XXI. Yukina Ooshima.
Narración omnisciente:
Poco recordaba de su niñez, su padre la entrenó tal como si entrenara a un soldado para la guerra, no le bastó solo con eso y le enseño modales. "Una asesina con modales" escuchaba siempre que daba un paso por la mansión donde se crio. Pronto conoció a un hombre al que no reconocería si se lo pusieran en frente hoy en día. Quedó enamorada y luego embarazada, pero él se fue, no deseo quedarse cerca para criar al bebe y se marchó. Su padre siempre la apoyó, incluso cuando decidió quedarse con la niña a la que dio a luz y cuando empezó a entrenarla de la misma forma en la que su padre lo hizo.
Pasaron unos cuantos años, cuando decidió marcharse de aquella mansión con su hija, amablemente y con una sonrisa se despidió de su familia. No llegó a trabajar, no tenía que hacerlo, su padre le había dado una gran fortuna para el cuidado de ambas. Una noche conoció a la persona que amaría con todo su corazón, probablemente no de forma romántica, pero sí lo hacía, lo amaba. Ambos se casaron y empezaron a adoptar a más niños, él parecía un loco buscando a su hijo y a la madre de este. Cuando lo encontraron, este pasaba por un mal momento, decidió cuidarlo y quererlo como si fuera suyo y realmente esperaba que este sintiera lo mismo.
Esa noche vería a su familia aceptando la unión entre su hijo y su pareja. No era la mejor madre, pero lo intentaba tratando de ser comprensible con todos ellos. Por eso entendía cómo se sentía Shigaraki al ver como Izuku tenía hijos con cualquiera menos él. Lo comprendía, él lo amaba, pero no era un amor recíproco o al menos eso es lo que creía.
Entró a la habitación de su hijo mayor, encontrándolo sentado frente al espejo, mirándose su reflejo, se acercó por detrás con un cepillo del cabello para empezar a peinar este y hacerle una coleta alta. Hizo que se diera la vuelta y con un poco de maquillaje logró camuflar las ojeras de su hijo. Este estaba ya vestido con su traje a medida, su camisa era roja, con corbata negra, al igual que el resto del traje. En uno de sus bolsillos se encontraba un broche en forma de mano hecha de oro.
—¿Sucede algo querido? — Le preguntó su madre notando la mirada perdida de este.
—Me preocupa Izuku, no sé si Aizawa sea una buena opción para que él se case, es un héroe profesional. — Suspiro antes de voltear los ojos. —Y no quiero hablar de Yaoyorozu y Todoroki. —
—Sé que ninguno te cae bien, pero tendrás que soportarlo, Izuku va a quedarse con alguno de ellos y no vas a hacer nada para evitarlo, es una orden. — El peliceleste bajó un poco la cabeza. —Sé que lo quieres y no solo como un hermano, pero debes conocer tu lugar en su corazón. —
La pelivioleta abrazo a su hijo y este empezó a botar leves lágrimas, era cierto, Izuku realmente nunca había mostrado algún tipo de señal de querer una relación totalmente seria con él. Sí, dejaría de intentarlo, dejaría de estar cerca de él. Río sarcásticamente, volteando a mirarse en el espejo.
—Mamá, ¿Si no es él, entonces quién? — La pelivioleta beso la mejilla de su hijo.
—Algún día lo sabrás querido. —
Mientras tanto, Cellophane mira la sonrisa del peliverde frente a él, después de mucho tiempo habían llegado al departamento del doncel, pero se habían quedado en la entrada mirándose entre sí, esperando que alguno se atreva a dar el primer paso. Aunque el ojiverde solo quería meterse en su casa a comer algo y alistarse para ir a la cena con su familia.
—Creo que ya es hora de despedirnos, adiós Cellophane. — Se despidió el doncel dejando un pequeño beso en la mejilla del varón, se iba a adentrar a su vivienda, pero sintió como él lo atrajo a su cuerpo con uno de sus brazos.
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Ya no es un ángel - Dekubowl.
FanfictionUn ángel es un ser sobrenatural presente en varias religiones y mitologías, puede que incluso cultos. Su función principal consiste en servir a una deidad suprema, la mayoría de veces estas ni siquiera existen, aunque las especificaciones varían seg...