pero la cuestión es que nadie tiene pruebas de que yo realmente haya hecho esto.
Mi hermano ya empezaba a sospechar, me mandaba indirectas a cada segundo, pensando que iba a decir “fui yo, lo dije” como si no fuera nada. Necesitaba mostrarme conmovido, no podía demostrar que no me importaba su muerte.
Porque fui yo quien lo mató. Que irónico.
--- ¿Puedo entrar? --- Toqué la puerta de la directora, asomando la cabeza para verla dentro de la habitacion.
--- Quería hablar con usted.
Ella me miró extrañada y me hizo un gesto para que pudiera entrar.
--- ¿Qué pasa ahora, Tom? --- Me miró al verme sentarme en la silla frente a su escritorio.
--- He oído que vas a dar un discurso sobre la muerte de Luka. --- Suspiré, luciendo conmovido. --- Me gustaría pronunciar este discurso, mucha gente me acusa de haber cometido semejante atrocidad. Aunque Luka no me agradaba mucho, era un buen chico y creo que sería bueno tener uno de los Kaulitz para hacer esto.
La mayor frunció el ceño, quizás sorprendida por mi inesperado pedido. Pero la cuestión era que necesitaba quitarme las sospechas, y en una aldea tan pequeña como ésta, las cosas pronto se moverían tan rápido que me conmovió la muerte de un enemigo mío.
Incluso si pareciera un payaso patético que se preocupaba por la vida de este niño que no servía para nada.
--- ¿Por qué este deseo inesperado? --- Ella preguntó, confundida.
--- ¿Sabías que pasaba el 90% de su tiempo solo en casa? --- Apoyé los codos sobre la mesa y la miré profundamente. --- Sus padres ni siquiera regresan a casa, tanto es así que recién se enteraron de su muerte esta mañana.
--- No sabía que sus padres estaban ocupados. --- La directora pareció conmovida por la noticia.
Miré al suelo, luciendo entristecido.
--- No soy muy religioso, directora. Pero donde quiera que esté Luka, quiero que sepa que todos nos preocupamos por él. --- Dije, mientras yo esperaba impaciente su respuesta.
--- Está bien, Tom. Da tu discurso. Como te importó tanto, lo dejaré en tus palabras. --- Ella me sonrió, haciendome sonreir falsamente.
--- Gracias. --- Le di las gracias y poco después salí de la direccion.
¿Cómo se supone que voy a pensar en un discurso para él cuando yo mismo lo envié al infierno? Esta directora tenía que estar bromeando conmigo. Pero de igual forma lo haría con mucho gusto sabiendo que nunca más se atreverá a tocar a Margot. Ni siquiera verla todos los días, olerla y disfrutar de su sonrisa.
Mi problema ha sido resuelto y ya está a dos metros bajo tierra.
Ahora mi siguiente paso era hacer que Margot fuera mía sola, que ella pasara a formar parte de mi grupo como Kaulitz. Pero ella es impulsiva, nunca se acercaría a mí por las cosas que le hice.
Tengo dos planes, si uno no funciona, usaré el otro. Desafortunadamente.
Me dirigí a la parte trasera de la escuela por un balcón de cristal, saqué mi cigarrillo del bolsillo del pantalón y lo encendí allí mismo. Miré hacia abajo y vi a Karina y Margot hablando sobre el tercer viaje de mañana. Margot parecía distante, estaba confundida por mi aparición en su casa.
Ella sintió mi presencia y mi mirada sobre ella, levantó la vista buscándome. Sonreí tan pronto como sus ojos azules se encontraron con los míos. Karina ya estaba hablando sola, mientras Margot estaba concentrada en mí.
A Aguilera le encanta besarme, dice que me odia, pero en cuanto toca su boca con la mía se queda callada y se pierde por completo.
--- Harías locuras por ella, ¿no? --- Escuché la voz de Georg a mi lado, mientras no quitaba los ojos de Margot, pero ella no podía sostenerla.
--- Hice locuras por ella, Georg. --- Respondí, dando una calada a mi cigarrillo.
