Eres tan adictivo

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Y para los tres meses, durante las vacaciones de la universidad, confirmaron su relación frente a los amigos y la madre de Minghao, fue realmente inesperado para todos, no lo podían creer. Omitieron la parte de como habían empezado dejándolo en el pasado, como algo que les impulsó a cambiar para formar una buena relación.

Minghao cayó perdido por Jun cuando este le demostró cuan decidido estaba de que quería empezar bien la relación, se entregó por completo a él. Le sería fiel a su novio, quería que lo supiera más que nadie, en cuanto a su vida sexual no había cambiado mucho. Seguían teniendo relaciones pero de alguna manera de sentía diferente ahora que finalmente eran una pareja oficial.

-...Podré celarte cuanto quiera- alardeó el mayor haciendo reír al otro.
-Lo haces siempre, intentas no parecerlo pero, ¡eres muy malo hombre!- soltó una carcajada.
-No me importa- dijo para luego besar los labios ajenos.

Se encontraban en la casa de Jun, en su habitación, desnudos en la cama. Después de tener sexo varias veces ambos estaban cansados y decidieron parar para hablar como las personas normales lo harían.

Minghao se sentía feliz, había esperado bastante a que eso ocurriera y tan sólo después de varias fallas pasó lo inesperado. Le costaba creer algunas veces y lo mismo pasaba con Jun, no creyó que terminaría de novio con un hombre y menos con Minghao, después de todo lo que pasó.

Se empeñaba cada día en hacerle saber cuanto había cambiado y sólo para él, para poder tenerlo feliz, quería que sea feliz a su lado sin importar que. Hasta ahora no se había sentido así, lo de Miyeon pareció ser un simple capricho para dejar a un lado todo lo que pasaba a su alrededor o para no darse cuenta de la existencia de Minghao hasta ese día maravilloso donde decidió hacerle la gran propuesta.

Propuesta que terminó de esa manera, los hizo terminar como pareja aunque no pareciera tan creíble.