Ya no es un ángel - Dekubowl.

VIII. Primer día de clases.

VII. Primer día de clases.

Narración omnisciente:

Ya pasaban de la media noche. Bakugo estaba sentado en el sillón de la casa de Izuku, Yuga estaba dormido en su habitación al igual que Mineta. Ambos miraban su onceava película, o al menos solo Katsuki, puesto que Denki solo lo miraba a los ojos sin desviarse por ningún minuto.

—¿Sucede algo? —Su mirada le ponía un poco nervioso, este sonrió y se acercó al rubio para luego sentarse en sus piernas.

—Yo debería preguntar eso ¿Por qué te quedaste?, creí que Mitsuki-san no te dejaba estar fuera por mucho tiempo. —

—No te preocupes por eso, ¿Sí? — Katsuki le sonrió intentando que Denki no se preocupara mucho. —Ya le dije que llegaría un poco más tarde. —

—¿Me quieres? — Esa pregunta le dejó algo atontado. —Es solo que... Cuando me pregunten si tengo pareja, ¿qué debo decir?, estoy contigo, con nadie o es algo complicado. — Tras eso Katsuki hizo una mueca, no quería pensar en una posibilidad donde Denki dijera que no estaba con él, no le gustaba ni una posibilidad similar.

—Cuando alguien se atreva a preguntar aquello, apareceré y lo mataré en ese mismo momento. — Dejó un pequeño besito en la mejilla. —Te quiero y mucho, así que diles, no, gritarles a todos que estás conmigo. —

Denki no era tonto, sabía perfectamente cuando alguien mentía, su padre adoptivo le había enseñado a leer a las personas tal como si leyera un libro de cuentos, así de fácil. Y sabiendo eso, noto que él no lo hacía, que no mentía, era sincero y aun así hubiera preferido que le engañara. Después de todo era más sencillo estar triste por una mentira que no duraría mucho, a sufrir por una verdad que lo destruiría sin importar cuánto durará.

—Entonces lamento que no pueda salvarte de conocer a mi familia...— Y sin más lo beso casi desesperado de que aquello fuera un sueño, él lo quería.

Las cosas fueron subiendo de control al punto en el que Denki se subió a las piernas de Katsuki. Sus besos se movieron al cuello del cenizo, el cual, tomando las caderas del de rayo negro, restregó su entrepierna en su trasero. Todo iba a mejorar para los dos cuando la puerta principal fue abierta y cerrada con brusquedad por un arbusto parlante que no dejaba de insultar a todo el mundo mientras caminaba.

—¿¡Y tú qué mierda haces aquí!? — Gritó el peliverde a la pareja de su hermano. —¡Si te atreves a hacerle algo a Denki-nii yo mismo acabaré con tu maldita existencia maldita bomba parlante! — Luego señaló a su hermano. —¡A ti más te vale cuidarte y no tener ninguna mini Barbie que lanza bombas eléctricas! — Y sin más salió corriendo a su habitación gritando aún más de lo normal y siguiendo con los insultos hacia todos.

—En verdad lo lamento. — Murmuró Denki en cuanto escuchó un portazo. —No actúa así muy seguido. —

—No lo hacía antes tampoco, supongo que tuvo una mala cita. — Ambos rieron por una mala broma que no tenía la intención de serlo. —De todas formas creo que sería mejor que me fuera, no quiero enojar a mi "cuñado". — Hizo comillas con los dedos haciendo reír nuevamente a su pareja. —Te veré el lunes Pikachu. —

Dejó un casto beso en sus labios y se retiró de la casa dejando a un confundido Denki el cual se retiró a la habitación de su hermano Yuga. Tomó una de sus pijamas y se la puso encantado con el aroma de este. Esperaba que cuando se despertara no lo echara de la habitación, porque realmente no tenía ganas de aguantar a su hermano y sus rabietas. Esperaba dormirse y despertarse al lado de Katsuki, porque él lo quería, dentro de su vida nadie lo había querido, sus padres biológicos lo dopaban, los niños del orfanato eran eso, niños y su familia adoptiva le tenía miedo.