Cuando abre los ojos, lo primero que Eleven nota es el brazo de Henry extendido de manera casi posesiva sobre su pecho desnudo.
Lo segundo es su respiración pausada, su expresión casi angelical mientras duerme.
...
Cierra los ojos y vuelve a sumirse en un sueño profundo, acunada por su cercanía.
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El incidente se repite casi todas las noches de la semana. Todas las mañanas —o eso le indican el reloj y su ciclo de sueño— Eleven abandona la cama de Henry para retornar a la suya.
Un día, empero, todo cambia. O, mejor dicho, pequeños cambios se apilan hasta desatar un evento irrevocable. Poco a poco, luego de noches enteras memorizando cada uno el cuerpo del otro, entre besos y besos, pequeñas verdades van escapando de sus labios y anidando en ambos corazones.
Una de estas verdades es que Henry ha puesto en riesgo su salud y una supuesta inmortalidad cuyos límites desconoce religiosamente, mes tras mes, para proteger la dimensión que Eleven ama.
Y ella se niega a dejarlo cargar con la responsabilidad entera.
...
Juntos, para alivio de Eleven, son capaces de repeler cualquier represalia del Upside Down.
Eso sí; la hazaña los deja agotados.
...
Y es así que termina quedándose dormida en brazos de Henry y despertando en su habitación sin que haya nada sexual de por medio.
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Al tercer mes, días después de su labor mensual, se retiran juntos a la habitación de Henry, sendas copas de vino en sus manos. Conversan hasta altas horas de la madrugada y, entre risas, algunos besos son robados.
Cuando Henry nota que los párpados de Eleven amenazan con cerrarse, pese a sus fútiles intentos por permanecer despierta, la despeina en un gesto cariñoso y sugiere:
—Deberías dormir ya.
Esto la pone en alerta. Henry tan solo la observa, sorprendido.
—¿Eleven...?
Pero ella decide que es ahora o nunca, y es así que suelta de sopetón:
—¿Puedo pasar la noche contigo? —Al ver la forma en la que sus ojos azules se abren debido a la sorpresa, agrega—: Por favor.
Es la primera vez que cualquiera de los dos rompe el silencio respecto a este tácito acuerdo sin tener de excusa nada sexual.
Henry, no obstante, parece haber estado esperando por este momento, o eso delata l amanera en la que la rodea con sus brazos y deposita un beso sobre su frente, tirando de ella hacia la cama.
—Puedes pasar todas las noches conmigo, Eleven.
...
No vuelven a dormir en cama separadas.
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Aun así, Eleven no puede evitar ser quien es: poco a poco, su corazón empieza a partirse, dividido entre su familia y amigos y Henry. Con el pasar de los años, la grieta y la nostalgia que de ella supura no hacen más que agrandarse.
Cuando le expone la idea a Henry, él reacciona como es de esperarse.
—Entonces, después de todo..., deseas volver junto a tu esposo.
Las palabras son dichas con suma amargura y en otra época —Eleven reconoce— la habrían aterrorizado. Sin embargo, está segura tanto de su decisión... como de Henry.
—No. Puedo no verlo, si eso deseas; es a mi papá, a Joyce, a mis hermanos, a Lucas y a Max... a quienes deseo ver.
—¿Y ellos querrán verte? —la cuestiona Henry, enderezándose hasta quedar sentado sobre la cama, mirándola de reojo. Desde donde ella yace tendida a su lado, con el torso desnudo y el cabello rubio despeinado, es lo más parecido a un ángel que Eleven ha visto jamás.
—No lo sé —admite en un suspiro—. Pero yo sí, y me gustaría... Me gustaría intentarlo.
Henry frunce los labios y aparta la vista. Eleven se endereza también y va a apoyar la barbilla sobre su hombro derecho.
—Henry —lo llama—, no voy a dejarte, si es eso lo que temes. —Él deja escapar una breve risa burlona, mas ella no se deja provocar—. Henry. ¿Qué puedo hacer... para que confíes en mí?
El hombre en cuyos brazos ha despertado todos los días durante la última década busca su mirada y la escudriña largamente. Al cabo de unos instantes, algo en su mirada parece suavizarse; algo así como un deje de resignación. Con un suave movimiento, inclina el rostro y roza sus labios con los suyos.
—Ya tienes mi confianza, Eleven. Siempre lo has hecho.
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Cuatro semillas
FanfictionAños luego, Henry retorna. Le tiende su mano a Eleven. Y ella debe tomar una decisión. El HadesxPerséfone!AU que nadie pidió. Regalo de cumpleaños para fav. Actualizo cada domingo. ADVERTENCIA: Contenidos cuestionables (o sea, Henry es Henry, muchas...