--- Ya sabes por qué estoy aquí.
--- Yo no hice eso. --- Mentí, tirando mi cigarrillo al suelo y pisándolo. --- Tal vez, pero no con un corte en la garganta.
Pareció aceptar mis palabras, era fácil engañar a alguien como Georg.
--- Bill está emocionado por el viaje de mañana. Salgamos de aquí temprano. --- El dijo, mientras veía a Karina alejarse de Margot.
Ann Kathrin y Teresia se acercaron a Margot, Georg continuó hablándome, pero yo ni siquiera estaba prestando atención a lo que el estaba hablando. Ann y Teresia susurraron entre sí, despreciándola.
--- ¿Entendiste? --- Dijo Georg, mientras las veía a ambas huir, lo cual me llamó la atención.
No le respondí, simplemente las seguí, dejando a mi amigo alli. Teresia llevó a Ann Kathrin a nuestra sala de estar, atravesó la multitud y chocó con todos. Yo, como un gran acosador, las seguí. Ya se esperaba que hicieran algo a Margot, el dúo compitió para ver quién me llamaba más la atención, y estaban celosas al saber que ninguno de ellas era capaz de eso.
Excepto de Margot.
Me detuve un poco cerca de la puerta cuando ambos entraron a la habitación. Ladeé la cabeza para verlas revisar sus bolsos y sacar una hoja de papel, revisaron mi libreta mientras sacaban un papel escribiendo algo. Rompieron el papel y lo convirtieron en una pequeña nota.
Pronto, Taresia puso la nota en el bolso de Margot y lo cerró. Volvieron a colocar mi cuaderno en su lugar y se aseguraron de que todo estuviera como estaba antes de llegar.
--- ¿Las putas están buscando clientes? --- Metí las manos en el bolsillo, apoyándome en la puerta mirándolos.
--- ¿Qué haces aquí? --- Se detuvo Teresia, nerviosa.
--- Cuéntame tú. --- sonrei burlonamente. --- No estabas revisando el bolso de Margot, ¿verdad?
--- ¿Por qué revisaríamos su bolso? --- Kathrin me miró, tratando de ocultarlo.
--- Yo también quiero saber. --- Respondí burlándome de ellas por segunda vez.
Teresia tardó un poco en responder, esperando que su amiga me diera una respuesta. Y Kathrin estaba de la misma manera, esperando que Teresia respondiera por ella.
--- Buscábamos algo para fumar, Kaulitz. --- Me respondio Teresia, por fin.
--- Que yo sepa, tu no fumas. ---La miré seriamente.
--- Empecé a fumar. --- replicó.
--- Entonces busca ese maldito cigarrillo en otro lugar, no en la mochila de Margot. --- Dije irritado, cambiando mi expresión hacia ambas.
Ellas tragaron saliva y se acercaron. Ann Kathrin parecía asustada por mi discurso, mientras la miraba con cara de disgusto, no estaba acostumbrada al Tom que soy ahora.
--- ¿Defendiendo al cachorro, Tom? --- Teresia se levantó sobre mí y acarició mi abdomen
--- La cachorra eres tú. --- Me acerqué a su rostro. --- Siempre frotándose contra mí, queriendo algo de cariño. --- Presioné mis labios contra los de ella y miré a Ann Kathrin, que no respondía. --- Pero me gustan los gatos, no las perras.
La aparté de mí, me limpié la boca y me arreglé la camisa. Les di una última mirada a ambos antes de darme la vuelta.
--- Perras. --- Murmuré dejándolas allí.
Sé que son unas espinas clavadas en mi costado, pero todavía las necesito a ambas.
ESTÁS LEYENDO
ᴅɪᴇʙ | Tom Kaulitz.
AléatoireTom Kaulitz es un joven atractivo y popular, pero detrás de su encantadora apariencia se esconde una personalidad perturbada y obsesionada. Desde niño ha acosado a Margot, una chica que no se ajusta a las normas y valora su libertad. El constante to...