Capítulo VIII: La fiesta en la piscina y las reliquias sagradas de Michell

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Pero Michel se equivocó, porque Armando sí aceptó su invitación a la pool party, ya que Mário advirtió que podían asistir usando un bloqueador especial de 300 factores que solo usan los vampiros (el mismo que usa Daniel Valencia, según él) lentes de sol, sombrero y ropa con protector solar (en ese momento solo los usaban los vampiros) y con la excusa de que no podía bañarse, ya que su piel estaba muy sensible y con ampollas de cloro y luz solar. Betty tampoco se bañó, se moría de vergüenza por estar en traje de baño, frente a tanta gente, y prefería estar a su lado.

-Muy conveniente, ¿no?

-Deja de burlarte de él, ¿no vino? (dijó Betty furiosa con Michel y Nicolás) ¿Qué tienes contra él?

-¡Eh, nada! ¡Siéntete como en casa! ¿Quiere una bebida?

-¡Acabo de beber un Bloody Mary! ¡Gracias! (dijó Armando)

Betty sabía que Armando no era como los demás del grupo, era diferente de todas las personas que conocia, pero no le importaba, estaba cada vez más encantada con él. La casa de la piscina le pertenecía a Michel, lo que le permitió estudiar en detalle los movimientos de Armando, notó las marcas en su cuello, su ropa oscura, sus lentes, pero al mismo tiempo notó lo cariñoso que era con Betty. ¿Estaba enamorado de ella, era por eso que no la había mordido? ¿Era posible que un vampiro amara a alguien? Porque no dudaba de que era un vampiro, incluso si podía estar en una fiesta durante el día.

-¿Vamos a ver algunas reliquias?

-Reliquias?

-Sí, ¿no sabes que mi papá es coleccionista de reliquias? Nuestra casa era un verdadero museo. Incluidas piezas raras de Transilvania. ¿Conoces Transilvania, Armando?

-¿Yo? ¡Nunca he estado allí! ¿Porque la pregunta?

-Nada. Pensé que porque era un hombre que había viajado mucho...

-¿Y por qué Transilvania?

-¿Ja jaja piensa que porque es un conde, es un vampiro? Bueno, ¡esa es la tierra de los vampiros! (Dijó el bromista del grupo, Freddy Contreras)

Betty frunció el ceño, Michell insistia con eso de Armando ser un vampiro. Armando estaba preocupado, por suerte sus lentes oscuros no les dejaban ver su inquietud.

-¡Detente, Michell!

-¿Qué, Betty? Solo una pequeña broma.

-Sólo una pequeña broma, Betty. Michel sabe que los vampiros solo salen de noche, ¿no es así? Y ahora son las dos de la tarde (dijó Nicolás)

-Si puede ser. Pero deben tener varios tipos, ¿no?

Armando estaba seguro de que Michell sabía que era un vampiro.

-¡Vamos a la sala de las reliquias!

La mayoría de las reliquias eran Arte Sacro, lo que perturbó mucho a Armando. Michell notó la incomodidad de Armando y sonrió. Más aún cuando Betty, encantada, hizo el siguiente comentario:

-¡Oh, qué divino! ¡Que bonito! ¡A mi papá le encantaría ver esto aquí! ¡Somos muy católicos! ¡Este crucifijo! ¡Que bonito!

-¿A él le gusta?

-Sí.

-¡Es tuyo, Betty! ¡Llévaselo a tu padre como regalo!

-¡No, Michell, no puedo aceptarlo!

-Si puedes. ¡Somos amigos!

-¡Gracias Michel! ¿No es hermoso, Armando?

-Sí mucho (dijo Armando, mirando a otro lado)

MI VAMPIRO ERÓTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora