XXIX. Ayúdame.
Narración omnisciente:
El televisor se prendió. La luz deslumbró, sus ojos le ardieron un poco, más no pudo parpadear al ver la imagen que se mostraba. Un noticiero, la franja amarillista decía "Alumno de UA encontrado decapitado." Abrió los ojos escuchando la voz de la reportera, sintiendo un remolino en el estómago cuando relevaron parte de la escena del crimen.
—El día de hoy se descubrió el cuerpo decapitado de un estudiante de la UA como saben desde hace ya semanas, casi meses, la UA ha estado teniendo ciertos problemas con sus estudiantes y maestro desaparecidos. — Hablo la presentadora.
—¿Qué? —
—Varios ciudadanos piden la clausura de la escuela junto a la pronta recuperación de los alumnos y maestro que fueron secuestrados hace ya tiempo, el gobierno no ha dicho nada aún, pero esperamos, nos hagan caso a nosotros, los ciudadanos. — El televisor se apagó solo para volver a encenderse, aleteo y se acercó al aparato.
—¿De quién es el cuerpo decapitado? —
—No lo mencionaron, quizás sea mejor así. — Hablo la mujer cruzando sus dedos.
—Puede ser mi conejito. — Murmuro asustado el rubio tratando de zafarse de sus ataduras, pero pronto recibió una descarga eléctrica por un collarín que tenía, calló al piso tal y como si hubieran disparado a un pájaro.
—Por favor, está más que claro que la persona que mató al estudiante fue Izuku. —
—No lo creo, aún tengo esperanza. — Susurro temblando en el piso acolchado.
Volviendo con el protagonista del libro, Izuku estaba sentado esperando en la mesa de un restaurante no muy concurrido por su pésima comida, se le había olvidado que tenía a tres personas que lo podrían ayudar, tres increíbles seres, tres increíbles seres que le debían más de un favor por salvarles de la prisión en más de una ocasión.
—¡Izuchan! — Escucho un grito volteo su cabeza buscando la persona que gritó aquel "apodo". —Por aquí. — Y ahí estaban Fumiki y Kyuuya Kim, un par de gemelos amigos de Izuku, pero faltaba alguien.
—¿Me extrañaste cariño? — Y la persona apareció detrás de él, tomándolo por los hombros.
—Shindo como no extrañarte. — Alzó levemente su cabeza encontrándose con la cara de un bello varón azabache, tenía que admitirlo, los pelinegros eran su debilidad.
—Mira qué lindo te ves de esta forma, me trae ciertos recuerdos. — Hizo una cara un poco pervertida, seguida de un beso de parte del doncel en su frente.
—No hagan esto frente a nosotros, ¿Quieren? — Hablo algo asqueado Fumiki, los dos rieron, la cara de Fumiki era divertida, Shindo se acercó un poco a la cara dada vuelta de Izuku y le dejó un pequeño beso en el mentón de este.
—Bien, ¿Para qué somos buenos? — Preguntó Kyuuya sentándose al frente de Izuku, Fumiki al lado de este y por último Shindo al otro lado del doncel tomándolo de la mano.
—Para ir a prisión en solo cuestión de segundos, y además, nadie me ayudará, así que los llamé porque me deben más de una y hoy los liberaré de uno de esos favores. —
—¿Sucedió algo querido? — Shindo se acercó más y beso su mejilla.
—Mi padre no me ayuda con mi plan y estoy seguro de que mis hermanos tampoco lo harán. — Izuku tomó un poco del café que ordenó haciendo una mueca por lo pésimo que era.
—Entonces... ¿Quieres que te ayudemos nosotros? —
—Ay querido Fumiki claro que sí, sus quirks son poderosos, sacudir cualquier cosa que tocas, atraer todo lo que quieras tanto como alejarlos. — Vio a sus acompañantes gemelos. —Solo les pido a ustedes dos que me ayuden. —
—¿No me pedirás ayuda? — Pregunto el azabache.
—No tienes más opción que ayudarme. —Le sonrió al varón guiñándole uno de sus ojos.
—Te ayudaremos. — Hablo Kyuuya. —Pero no se besen frente a nosotros qué asco. — Hizo una mueca extraña causando la risa de los otros tres.
Todo estaba saliendo perfecto ¿No?
—Claro que sí...— Susurro Izuku mirando hacia la nada y sonriendo.
—Ya está diciendo cosas sin sentido. — Murmuro Fumiki al oído de su hermano.
—Querido, ¿Cómo quieres que te ayudemos? — El varón se acercó más al doncel.
—Eso te lo diré después. — Pellizcó levemente sus mejillas para luego pararse y ofrecerle una mano. —Vamos, no te llame solamente por el favor. —
—Mi hermosa pareja destina, yo iría hasta el mismísimo infierno con tal de estar cerca de ti. — Besó la mano del doncel. —Nos vemos niños. —
—Adiós. — Se despidieron al mismo tiempo moviendo sus manos los gemelos.
—Espera...— Murmuro Fumiki. —¡Desgraciados nos dejaron con la cuenta! — Grito asustando al poco comensal.
—¡Malditos, ojalá se les rompa el condón! — Exclamo el otro gemelo.
Izuku volvió a planear. Su padre tenía razón, el gobierno en cualquier momento prohibiría los héroes, pero si tenía razón con respecto a los infiltrados tendría problemas. Ahí es donde entraban los gemelos, ellos eran poco conocidos por el ojo público, por no decir que prácticamente eran fantasmas. Los pondría a ambos detrás de todos los grupos de odio, la dirección de estos será vinculada con los hermanos y en caso de que estos sean llevados a testificar dirían que formaron los grupos por simple preocupación por el futuro de los jóvenes como ellos, algo creíble al no tener ningún antecedente. Toda información o vínculo hacia la liga tendría que ser cortado antes de que empezara a involucrarlos, claro, de aquello se encargaría luego.
Shindo, por otra parte, era un varón, uno de los protectores, su pareja destinada. Sabía que él ya estaba en un constante peligro por su culpa, había resultado bien el alejarlo de su familia lo más que pudo, pero ahora no había peros, debía de estar en su casa. Ahora o podía hacer mucho debido a las limitaciones que le daba su padre, nada más que guiarlo en secreto a lo que él quería. Su padre de alguna forma siempre había sido fácil de manipular.
Por otro lado, en un plano más real. Su mente viaja por los planes que hacía para proteger a su descendencia y parejas, y su vista se había quedado estancada en la persona que lo penetraba sin piedad alguna. Le gustaba eso, más no podía decir que sentía placer, no podía sentir mucho en ese instante, no con las cosas derrumbándose. De pronto las estocadas se detuvieron y él despertó.
—¿Sucede algo? — Decidió preguntar. —¿Por qué no te mueves? —
—Yo te debo de preguntar qué te sucede, solo te quedas mirándome mientras me muevo. —
—Shindo... Quiero que nos casemos ¿Qué dices aceptas? —
—¿Qué? — Se quedó estático.
¿Qué? Una hermosa pregunta y palabra, todo el mundo la ha dicho ¿No? Y lo bueno de "¿Qué?" Es que no es ni sí ni no es la respuesta para cuando no tienes nada que decir.
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Palabras: 1152.
N/A: Ya aparecieron los gemelos Kim, personajes importantes para después, y un después no es cerca o lejos, es un después.
2/3
Editado: 01/01/2024.
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Ya no es un ángel - Dekubowl.
FanfictionUn ángel es un ser sobrenatural presente en varias religiones y mitologías, puede que incluso cultos. Su función principal consiste en servir a una deidad suprema, la mayoría de veces estas ni siquiera existen, aunque las especificaciones varían seg...