MI VAMPIRO ERÓTICO

Introducción

                        "La fiesta del castillo abandonado                                            y yo no creo en brujas"

Los compañeros de la universidad los habían desafiado. No había salida. La reunión tendría que ser en ese castillo embrujado en la calle, donde ellos nunca habían tenido el valor de ir. Siempre habían escuchado historias terribles sobre el lugar y tenían mucho miedo, pero una vez desafiados, no podían echarse atrás. Al ver ese lugar, esa tarde nublada, un escalofrío recorrió la espalda de Betty, no quería estar allí para nada, pero tenía que ir o se reirían de ella por el resto de sus vidas. Bastaban las burlas que habia sufrido toda su vida desde su infancia cuando era considerada la fea del barrio, ahora que sus hormonas la favorecían e iba convertendóse en una muchacha ella no dejaría que todo se fuera por el desagüe siendo llamada cobarde. Su compañero tampoco ayudaba en absoluto.

-¡Qué cobarde eres, Nicolás! ¡Deberías animarme a ir all castilllo y protegerme!

-Pero Betty, ¿vas a negar que estás tan asustada como yo?

-No lo niego. Si fuera por mí, nunca iría, pero si no vamos, seremos la broma de toda la escuela y ¡eso es lo que más temo!

-Oh, Betty, porque la persecución y los prejuicios los he sufrido toda mi vida. ¡En este castillo pueden pasar cosas mucho peores de lo que sufrimos en la universidad todos los días!

-Pero ¿qué nos puede pasar?

-¡Pueden mordernos el cuello, Betty!

-Oj oj oj ¿No me dirás que crees en algo como que existen los vampiros?

-¡No te lo imagines, Betty!

-¿Sabes que mientes muy mal?

-Está bien, como dice el dicho: "yo no creo en las brujas, pero las hay, las hay" y ¡también los vampiros!

-¡Quiero chupar tu sangre! (bromeó Betty)

-¡Detente, Betty!

-Oj oj oj y mi padre todavía confía en ti para protegerme. ¡Me las arreglo mejor sola! Vampiros jo jo jo

-Habían tocado el timbre varias veces, pero nadie los escuchó.

-¡No hay nadie!

-¡Mejor, Betty! ¡Mucho mejor!

-¿No dicen que és un castillo enbrujado? Entonces, ¿quién en su sano juicio viviría allí?

-¡Vampiros, Betty! Por eso no responden, ¡porque es de día!

-¡Oh, Nicolás! Oj oj oj ¡Ya dije que los vampiros no existen!

No habían podido hablar con nadie para pedir permiso para celebrar la próxima fiesta de la universidad en el castillo, como había decidido el comité (La tarea típica de proponer a los estudiantes de primer año de la universidad para cumplir). Habían vuelto otras veces, pero nadie les respondió.

........

Otro día frente al castillo, el comité, cansado de lo que pensaban que era mentira, les dijo;

-O ustedes no fueran por cobardes y ni tocaron la puerta...

-O nadie vive en el castillo y entonces...

-¡Sí, venimos aquí varias veces, pero durante el día, ¡como hoy! ¡Y no había nadie! (contestó Nicolás)

-¡No somos cobardes, ni mentirosos! (dijó Betty, defendiendólos enojada)

-¡La puerta está abierta, chicos!

-¡Esta no es una buena idea!

-¿De qué tienes miedo, Nico? (preguntó uno de los compañeros)

-No es normal invadir el castillo, pueden tener cosas no buenas ahí...

-¿Cómo qué?

-¡Como Vampiros!

Toda la clase se rió.

-Está decidido. ¡LA FIESTA SERÁ EN EL CASTILLO!

........

Entonces, a la hora señalada, toda la pandilla estaba en la puerta del castillo. Por supuesto con ellos también, Betty y Nicolás. A las seis de la tarde, aún no estaba oscuro y todos ya estaban en la puerta del castillo, habían trepado la cerca e ignorado las advertencias que les decían que retrocedieran. Así que prepararon las cosas allí, una especie de picnic para adultos con tragos, pasabocas y muchas golosinas. Todos bebían y estaban muy molestos, tanto que algunos empezaron a excitarse y querían encontrar un lugar para acostarse (tener sexo) Ignorando el peligro y la ley por traspasar la propiedad privada, giraron el pomo de la puerta y entraron al castillo. En el interior, todo estaba oscuro y apestaba, había telarañas en los candelabros. Pero nada de eso asustó a los adolescentes. Por el contrario, todos estaban muy emocionados y empezaron a tomarse fotos como si fueran actores de una película de terror.

De nada sirvió que Nicolás y Betty intentaren convencerlos de que no era bueno para ellos estar allí.

-¿Por qué, Nicolás? La estamos pasando bien. Coge una chica para divertirse! (dijo uno)

Betty, aunque trató de ocultarlo, también sabía que no estaba bien invadir esa propiedad, después de todo, tal vez no estuviera abandonada, pero sabía que en la condición en que se encontraban sus amigos no los escucharían.

-¡Déjalo, Nicolas!

-Pero ...

Entonces, unos bebían, otros fumaban, otros dormían y otros hacían cositas. Todo estaba al revés.

-Pero ¿QUÉ HACEN AQUÍ, AH? ¿ESTÁN LOCOS O QUÉ? (dijo la voz ronca del hombre en lo alto de las escaleras) ¡ESTA ES UNA PROPIEDAD PRIVADA!

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