ᴅɪᴇʙ | Tom Kaulitz.

7 | G

LOITSCHE 20 DE SEPTIEMBRE DE 2007

--- ¿Luka quién? --- preguntó Hellen en el asiento trasero del auto con voz dudosa.

--- Luka Krueguer. --- Karina respondió rápidamente antes de que pudiera decir que no era asunto suyo.

--- ¿Ese pelirrojo ardiente? --- La morena preguntó más de una vez, pero yo tenía un tono más curioso.

--- Ese mismo. --- Karina se rió mirándome.

--- Mierda, ¿cómo no puedes decirme cosas así, Margot?

--- Porque no es asunto tuyo. --- Respondí.

--- ¿No es asunto mío saber que vas a la casa de Luka? ¿Como LUKA? --- Dijo luciendo incrédulo.

Resoplé, poniendo los ojos en blanco, viendo a Karina reír suavemente y colocar su mano frente a su boca. Estoy indignada porque todo el mundo sabe de mi vida, aunque sea una mierda. Parecía que todos dependían de mí para proporcionar buenos chismes y contenido a esta aburrida escuela. Porque, después de todo, la mayoría vino de mí.

--- Pero él prefiere el beso francés de Tom. --- Karina se burló de mí.

--- Vete a la mierda, Karina. --- Le di una pequeña palmada a su pierna.

--- ¿Beso francés de TOM KAULUTZ? --- Gritó de incredulidad, su boca se abrió para decir algo más pero ni siquiera se le ocurrió decirlo.

--- ¡Deja de decir su nombre! --- Golpeé el volante cuando entré al estacionamiento de la escuela.

--- Karina, hablemos de esto luego. --- Hellen le dio un golpe en el hombro y ella le sonrió mirando detrás del banco.

--- No hablarán de nada, no te involucrarás en mis cosas. ¿Entiendes mocosa? --- Apagué el auto, desabrochándome el cinturón y recogiendo mi mochila.

--- Yo te cuento todo y tú no me dices nada, eso es injusto. --- Refunfuñó la menor, deteniéndose frente a mí.

--- No huyas de clase y no te metas en problemas, ¿vale? --- Besé la parte superior de su cabeza mientras ella me miraba seriamente. --- Te amo.

Rápidamente agarré la mano de Karina, alejándola, dejando a Hellen parada allí luciendo como una idiota. Pero la verdad es que no quería que ella supiera sobre Tom Kaulitz. Hellen es el tipo de chica a la que le gusta presumir cuando sucede algo increíble, y si cree que estoy teniendo algo con el gemelo que todos temen, ese será el final.

Caminamos por los pasillos hasta llegar a mi armario. Karina me dijo que debía dejar de esconderme de todos y fingir que la mitad de la escuela no hablaba de mí, porque en realidad a ella le resultaba fácil hablar. Pero ni siquiera estaba escuchando y tampoco me importaba escuchar. Tan pronto como cerré mi armario y me apoyé en él para mirarla aburrido, noté que Luka venía hacia mí. Una sonrisa se dibujó en mis labios cuando lo vi, pero pronto desapareció cuando me sobresalté. Un niño fue arrojado contra un armario provocando un estruendo gigante. Cayó al suelo, arrastrándose, pero pronto le pusieron un pie en la espalda, presionándolo hacia abajo.

--- ¿Que dijiste?. --- Tom habló con los puños cerrados y el pie en la espalda del niño.

--- Eso no es lo que quise decir...

--- ¡¿QUE DIJISTE?! --- Gritó el gemelo, llamando la atención de todos los que pasaban e interrumpiendo al chico que intentaba justificarse tirado en el suelo.

Todos empezaron a reír y reír, pero a Tom no pareció importarle. Kaulitz se quedó sin respuesta, quitó su pie de la espalda del niño y lo jaló por el cuello para mirarlo. Sin decir nada más, le golpeó la cabeza contra el gabinete varias veces y todas las sonrisas que antes le parecían graciosas desaparecieron, dando paso a un lugar preocupado y asustado. Tom no se detuvo, aumentó la velocidad, golpeando la cabeza del niño y este no pudo soportarlo más.