The One

CAPÍTULO 17

El caos se desataba a su alrededor como un torbellino. Izumi, Suzuki, Ochaco, Tsuyu, Jirou, Mina, Momo y la chica invisible se lanzaban a la batalla, luchando con ferocidad contra los secuaces de Shigaraki que intentaban acorralar a Aizawa. Cada uno de ellas aportaba su fuerza única, moviéndose en perfecta sincronía a pesar del caos que las rodeaba. Los gritos de batalla y el estruendo de los golpes resonaban mientras se enfrentaban a la creciente marea de villanos, utilizando sus quirks con maestría.

Lida, en un rincón, observaba con atención, buscando una oportunidad para correr por ayuda. Su mente funcionaba a mil por hora mientras Kirishima y Tokoyami le abrían paso, golpeando a los enemigos que se interponían en su camino. Mineta, con su habitual actitud de cobardía, se había escondido junto a Denki, ambos sintiéndose fuera de lugar en medio de la intensa pelea. Sabían que no podían hacer mucho en combate, y su única opción era mantenerse a salvo.

En el centro del campo de batalla, Tn se encontraba en una lucha brutal contra Shigaraki y el Nomu al mismo tiempo. Su cuerpo estaba cubierto de moretones y heridas, y los brazos mostraban marcas griegas-evidencia de las veces que Shigaraki había logrado rozar su piel con sus manos. Cada rasguño era un recordatorio de la amenaza que representaba su enemigo, y a pesar de la kriptonita que lo debilitaba, Tn se negaba a ceder.

Los golpes volaban en ambas direcciones. Tn lanzaba puñetazos y patadas con una fuerza impresionante, pero también recibía impactos contundentes que lo hacían tambalearse. Shigaraki, astuto y calculador, atacaba solo cuando podía, consciente de que Tn seguía siendo increíblemente fuerte a pesar de su debilidad. La sonrisa burlona de Shigaraki se había desvanecido, reemplazada por una concentración feroz mientras intentaba encontrar el momento perfecto para desatar su poder destructivo.

Tn, sintiendo la presión de la batalla, utilizaba su visión calorífica en momentos críticos, lanzando ráfagas de energía que mantenían a raya al Nomu y a Shigaraki. Cada vez que lo hacía, el aire a su alrededor se calentaba, creando una onda de choque que empujaba a sus oponentes hacia atrás. Pero no podía permitirse relajarse; sabía que, aunque la visión calorífica era poderosa, su efecto no duraría para siempre.

Mientras intercambiaba golpes con el Nomu, Tn sintió cómo la frustración comenzaba a acumularse en su interior. Si no fuera por la kriptonita que lo debilitaba, su regeneración le habría permitido ignorar los daños y repeler a sus enemigos con una facilidad asombrosa. Pero ahora, cada rasguño y cada golpe resonaban en su cuerpo como recordatorios de su vulnerabilidad.

El Nomu volvió a cargar, lanzando un golpe devastador que Tn apenas logró esquivar, sintiendo el aire moverse a su alrededor. En respuesta, Tn giró sobre sí mismo y lanzó un puñetazo directo a la cara del monstruo, sintiendo la vibración de su propio poder al impactar. Sin embargo, el Nomu apenas se inmutó, su resistencia era asombrosa.

Shigaraki, viendo la oportunidad, se lanzó hacia Tn, intentando tocarlo de nuevo para activar su quirk. Pero Tn, anticipando el movimiento, realizó un rápido salto hacia atrás, esquivando el ataque y dejando que Shigaraki se estrellara contra el suelo. Con la adrenalina corriendo por sus venas, Tn se preparó para contraatacar, decidido a no dejar que sus enemigos lo dominaran.

En un lugar aparte, un hombre de aspecto serio y meticuloso se sentaba frente a All Might, su rostro iluminado solo por la tenue luz de la habitación. La conversación era tensa, cargada de información crucial.

-All Might -comenzó el hombre, ajustándose las gafas-, he estado estudiando la peculiaridad de Tn. Sus capacidades son realmente fascinantes y preocupantes al mismo tiempo.

All Might escuchaba con atención, su expresión grave. Sabía que Tn no era un héroe ordinario, pero lo que estaba a punto de escuchar lo impactaría aún más.