Lo peor es que la juventud nos hace valientes y desafiantes, por eso algunos de los jóvenes habían disfrutado de la experiencia y se habían arriesgado a volver otra noche, Mário, astuto como era, trató de darles la bienvenida, ante las protestas de Armando, que no lo hizo. Armando ni siquiera parecia el dueño del lugar. Humano o vampiro, Mario seguía siendo un manipulador y lo manipulaba a su antojo.
-Entonces, ¿los dos viven en la casa? (Preguntó uno)
-¿Solos? (preguntó otro)
-¿Son gays? (otro más)
-¡PARA NADA! (los dos negaron)
-¡Armando es mi hermano, por sangre!
-¡Pero no se parecen a nada!
-¡Es solo que somos de padres diferentes!
-¡Oh! Pensamos que eran homosexuales.
-¡O vampiros ja ja ja! (dijó el segundo)
-¿Nosotros? ¡Estas cosas no existen! (dijo Mario, bromeando)
-Pero ¿por qué nos expulsaste y nos asustaste?
-¡Es solo que no deberías estar aquí! (dijó Armando) ¿Su mamá nunca les dijo que no deberian invadir una propiedad privada y que esto es un crimen?
-¡No le hagan caso, siempre ha sido tan gruñón! (dijó Mário)
Beatriz miró a los ojos a Armando, quien a pesar de todo, no apartó la mirada. Nicolás no estuvo en esta reunión, por razones obvias.
-¿Viste que no somos tan malos?
-¡Son buena gente! (dijó uno de grupo)
-¡Una vez fuimos jóvenes como ustedes y sabemos que solo quieren fiesta y fiesta! (continuó Mario) Ustedes serán siempre bienvenidos. Traigan a sus amigos. ¿Tienen más amigos?
-¡Sí y más chicas!
-Interesante. ¡Sangre joven, siempre buena! (Mário le da una palmada a Armando en la espalda)
-¡Lo que queríamos es organizar una gran fiesta en el castillo!
-¿Sólo gente joven como ustedes?
-Sí. (Mario se rascó los dientes)
-Pero no sabemos si dejarían...
-¡POR SUPUESTO QUE NO! (dijo Armando)
-¡Por supuesto que sí!
-¡Mario no!
-¡Déjame resolver eso!
Armando no entendía por qué Mário siempre lograba convencerlo, aunque sabía que sus intenciones no eran buenas, se alejó para no discutir y se fue a la cocina a beber jugo de remolacha con sangre. Beatriz lo siguió.
-Eh, ¿qué haces aquí?
-¿Por qué estás tan malhumorado y triste?
-¡Si lo supiera, no preguntaría!
-¿Y por qué es así?
La niña llevaba un vestido holgado con un escote discreto, pero que resaltaba su hermoso cuello. Al ver ese cuello tan delicioso y suculento pidiendo ser degustado, Armando comenzó a molestarse, más aún con ella insinuándose hacia él, y comenzó a sacar con fuerza el jugo.
-¿Qué bebida es esta? ¿Es jugo de mora?
-¡No, no es!
-¿Puedo tener un poco?
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MI VAMPIRO ERÓTICO
Fanfiction¡Para este mes de Halloween decidí hacer una historia diferente! En esto Armando y Mario son dos vampiros muy encantadores. Mário tiene mucha experiencia en el arte de morder los cuellos y quiere inducir a Armando a hacer lo mismo. Pero nuestro enca...