XXX. El precio final.

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XXX. El precio final.

Narración omnisciente:

Siempre vio la virginidad como un billete de cien dólares. Si lo guardabas no sirve para nada, si lo usas lo perdiste para siempre. Pero... ¿Qué pasa cuando lo utilizas y no te acuerdas? ¿Qué pasa cuando te quitaron algo por lo que más te apreciaban?

La vida de Izuku siempre se basó en tener buenas notas y en cumplir su sueño de convertirse en un héroe. Era lo único a lo que podía aspirar, no quería lo que muchos donceles querían. Nunca quiso hijos o un esposo que lo protegiera del mundo, no, él quería proteger a las personas que amaba. Siempre protege a su madre, era a quien más amaba en el mundo, no le importaba que le pasara a él siempre y cuando su madre este bien.

Lamentablemente, cuando a penas era un niño, no pudo protegerla mucho. Ella se había vuelto pareja de un hombre, era delgado, rubio, de ojos azules, algo tétricos. Parecía un vil debilucho, sin embargo, era la peor persona que pudo haber conocido en el mundo. Golpeaba a su madre, no se bañaba mucho y olía a alcohol. Ese varón era simplemente asqueroso. Y él, siendo un niño, intento proteger a su madre, terminando en una situación horrible. "Te pareces mucho a tu madre." Nunca había odiado más esa frase que en ese momento. No importo cuanto grito o golpeo al rubio, este no se alejó e hizo lo que quiso con su cuerpo, de tal forma que casi termino sin vida. Y aunque hubiera sido de la peor forma, Inko logro recapacitar terminando con la poca vitalidad del varón.

Porque Inko Midoriya, podría ser a veces temeraria, porque Inko Midoriya puede cometer errores, pero no permitiría que su hijo sufriera otra vez por estos. Desde esa vez se mudaron. Llegando a una nueva casa con una nueva vida. Izuku fue feliz en ese lugar, olvidando por completo aquella situación con el rubio, llegando a tal punto de bloquear ese cruel recuerdo e Inko no pudo estar más que agradecida con ese.

Ahora, con una nueva vida, Izuku quiso enorgullecer a su madre con buenas notas. Aunque ahora que tenía tiempo para pensarlo nunca tuvo buenas notas realmente, pero si algo sabía es que él era lindo, si quizás estaba mal aprovechar eso en su favor, pero eran males necesarios. Tal vez en el preescolar o en la primaria consiguió unas notas que eran respetables, en secundaria no fue así. Sabía que para ir a la UA necesitaba buenas notas, las mejores.

Y fue entonces que empezó con su juego, ninguno de ellos se negó, es más, él era el que se negaba, pero una vez adentro ya no puedes salir. Sus profesores eran unos jodidos depravados sexuales, lo cogieron sin pudor alguno, ninguno de ellos decía nada cuando lo golpeaban, pero durante el sexo ellos prometían que lo iban a cuidar ¡Ja! Que falso.

En cuanto fue "Rescatado" por su padre, él se vengó de ellos, mató a todos sus antiguos profesores en una semana, un evento llamado como "La semana roja" por lo menos diez murieron. Y no pudo estar más que feliz. Tiempo después, en una fiesta con sus dos amigos, Fumiki y Kyuuya los cuales ya sabían que estaba vivo y sano, conoció a su amor destinado, Yo Shindo un excelente, guapo y algo inteligente.

Era perfecto, pero no quería atarlo a una vida donde se tenía que esconder siempre, así que cuando llegó el momento solo lo presentó como un amigo más. Su relación se basaba en el ámbito sexual, cabe mencionar que esta era clandestina, nadie aparte de Fumiki y Kyuuya sabía de la verdad y sinceramente para Izuku era lo mejor. No quería meter a ninguno de los tres en problemas.

Después de eso quedó en estado, y aunque dijo que era de su hermano, lo más probable es que fuera de Shindo no importaba viéndolo de cierto ángulo, le convenía más estar con el de cicatrices. Lamentablemente, él y el supuesto padre de su hijo habían decidido salir a pasear a un parque donde después de unos minutos se haría presencia un villano y luego héroes que intentaron detenerlo, cosa que pasó.

Ya no es un ángel  - Dekubowl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora