Re-Programado

Responsabilidad Rotada

Pasar de Blue a Yellow no fue fácil, Blue era paciente, comprensiva y siempre escuchaba a Steven, Yellow por su parte era estricta, firme y en ocasiones abierta a escuchar. Eran gemas completamente diferentes.

Yellow se encargó de que el mensaje le quedará claro a Steven.

Lo primero que se hizo ante la colonia fue dar el mensaje de que a partir de ahora Blue estaría fuera de servicio, las gemas de su corte se dividirán entre las cortes de Yellow, White y Steven.

La Colonia se mantuvo a las sombras, gemas de bajo rango jamás deberían saber la razón de la ausencia de Blue, si lo sabían era cuestión de tiempo para que existiera otra rebelión, está vez dentro del Planeta Madre.

Lo primero que hizo Yellow a pedido de White para mantener el orden fue establecer limitaciones en portales, Steven solo tenía acceso a lugares que Yellow y White autorizarán, las naves también estaban vigiladas y Steven debía mostrar un informe firmado por la luz pura de White, además de haber sido verificado por Yellow, y siempre tenía que ser vigilado por una gema de la corte de White.

Con la vigilancia extra reforzada y el límite de White roto, el estrés de Steven solo se agravó y con ello su autoexigencia y autodestrucción. Pero Yellow no quería ver eso como un problema.

— No creas que seré tan blanda como Blue — dijo Yellow de forma autoritaria frente a un niño que la recibía en su sala de manera dócil.

— No espero que lo seas… Sé qué ha pasado poco pero me sorprende que… ¿Qué vas a hacer conmigo? — preguntó el niño sin el valor de voltear a ver a Yellow directamente a la cara.

Yellow considero, Steven tenía razón sólo habían pasado pocos días desde lo de Blue, ella tenía un itinerario, Steven había sido delegado de su puesto de líder de su corte pasando a ser supervisor y la pasaba gran parte encerrado, ella no podía dejar sus responsabilidades para prestarle atención, ella no era Blue.

— No puedo supervisar tu actuar siempre… pero puedo controlar a dónde vas y con quién vas — dijo simplemente.

— No me van a quitar a Cream ¿Verdad? — preguntó Steven con pequeños aires de pánico que trató de ocultar para no mostrarse débil ante el Diamante.

Yellow había notado este comportamiento de parte del niño, no le dió importancia, así era como los diamantes hacían resaltar su brillo, permaneciendo estoicos ante la presión y los sentimientos, al menos así lo hacía ella, Steven aún tenía mucho que probar. Pero ella le daría esto, era más valiente de lo que dejaba ver.

— Por mi no hay problema, al final de cuentas ella no hizo nada indebido — dijo para susurrar casi al final con un siseo — A comparación de las dos últimas —.

— ¿Había otra Perla antes de Perla rebelde? — dijo el niño ahora volteándola a ver con asombro y miedo.

— Creeme, no quieres saber — descartó Yellow, prefería evitar explicaciones complejas, además nadie debería preocuparse por los descoloridos.

Yellow notó que Steven se hacía más pequeño en su posición, evitando nuevamente la mirada de Yellow y temeroso de preguntar.

— Si tienes algo que decir no pierdas el tiempo y dímelo — ordenó.

— ¿Voy a volver a estar encerrado en el palacio? ¿O me van a volver a encerrar en la torre oscura? — Dijo casi en un susurro tembloroso el pequeño Diamante.

— Eso lo decidirá White, por ahora te corresponde seguir realizando tus labores como Diamante ¿Entendido? —.

— Sí, Yellow — Steven realizó el saludo de diamantes para después salir de la sala de Yellow la cual ciertamente no sabía qué más hacer, tenía mucho en que pensar y poco tiempo para procesar.

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Pasaron 15 días, días donde Steven no hizo más que trabajar sin descanso, literalmente durmiendo solo 3 horas, que sus ojeras eran más que evidentes, días donde nadie le dió rienda suelta ni tiempo para el mismo, días donde Yellow no sabía qué hacer para motivar al niño o devolverle su brillo, Blue era buena con eso, ella no. 

Pasaron 15 días, dónde White no tuvo piedad, tarea que surgió, tarea que Steven recibió, fue hasta después de un colapso severo que Yellow finalmente decidió actuar y abogar por el niño.

— Debido a tu último inconveniente, he decidido reportar a White que estarás fuera de servicio por un tiempo, al menos hasta que recuperes tu salud… — dijo Yellow mientras revisaba una tablet amarilla que tenía coordenadas desconocidas para cualquier gema de clase baja.

— ¿Qué? No, Yellow, juro que puedo ser útil, por favor, dame otra oportunidad… trataré de ser mejor — suplicó el niño desesperado por probar que servía, pero apenas siendo capaz de mantenerse en pie.

La mirada de Yellow se despegó de la tablet para posarse en el niño suplicante, por un momento su estoicismo se derrumbó dando paso a un toque de vulnerabilidad y su mirada fría y firme se suavizó un poco, le dolía, pero no lo quería admitir, un Diamante no puede pensar en esas debilidades.

Volviendo a su actitud habitual, Yellow volvió a la tablet y trazó nuevos datos.

— Lo que más necesitas en este momento es una buena siesta, y dejar las tareas a los Diamantes más capacitados, ciertamente ser mitad orgánico te limita así que decidimos reducir tus actividades… — 

— ¿Me quedaré todo el tiempo encerrado en el castillo? —.

— Por el momento, hasta que recuperes tus fuerzas con buenas dosis de sueño, las estrellas saben que las necesitas, y después te asignaremos un lugar diferente para estar confinado hasta que puedas regresar a sus habituales tareas — dijo ella terminando con la tablet y volviendo su atención al niño que la miraba callado — Listo, las coordenadas ya están puestas, el portal sólo te llevará ahí y de regreso, aunque quieras desviarte no podrás… —.

Steven la miró por un tiempo, esa expresión tan incrédula, tan infantil e inocente, después simplemente se arrodilló.

— Gracias, Yellow… Sé que soy molesto, pero trataré de no entrometerme, haré lo que me pidas —.

Después de eso el niño se fue dejando a Yellow un poco sorprendida y aturdida, recordando a Blue abogando por el niño, y extrañando nuevamente a su compañera Diamante pero también arrepintiéndose de no haber convivido más con ambos, Steven y Blue, talvez las cosas serían diferentes, pero decidió enterrar ese pensamiento, después de todo White nunca se equivoca.