Emi se despertó casi a las 3 de la tarde, y después de estar un rato con el celu bajó a hacerse algo de comer, la panza le hacía ruido del hambre. Estuvo media hora mas o menos para bajar cada escalón, podía apoyar solo la parte del talón, pero igualmente eso hacía que le duela, le preocupaba un poco que se le haya infectado o algo, le parecía anormal que un pedazo de vidrio cause tanto dolor.
Pero por fin llegó a la cocina y se empezó a hacer el almuerzo, o la merienda, quien sabe.
- buen día - se exaltó por una voz a sus espaldas
Cuando se giró a mirarlo era Renato.
- hola - le devolvió el saludo medio seria
Justo había terminado así que agarró su comida y se dirigió a la mesa, se hizo unas tostadas y mate.
- sabes si hay algo para el dolor de cabeza? - preguntó el chico después de agarrar una botella de agua de la heladera
- ni idea - respondió untando su tostada
- todo bien? - preguntó confundido al verla tan seria
Emi también lo miró confundida, se ve que no se acordaba de nada de lo de anoche.
- todo bien
- contaselo a tu cara - acercándose
Siguió untando su tostada tratando de ignorarlo, no lo iba a pelear por esa boludez ((no es una boludez, estoy haciendo como que ella lo minimiza)), y menos si el no se acordaba, pero tampoco tenía ganas de ser simpática con el.
Su novio la quedó mirando por unos segundos tratando de deducirla, mientras se bajaba la botella de agua, la resaca lo estaba matando.
- estas enojada porque me chupe? - preguntó
Como respuesta recibió solo un movimiento de cabeza en forma de negación, sin nisiquiera devolverle la mirada.
- me mandé alguna cagada?
- no te acordas de nada? - mirándolo
- no Emilia, es el primer pedo que me agarro en mi vida, no me puedo ni quedar parado - se quejó
- anda a acostarte entonces - después de soltar una leve carcajada
- no, porque quiero saber que te pasa y quiero algo para el mal de cabeza
La chica soltó un suspiro y se paró, para ir rengueando hacia donde estaban los medicamentos.
- que te pasa? por que caminas así?? - preguntó siguiéndola
- me lastime con un vidrio - respondió sin mirarlo
Después de frenar a pensar dos segundos, el chico se acordó que su hermano se lo había dicho.
- creo que me lo dijo Mateo
- eh? a que? - preguntó buscando alguna pastilla para darle
- que te lastimaste, por eso el estaba en tu pieza anoche, no?
Emilia lo miró confundida y asintió levemente con la cabeza.
- te acordas de lo que te conviene - soltó después de un leve silencio, volviendo a revolver los medicamentos para encontrar algo
- no me tires esos palos, decime de que me tengo que acordar
- tomate esto - largando un suspiro, dándose vuelta para dejar de darle la espalda
- gracias - agarrándolo - me podes responder?
- no, tomate eso y anda a acostarte, a ver si cambias las pintas para cuando vuelve tu vieja - volviendo a caminar hacia la mesa - si te ve así vas a dejar de ser el hijo perfecto que le estas pintando
Renato la miró por unos segundos mas, ella ya se había sentado dándole la espalda, aunque quizo, no le dijo nada, simplemente le hizo caso, y después de tomarse la pastilla subió a su habitación.
La protagonista se quedó merendando sola, por fin, ama comer sola, y además se había puesto la serie en el tele, era su momento de paz.
- buenas noches - soltó en una carcajada al ver a Mateo bajar las escaleras
Estaba con cara de dormido, con los rulos despeinados y en cuero, ya eran como las 5 de la tarde, por eso Emilia usó ese término de "buenas noches" en sarcasmo.
- *suelta una carcajada* buenas noches - respondió acomodándose el pelo
- queres tostadas? - ofreció al ver que fue directo a buscar algo en la heladera
- no las comes? - preguntó acercándose
Emi negó con la cabeza y su hermanastro se sentó en la silla de la punta, que estaba en diagonal a ella, para poder comer.
- cómo esta tu pie?
- ahí anda, me duele bastante, pero ya le agarré la mano a caminar - respondió cebandose un mate
- seguís con la venda? - mirando por abajo de la mesa - déjalo respirar - soltó en una carcajada al ver que si seguía con ella
- no me la dijiste que me la tenía que sacar
- me viste cara de médico a mi? - ambos se rieron - na pero después sácatela y desinféctate devuelta, pero dejalo sin la venda
Emi asintió en silencio, Mateo se rió al verla pálida.
- no se te va a caer el pie
- ay pero me da una cosita
- *se ríe* yo te lo desinfecto maricona
- *suelta una carcajada* pero es normal que me duela tanto? es un pedazo de vidrio nomás - preocupada
- ah no, si te duele mucho capaz lo tenes infectado y ahí te van a tener que amputar la pierna entera
La cara de preocupación de su hermanastra hizo que Mateo se largue a reír sin poder seguir la broma.
- na te estoy jodiendo - todavía entre risas - te hiciste tremendo tajo, obvio que te va a doler
- sos un pelotudo - también riéndose un poco
Los hermanastros siguieron merendando juntos un rato más, charlando y tomando mates.
El hermano menor se despertó de la siesta y bajó nuevamente con su novia, pero esta vez encontrándosela con su hermano mayor.
- hola - tuvo que hablar para que se den cuenta de su presencia
A estas alturas ya se habían ido al sillón, para que Mateo le pueda curar nuevamente la herida, Emi estaba semi acostada, con su pierna puesta encima de las piernas del chico, quien estaba sentado; justo cuando Renato los vió, se estaban riendo porque a la chica le hacía cosquillas mientras la desvendaba.
- holaa - respondieron los dos casi a coro
- que hacen? - acercándose
- la estoy curando porque la cagona no se anima sola - contestó Mateo
- ah - medio disgustado
- te pasó el mal de cabeza? - preguntó su novia
El chico asintió y se fue hacia la cocina.
- ves que esta re bien - dijo Mateo mostrándole la herida
- *suelta una carcajada* gracias a vos, si hubiese estado sola me desmayaba
- *se ríe* de nada, de nada
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BIEN O MAL
FanfictionEl corazón es caprichoso, no sabe lo que esta bien y lo que esta mal, lo que si sabe, es que siempre el amor termina ganando... - Trueno