Aliento fantasmal {TERMINADA}

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El aroma de un Omega suele aparecer en la etapa del celo, pero, ¿Porque un alpa estaría merodeando al chico si no se encontraba en esa etapa?

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ATAQUE

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No hacia mucho que Danny se colaba en las clases especiales para omegas, esto con la escusa de ayudar en caso de encontrarse con uno, cosa rara que se le hizo a Lancel cuando lo vio por primera vez.

El encuentro con el multimillonario lo había dejado pensativo, pues no recordaba bien cómo había salido desde la cocina, sin ser perseguido por algún alpa, pero, aún más extrañado, ¿por qué, un día antes de su celo, una caja con gomitas de dulce llegaba siempre a su puerta?, la cual era acompañada, con una elegante nota ante la cortesía de su querido tío, Vlad.

— Entonces, ¿Cómo fue la limpieza de ayer? —.

Sam miro como Danny, con curiosidad hacia este, quien, redactaba su tarea, a través de su computadora, pues su etapa de celo de la joven chica había comenzado aquel día.

— Fue tranquila, no lo voy a negar, pero Tucker fue arrastrado por Desiré nuevamente —.

agrego con gracia el pelinegro, pasándole los apuntes a su amiga con el uso de la tecnología.

— Me imagino —.

Sam hizo una pausa entre su charla, mirando detalladamente a su compañero de aventuras, a través de la pantalla de su computadora, tratando de analizar las situaciones que guardaba Daniel con su rostro neutro, tan puro he inocente, pero también, lindo y provocativo.

— sabes, hay algo que me está molestando últimamente, ¿Estás bien?, desde tu visita a Wisconsin has cambiado un poco, ¿Te encuentras bien?, ¿Pasa algo? —.

El rostro de Daniel se volvió rojo, no podía mostrarle que también estaba en su semana de celo, así que, rápidamente, salió de la vista en busca de calmarse con los supresores de su madre que seguía tomando sin su permiso. Volviendo junto a la caja de gomitas, que internamente, le agradecía a su tío por darle.

— claro, estoy bien, solo me está tomando trabajo el hecho de que ahora soy un mitad fantasma, es complicado sam —.

Respondió el joven chico, manteniendo la conversación en calma y tratando de que nadie se enterará de su secreto. Lo mejor era guardar silencio, después de todo, el tampoco sabía cómo revelarle algo tan privado a sus cercanos.

A comparación de los demás omegas en su semana de celo, Daniel debía seguír asistiendo a la escuela aún con su malestar, ya que podía controlar mejor sus feromonas,  que los omegas naturales. además, era su último día de la semana que iba a la escuela con celo y nadie se había percatado de ello. Lo agradecía internamente, y sin duda, agradecía a su lado fantasma que le diera una mano cuando se transformaba.

Oh almenos eso pensaba. creía en la libertad de poder caminar, cómodamente, sin que nadie se percatara, nadie lo veía raro después de todo, y eso le daba ventaja. Aunque siempre estaba su bravucón de siempre, quien sin querer, era alguien que ya sospechaba de mala manera sobre su secreto, sabia que, había algo más detrás de esa fachada de chico calmado.