Capítulo II:

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"Dieta de sangre congelada vs dieta de sangre fresca"

             Beatriz nunca había estado con un hombre, ni había tenido novio, así que no sabía lo que estaba sintiendo. Había sido fea toda su vida, pero tan pronto como ingresó a la universidad, las hormonas trabajaron a su favor y poco a poco se convirtió en una joven hermosa y atractiva. Una belleza pura como una flor. Los senos se han vuelto voluminosos y redondeados y las caderas comenzaron a emerger, pero a medida que las mujeres de su familia seguían siendo delgada, lo que la hacía atractiva para los hombres. pero la timidez y el gusto por los estudios hicieron que las únicas presencias masculinas a su lado fueran su padre y su amigo-hermano Nicolás. Por tanto, no tenía experiencia con los hombres. Pero en cuanto vio a ese hombre pálido, vestido de negro en lo alto de las escaleras, sintió la necesidad de abrazarlo y cuando escuchó su voz, sintió ganas de besarlo, tocarlo entonces sería una locura. Sí, porque lo tocó cuando lo saludó. Y a pesar de esa piel fría de él, sintió un calor recorrer todo su cuerpo de nina. Ni siquiera sus gritos, que al principio la asustaron, consiguieron romper este hechizo.

-Pero ¿QUÉ HACEN AQUÍ, AH? ¿ESTÁN LOCOS O QUÉ?

Con este grito muchos se habían levantado y se habían ido, por miedo. Nicolás era de los que temblaban de miedo y solo siguió sentado porque sus piernas no tenían fuerzas para levantarse tan rápido, pero en cuanto pudo reaccionó y empezó a correr. Todo lo que había escuchado era cierto, ese hombre era un vampiro, por eso vestíase de negro, tenía un abrigo negro y era blanco como la nieve, aunque desde la distancia pude ver que sus ojos estaban rojos. No lo podía creer.

-Lo siento, señor. No sabíamos que alguien viviera aquí. (Betty dijo, acercándose a él, mientras lo tocaba en la mano)

-¡Sal de aquí! ¡Sal ahora!

Tan pronto como ordenó, el grupo se levantó y se dirigió hacia la puerta, algunos disculpándose, otros corriendo. Beatriz, en cambio, se quedó paralizada mirándolo imponente y nervioso.

-¿Te quedarás ahí? ¡VAYASE COMO LOS DEMÁS! ¿ESTÁS LOCA O QUÉ?

Beatriz lo siguió con la mirada. Si antes la habitación apestaba, ahora olía muy agradable y estaba seguro de que venía de él. Este olor la embriagaba.

-Pero ¿qué es este ruido? ¿Gritando histérico de nuevo?

-¡DÉJAME, CALDERÓN!

-¡Mira, la cena está lista! (dijó viendo Betty) ¿Qué está haciendo esta humanita aquí? ¿Ha decidido seguir mi consejo y va a seguir ahora la dieta de sangre fresca?

-¡PARA NADA, CALDERÓN!

Nicolás se había dado cuenta de que Beatriz no había salido del castillo, por lo que con el valor que no tenía, entró en el castillo.

-¡Y mira aquí viene otro!

Nicolás miró a los dos hombres de negro y vio a su amiga parada cerca del de cabello negro, que Betty le tocaba la cara con la mano.

-¡Betty! Betty!

Pero como la chica no reaccionó, la tomó del brazo y tiró de ella de ahí.

-¿Por qué lo dejó llevarla?

-¿Como?

-¿Este chico, el prometido de la muchachita esa?

-¿Qué prometido? Yo creo que debe ser su hermano.

-Ah ¿estás celoso?

-¡Mira, Calderón no me interesan los humanos esos!

-¿Qué estaba haciendo el tipo aquí?

-Entró a la casa con sus amigos ...

-¿QUÉ? ¿Humanos en tu casa y no lo disfrutas?

-¿Disfrutar de qué?

-¡Alimentarse! No creo que te hayas dado cuenta de lo que es todavía.

-¡No puedo aceptar que esto haya pasado! No puedo aceptar que soy...

-¡Pero debes! ¡Sabes que lo somos!

-¡Todo és tu culpa! Si no hubieras llamado a las chicas vampiras, ¡no habría pasado nada!

-¡No te obligué a hacer nada! No estuvo tan mal.

-¿Como no? Ahora ya no puedo caminar en el día, ni ser presidente de mi empresa, ¡soy un monstruo!

-¡Porque quiere! ¡Porque no se acepta como es! ¿Hay psicólogos vampiros, quieres que programe uno para que venga aquí y te haga aceptar ser lo que eres? Lógicamente, las consultas son de noche.

-¡PARA NADA!

-Mira, la oportunidad que perdiste. Esta muchachita, así como el grupo que vino aquí, sería un festín.

-¡No, no puedo! (Cerró los ojos enrojecidos y se pasó la lengua por los labios)

-¿Continuar con esto de no disfrutar de su vida o la muerte y tomar sangrita fresca de un cuellito jovén y sabroso? ¡Sabes que más noche menos noche tendrás que hacer el cambio y beber sangre humana fresca de la fuente!

-¡Me niego!

-Esa mierda que bebes de sangre animal congelada. ¿Cómo te atreves?

-Es una porquería, pero es mejor que rendirse.

Desde aquella fatídica noche en que se habían convertido en vampiros, Mário se había trasladado al Castillo de Mendoza, ya que ahora eran hermanos de sangre. Entonces, le tocaba a Armando aguantar a su amigo probándolo como de costumbre.

-El día que claves estos dientes vírgenes en el cuello de una hermosa niña, sentirás tal placer que querrás repetirlo una y otra vez. Escúchame, es tan bueno como tener sexo.

-¡No creo!

-¡Es verdad! Ya sentí este placer recorriendo mi cuerpo, es como tener sexo en la adolescencia. Pero en lugar de estar en tu pene, sientes el placer en tu boca mientras hundes los dientes en un hermoso cuello.

Para entonces Armando ya se había enrojecido y tenía los dientes prominentes.

-¿Es tan bueno como dices, Mario? (pensó, mientras sacaba sangre de la bolsa congelada)

Eso era malo, nunca como humano había sido experto en la carne cruda o poco cocida y ahora eran su menú.

-No, no puedo aceptar condenar a otra persona por ser como soy. ¡Tienesque ser fuerte, Armando! (Armando se dijo a sí mismo)

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MI VAMPIRO ERÓTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora