XVI. Bebé.

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XVI. Bebé.

Narración omnisciente:

Izuku estaba tirado en el piso con la espalda y cabeza apoyadas en la puerta que daba a su habitación, la puerta estaba cerrada con seguro. Hubiera roto la puerta de madera, pero no podía, pues del otro lado se encontraba su rubio hermano llorando, no sabía lo que le pasaba y sinceramente no le importaba mucho, sin embargo, le preocupaba un poco el hecho de que el rubio llorara. Ya no sé podía permitir mucho el hecho de ignorar a sus hermanos y sus emociones.

—Denki-nii... ¿Por qué no me abres la puerta y hablamos? — Intento convencer por décima vez a su hermano que habrá la puerta.

—Si abro la puerta y te digo que pasa ¿Me prometes que no te enojaras? — Oficialmente Izuku estaba realmente preocupado.

—Depende de lo que hayas hecho, si electrocutaste a una persona no importa. — Realmente esperaba que se tratara de eso.

—Mira tu celular. — Izuku bufo para luego mirar su celular encontrándose con un mensaje de parte del rubio, al abrir el mensaje por poco y gritaba. —¿Te enojaste? —

—Ahora si lo voy a matar...— Murmuró el peliverde antes de pararse y caminar con pasos grandes hacia la salida de la sala donde estaba su hermano pelivioleta. —Iré a la guarida. —

—¿Qué pasó? — Le preguntó aún echado en el sofá mirando su celular.

—Kacchan le hizo el favor a Denki-nii. —

No supo en qué momento su hermano se levantó y lo tiró de su brazo, llevándolo corriendo a tomar un taxi que los llevó hasta la guarida. Fueron los gritos de Mineta o extrañamente el hecho de que Yuga esté en el asiento al lado del conductor apuntando a este con una pistola gritando que se apurara. En cuanto los tres llegaron, Yuga noqueó al conductor y lo metió a la guarida. Izuku intentó respirar y se quedó caminando dando vueltas de un lado al otro mientras tomaba tequila de la botella, y Mineta se quedó sentado al lado de Himiko y Ochako que andaban de visita.

—Intenta no matarlo, no quiero que me eche la culpa de la muerte de su bomba con patas. — Dijo el pelivioleta mientras hacía que Toga se sentara en sus piernas y sin importarle le tocaba una de las tetas a Uraraka.

—No... de él se encargará otra persona. — Habló sin darse cuenta de que Mineta había empezado una escena muy sexual con la pareja de mujeres, estando este acostado en el sillón, Uraraka sobre su cara y Toga saltando su erecto pene.

Deku volteo los ojos y salió camino a la habitación de su pareja, era obvio que no podía hacer mucho, ya lo hecho, hecho estaba, lo único que podía hacer era celebrar, tener un sobrino y tal vez un próximo heredero. Mientras avanzaba por el pasillo, escuchó gemidos por todas partes, incluso llegó a encontrarse a una pareja de gatos teniendo sexo. Sonrió, estaba feliz, a su padre le encantaba la fertilidad de las personas, la reproducción era algo que admiraba y consideraba un regalo de los dioses.

En cuanto llegó a la habitación, Izuku se acostó en la cama y gritó en la almohada con frustración. Aizawa miraba algo extrañado la situación. No sabía qué hacer y tampoco es como que entendía del todo. Solo atino a echarse a su lado y abrazarlo de la cintura. Este empezó a llorar y a gritar aún más. Las gruesas lágrimas saladas desbordaba aún de los ojos del más pequeño, por otro lado, el azabache se contenía de hablar o hacer algo que empezara su situación.

—No sé por qué lloro. — Se quejó entre lágrimas. —Debería estar feliz, yo quiero que él esté feliz. — Soltó otro alarido. —¡Pero se me hace injusto! —

Se le hacía demasiado injusto realmente. Denki era la persona más loca del mundo, no sabía cuidar a niños, no sabía cambiar pañales, simplemente no servía como doncel. Él, por otro lado, siempre estuvo cuidando a Eri desde que la conoció, siempre adoro cuidar a los niños hijos de amigos de su mamá e incluso vecinos menores, sabía hacer de comer, sabía ser un buen esposo. ¡Él era quien debería estar embarazado! ¡Él merecía un bebe! ¡Denki no!

Se detestaba con todo su ser. Por no alegrarse, pero no lo consideraba justo, en especial porque ese par no era la mejor opción para los padres. ¿Acoso su visa era un cruel chiste del universo? Esa tarde no dejo de llorar en los brazos de Aizawa siendo consolado por él. No paro de llorar hasta quedarse dormido con las mejillas húmedas teniendo un hermoso recuerdo de cuando estaba en cinta.

Él estaba en el sillón, Eri sonreía mientras dibujaba una carita feliz en el abultado estómago del peliverde, Dabi llegaba con flores y el cabello blanco. Le entregó las flores y sacó un pequeño cuaderno donde tenía un montón de nombres. Uno por uno fue recitando en voz alta y por cada nombre que decía Izuku negaba haciendo muecas y Eri reía por estos siguiendo dibujando en la barriga del segundo más joven.

El dulce recuerdo se borró cuando decidió salir de su habitación tras la muerte de su bebe. El de cicatrices de quemadura acercó al doncel a sus brazos, este con lágrimas en sus ojos verdes esmeraldas aceptó el "abrazo", dejando su cabeza en el pecho del más grande. Izuku se sentía horrible, había perdido a su bebe, había perdido la oportunidad de ser padre, de que un niño crezca y él pueda enseñarle todo, sobre todo.

—¿Recuerdas cómo se iban a llamar? — El azabache intentó traer buenos recuerdos, buenos momentos, aunque solamente fueron pocos y no habían sido hace mucho.

—Hasunohana si hubiera sido mujer, Kuren si hubiera sido hombre, pero tú querías ponerle Natsuo o Fuyumi. —

—Claro, son los nombres de mis hermanos...—

—Fuyumi, la más tierna princesa que conocerás, Natsuo, un guerrero que se guarda sus comentarios y Sho...— Izuku no terminó de hablar, pues sabía perfectamente la poca simpatía que el azabache le tenía al menor de sus hermanos.

—Shoto, el príncipe de dos sabores, con una piel tan blanca como la nieve, el menor de nuestra familia...—

La imagen de los tres hermanos menores de Dabi vinieron a su mente, la de Kota igual, el recuerdo se volvió pesadilla, y la pesadilla en sueño, diablos de verdad, soñaba en la venganza contra Dabi. Como deseaba cobrar el que había tomado a Kota, mierda ahora estaba de buen humor.

Fuyumi la princesa, Natsuo el guerrero y Shoto... él no es un príncipe, es un simple peón. Jugaría con ellos y acabaría con lo único que Dabi se permite amar de su pasado. Sería su venganza, siempre se vengaba.

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Palabras: 1123.

Editado: 01/01/2024.

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Ya no es un ángel  - Dekubowl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora