CAPITULO 21

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- un día nos decimos que nos tenemos que ignorar, al otro me voy, porque sabía que se me iba a hacer imposible - habló Emilia volviendo al sillón - y a menos de una hora de volvernos a ver, ya me estas comiendo la boca devuelta

- yo te comí la boca a vos? - preguntó alzando las cejas

- como te encanta hacerte el pelotudo - sentándose al lado de el

- *suelta una carcajada* vos no te me negaste tampoco

- *alza los hombros* me diste lastima, estas herido - tratando de contenerse la risa

- ah si? - también se contuvo la risa, era obvio que la chica estaba mintiendo - y si nos dejamos de hacer los pelotudos los dos? - acercándose

- y tu hermano?

- problema para después





Mateo volvió a besarla, Emilia se lo siguió sin dudar, ambos sonrieron entre sus labios, no sabían que estaban haciendo, ni entendían mucho lo que les pasaba cada vez que estaban cerca, pero se sentían tan bien que nisiquiera se ponían a cuestionárselo.

Entre besos se volvieron a sacar la prenda de arriba, una vez descubiertos el chico le sacó el corpiño para ir besando su cuello hasta llegar a sus tetas y jugar con ellas, después aprovechó para ir bajando por su abdomen hasta llegar a sacarle el pantalón, el estaba medio encima se ella y cuando volvió a su boca empezó a hacer movimientos para provocar un roce que calentaba aún más a ambos.

Las manos de Emilia paseaban por la espalda de Mateo, una de ellas pasó a estar en su abdomen, para en cuestión de segundos llegar a su pantalón, pasó su mano por el elástico dándole a entender al chico que se lo saque y el lo hizo.




- no tenes forro? - preguntó antes de que el la vuelva a besar

- en la pieza

- jo Mateo me estas jodiendo?

- que queres que haga? que tenga uno siempre en el bolsillo? por si a la novia de mi hermano le pinta un polvo

- no digas así - soltó en una leve carcajada golpeándole el hombro

- anda a buscar - dijo después de también reírse y besarla

- no tengo ganas, anda vos

- estoy herido, no puedo

- bue, podes lo que te conviene - ambos se rieron




Se volvieron a besar y entre los besos les dejó de importar el forro, la cosa estaba cada vez mas caliente y ninguno estaba dispuesto a cortarlo, así que decidieron dejar todo a la suerte.

Mateo agarró su miembro para ir introduciéndolo de a poco dentro de Emilia, esta soltó algunos gemidos de entre dolor y placer, mas lo segundo, pasa que, no por comparar, pero el de Renato era mas chico y nunca había estado con otro que no sea el.

Empezó con movimientos lentos, para no lastimarla, a Emi le encantaba lo que estaba haciendo, hacia dos semanas que no tenía relaciones y las últimas con su novio le habían dejado bastante que desear.




- mas fuerte - soltó en un suspiro la chica




El chico sonrió de lado motivándose con el pedido de Emilia, y empezó a acelerar sus movimientos haciendo que ella lo disfrute aún mas y se lo haga saber con sus gemidos; la respiración de ambos estaba agitada, la chica había abrazado la espalda de Mateo y por la satisfacción dejó un par de rasguños en ella.

Después ella fue un rato arriba, no mucho, sus movimientos hacían que el chico pierda el control y si no la sacaba iba a hacer que el polvo se termine ahí. La puso del revés, con sus rodillas en el sillón y el peso de su cuerpo puesto en sus antebrazos, la agarró del pelo y volvió a chocar sus pieles con movimientos fuertes, cada tanto le pegaba nalgadas, a la chica le gustaba, se notaba. La agarró del cuello para acercar aun mas sus cuerpos, ahora la espalda de ella chocaba con su abdomen y las respiraciones agitadas de Mateo estaban muy cerca del oído de Emilia.

Al terminar ambos se sentaron rendidos en el sillón, la chica había quedado fascinada, Mateo con un polvo le habían regalado mas orgasmos que Renato en toda la relación, y aunque se sentía horrible por comparar, sabía que de ahora en mas se le iba a hacer mas imposible que antes ignorar a su hermanastro.

Por otro lado el chico trataba de normalizar su respiración, pero parecía que la excitación no terminaba nunca, el si había estado con mas de una mujer, pero con todas fue sexo casual, no más que eso, con Emilia había sentido cosas que antes no, y eso lo preocupaba, pero a la vez le encantaba esa sensación que tenía en el cuerpo.





- donde vas? - preguntó al ver a la chica pararse

- a bañarme - respondió señalando su cuerpo




No habían usado preservativo y acabar adentro no era una opción, así que el chico tuvo que acudir a otro lugar.




- *suelta una carcajada* que preferías eso o un bebe?

- *se ríe* no te dije nada - empezando a caminar hacia las escaleras - pero no me voy a poner la remera así




El chico volvió a reírse y ella empezó a subir los escalones, cada paso que daba sentía que se le vencían las piernas, cada vez que hacía fuerza sobre una le temblaba, se rió sola al notar eso y siguió camino a su habitación.

Salió de bañarse envuelta en la toalla y con una en la cabeza para secar su pelo, se sobresaltó al entrar a su pieza y ver a Mateo en la cama.




- ay pelotudo que cagaso que me pegue - poniendo su mano en su pecho

- *se ríe* tan feo soy

- un poco - respondió sarcástica yendo hacia su ropero - te podes ir? me tengo que cambiar

- me estas jodiendo?

- no - soltó en una carcajada




El chico se mordió el labio y se paró de la cama, pero en vez de irse caminó hacia ella, y se paró atrás para abrazarla por la cintura, tenían un espejo enfrente y ambos se sonrieron al verse en el reflejo.




- haces mejor pareja conmigo que con Renato

- podes no nombrarlo porfavor? - dándose vuelta



Mateo sonrió y la besó apretando su culo, ella soltó una carcajada entre sus labios y pasó sus brazos por el cuello del chico, este la alzó sin dejar de besarla, ahora las piernas de ella rodeaban su cintura.




- si me vas a coger devuelta anda a buscar un forro porque no me pienso volver a bañar - dijo la chica entre sus labios mientras el caminaba hacia la cama

- tenes boca - respondió dejándola caer en la cama, ambos se rieron - tomas pastillas?

- si

- y bueno entonces adentro, que tanto - volviéndola a besar

- noo Mateo - soltó en una carcajada, el también se rió

- no te voy a coger igual - alejándose - tengo hambre

- aaaaah me estas salameando para que te cocine - empujándolo suavemente por el hombro

- *suelta una carcajada* dale, yo te hago el postre - dándole un par de besos en el cuello

- vos? postre? - preguntó confundida




El solo la quedó mirando hasta que entienda, ella cuando lo hizo se rió.




- pedí comida, es más fácil - separándose de sus labios - y me coges mientras esperamos - agregó la chica con una leve sonrisa

- *sonríe* esa me gustó - dándole otro beso




El chico se estiró un poco para alcanzar su celu y pedir, ya todos saben lo qué pasó después...

BIEN O MALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora