CAPITULO 2

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Se habían pasado todo el día mudando y ordenando la casa, cada uno de los adolescentes se centró en su habitación y después ayudaron en lo que faltaba.




- amor - la protagonista escuchó una voz mientras dormía - despertate gorda que vamos a comer - dijo Renato acariciando su espalda




Se había quedado dormida, pasa que se levantó temprano y la noche anterior casi ni había dormido, estaba muerta.




- no tengo hambre - respondió sin moverse, todavía con los ojos cerrados

- tu papá hizo asado Emi - insistió su novio




Soltó un suspiro y se dignó por despertarse, por mas cansada que esté no se podía negar a su comida favorita.

Se estiró para intentar despabilarse, y después de un par de besos con su pareja ambos bajaron al patio, habían preparado para comer afuera.




- que cara que está la cebolla - soltó Gabriel apenas vió a su hija

- *suelta una carcajada* se había quedado dormida - hablo Rena quien llegó abrazándola por los hombros

- raro que Mateo no se tiró a dormir todavía - se sumó Juliana mirando al hijo mayor - llegó cuando ya estábamos cargando las cosas en el camión de mudanza - soltó en una carcajada

- ah no dormiste en casa? - preguntó el hermano menor sentándose en frente

- *niega con la cabeza* no dormí - respondió Mateo

- ay como haces? - Emilia sentándose al lado de su novio - yo dormí dos horas y me caigo del sueño

- na si agarro la cama esta noche no me levanto hasta la semana que viene - contestó en joda, la chica se rió

- el único bueno es mi nene que no sale - habló la madre de los varones despeinando a Renato

- a ver si ahora que viven juntos la contagias a Emilia así deja de gastar plata - se sumó el padre de la chica




Todos se rieron menos la jovencita, que lo hizo, pero sarcásticamente.

No tardó mucho en estar listo el asado, así que se pusieron a comer mientras seguían charlando de la vida entre todos.
Emi la estaba pasando bien, pero era raro, capaz es cuestión de acostumbrarse, se siente cómoda con la familia de su novio, están juntos hace casi dos años, los conoce perfectamente, solo que el pensar por unos segundos que esta iba a ser su nueva vida permanente medio que la agobiaba.




- buen provecho - dijo Mateo levantándose después de un rato de sobremesa - muy rico Gabi - chocando las mano con el hombre

- la próxima lo haces vos - golpeándole la espalda

- na, no estas listo para probar algo tan rico - contestó en una carcajada ya alejándose




Todos se rieron y el chico se fue para adentro.




- yo también me voy - Emi levantándose - así duermo por fin

- bueno mi amor - el papá dandole un beso en la frente - descansa




Después de una leve sonrisa también se dirigió adentro para subir a su habitación, su novio se había quedado unos segundos mas sentado en la mesa, pensando en lo alejada que la había sentido, nisiquiera lo invitó a que vaya a dormir con ella; pero después también se despidió de los mayores y fue hacia la habitación.




- dormís acá? - preguntó Emi al verlo abrir la puerta, ella ya estaba metiéndose en la cama

- no se, qué queres que haga? - apoyándose en el marco

- lo que quieras Rena - acomodándose

- *suelta un suspiro y entra cerrando la puerta* que te pasa?

- por? - preguntó confundida

- estas re distante

- *suelta una carcajada* me estas jodiendo? me estoy cagando de sueño

- no se Emi estas rara - sentándose en la cama

- estoy cansada Renato, sabes como soy cuando no duermo




El chico se quedó pensando en silencio unos segundos mirando al piso, al fin y al cabo no la quería cansar mas de lo que estaba.




- dale acóstate - interrumpió sus pensamientos moviéndole la frazada




Emi sabía que el se había sentido mal, y no quería que lo siga haciendo, así que aunque se moría por dormir desparramada por toda la cama de dos plazas, lo invito a dormir con ella mostrando un poco de interés.

El chico sonrió y se acostó al lado de ella a abrazarla, no hizo falta casi ni cerrar los ojos que ya se había dormido, ama dormir, si sería por ella invernaría como un oso entre sus frazadas.
...

Pasó el finde y los dos menores tenían que volver a la escuela, ya están transitando su último año, así que esa es su motivación para ir y ponerle un poco de onda.





- cuando vamos a conocer tu casa? - preguntó Juli, una de las amigas de la protagonista




Ya estaban en el recreo, por suerte las horas le pasan bastante rápido, no suelen hacer mucho en clase.




- el finde seguro - respondió - va no se, porque ahora tengo hermanos, no puedo hacer lo que yo quiera

- *suelta una carcajada* no digas así, suena raro, es como que te coges a tu hermano - dijo Luci, la tercera del trío inseparable

- ni me digas - largando un suspiro

- no es tan grave amiga - Julieta - te estresas al pedo, son hermanastros nisiquiera comparten sangre, que sería lo raro?

- mal, aparte estaban de novios antes que sus papás - Lucia

- si que se yo, ya me voy a acostumbrar

- a mi lo que me da miedo es que te canses de Rena - agregó la última amiga

- *chista la lengua* noo para mi al contrario, se van a unir mas - Juli




Miraron a Emi, buscando su opinión, pero ella se había quedado tildada pensando en lo ultimo que dijo Luci.




- cual de las dos opciones te quedaste pensando tanto? - preguntó la que mas fe le tiene a la relación

- ninguna, me quedé tildada nomás - mintió




El timbre indicando que el recreo finalizó, evitó que la charla siga curso, pero los pensamientos de Emilia no pararon, ella también tenía miedo de lo que dijo Luci, y si lo dijo, es porque la conoce.

Emi cuando se siente muy atosigada por una persona tiende a alejarse, ya dije en otra ocasión, es muy de necesitar su espacio; Rena es todo lo contrario, si sería por el viviría pegado a su novia, así fue la relación al principio, y les trajo bastantes conflictos, pero se aman, así que hicieron lo posible para solucionarlo.

BIEN O MALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora