The One

CAPITULO 5

La mañana del primer día en U.A. llegó, y Izumi se encontraba en un torbellino de emociones. Nerviosa, ajustó su uniforme mientras su madre, Inko, le daba un último vistazo, su rostro lleno de orgullo y apoyo. -Recuerda, cariño, solo sé tú misma. Estoy segura de que lo harás genial, -le dijo Inko con una voz suave, pero Izumi no podía evitar sentirse avergonzada.

Mientras caminaban hacia la escuela, Izumi notó cómo otros estudiantes llegaban solos, con confianza y determinación. Ella, en cambio, sentía que su madre la seguía como una sombra. -Mamá, ¿puedes... no sé, esperar un poco más allá?, -murmuró, sintiendo el calor de la vergüenza subir a su rostro.

Inko sonrió, sin mostrar señales de querer dejarla sola. -Solo quiero asegurarme de que estés bien, Izumi -respondió, intentando ser alentadora. Izumi suspiró, sintiéndose un poco atrapada entre el deseo de ser independiente y el apoyo incondicional de su madre.

De repente, el sonido ensordecedor de un motor rugiente interrumpió sus pensamientos. Una moto deportiva Kawasaki H2R apareció en la escena, atrayendo la atención de todos los nuevos estudiantes que se congregaban en la entrada de U.A. Izumi se giró, cautivada por la impresionante máquina que se detuvo con un giro elegante. Los murmullos de admiración llenaron el aire, y los periodistas comenzaron a prepararse para capturar el momento.

El piloto se quitó el casco, revelando a Tn, cuyo cabello desordenado y mirada segura inmediatamente llamaron la atención de todos. Con una sonrisa encantadora y un aire de despreocupación, Tn se acercó a Izumi y su madre. Su confianza era innegable, y había algo magnético en su presencia que hacía que todos los ojos se centraran en él.

-Izumi, ¡qué sorpresa verte aquí! -dijo Tn, su voz suave y burlona.- Espero que estés lista para mostrarles lo que tienes. Y tú, señorita, tienes una hija increíble. ¡La suerte está de su lado! -Se volvió hacia Inko, dejando a ambas mujeres atónitas por su halago inesperado.

Izumi sintió cómo su corazón se aceleraba, mezclando la vergüenza con una chispa de emoción. -Eh, gracias, -logró responder, sintiéndose un poco descolocada. Tn sonrió, su carisma brillando mientras intercambiaban miradas.

Inko, visiblemente encantada, respondió con una sonrisa radiante. -Gracias, joven. Eso significa mucho para nosotras. Izumi puede ser un poco tímida, pero estoy segura de que se destacará.

-Por supuesto que sí, -afirmó Tn, lanzando un guiño a Izumi.- Solo necesita un poco de confianza. Después de todo, ser un héroe requiere mostrar tu verdadero yo. No dejes que nadie te diga lo contrario.

Con esas palabras, Tn se volvió hacia la entrada de la escuela, dejando a Izumi y su madre con una mezcla de admiración y sorpresa. La llegada de Tn había iluminado la mañana, llenando a Izumi de un nuevo sentido de determinación. Tal vez, solo tal vez, su primer día en U.A. podría ser más emocionante de lo que había imaginado.

Tn caminaba por los pasillos de U.A., disfrutando del murmullo de admiración y los miradas curiosas que lo seguían. Era como si cada paso que daba resonara, y aunque algunos podrían pensar que se trataba de un deseo de ser el centro de atención, para él era simplemente un juego. -¿Por qué debería preocuparme por lo que piensan los demás? -Se dijo, con una sonrisa cínica dibujada en su rostro. -No estoy aquí para demostrar nada.

Con su cabello desordenado y su chaqueta de cuero, Tn se movía con una confianza natural que emanaba de su ser. No necesitaba la validación de sus compañeros; su presencia era un capricho que disfrutaba. Para él, ser un aspirante a héroe era solo otra faceta de la vida, una aventura más en la que podía explorar sus habilidades y satisfacer su curiosidad.