Capítulo XII: La decisión de Armando

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Armando le cuenta a Betty sobre la propuesta de Michell, pero ella no lo cree, cree que podría ser una trampa de él, ya que lo vio intentando matar a Armando. Y decide ir con él para escuchar a Michlel, quien se sorprende al verlos allí.

-Michell, Armando me dijo que lo puedes "desvampirizar".

-Sí, es una técnica descrita en el diario de mi padre y confirmada en este libro. Necesito un vampiro virgen y algunos ingredientes.

-Esto no es una trampa, ¿verdad? Ya intentaste matar a Armando.

-Sí, porque pensé que era la única forma de acabar con los vampiros y lo es, pero Armando es mitad vampiro, un vampiro virgen. Mira te lo cuento todo a ustedes....

-¿Quieres decir que iba a ser un sacerdote? (Betty preguntó, sorprendida)

-Seré sacerdote cuando cumpla mi misión.

-Patricia vampirizó a Marcela y está loca y hasta pensó que es mi condesa. No tengo la intención de volver al castillo, no podría soportarla ni siquiera como humana, imagino siendo una vampira... ¿Podrían llevarme a mi antiguo apartamento, Michell?

-Oh, Armando, si mis papás no estuvieran en casa, podrías quedarte conmigo.

-¿Has decidido si probar la "desvampirización", Armando?

Betty y Armando se miran.

-Sí, lo intentaremos...

-Entonces, ¿por qué no te quedas aquí, Armando?

-¿Puedo?

-El proceso tarda siete días.

-¡Está bien!

-¿Estás ayunando?

-Hace seis horas.

-Necesito que te quedes tres días para que pueda recibir las oraciones. Llamaré a Nicolás.

-¿Para qué?

-Necesito su ayuda y un amigo más. Tendremos que atar a Armando con cuerdas de acero.

-Pero, ¿para qué?

-Una vez que tenga hambre, se desesperará y tratará de saciar su hambre mordiendo a cualquiera que esté a su alrededor.

-¡Yo no haría eso!

-¡Ah sí, lo haría!

"Un vampiro hambriento"

Dicho y hecho. Después de tres días, Armando está muy hambriento. Michel, Nicolás, un sacerdote de la misión y Betty están en oraciones y oraciones. Armando no deja de luchar. Le vierten agua bendita y siente que le quema la piel y grita de dolor y rabia.

-¿Estás seguro de que necesitan hacerle esto? (preguntó Betty)

-¡Si, Betty, és parte de proceso!

No es fácil para Beatriz ver el bulto de piel de su amado, adquirir una apariencia quemada estar sufriendo tanto. Pero se calma y se entristece de verla llorar.

-¡Beatriz, no llores, es por ti!

-¡Yo te amo! (Beso)

-¡SALGAN DE AQUÍ! ¡SOY UN MONSTRUO HORRIBLE! (dijó Armando sosteniendo los barrotes de la ventana del dormitorio) BRUTAS! ¡PIENSAN QUE PUEDEN CONMIGO, ME VOY A SALIR DE AQUÍ Y MORDER A TODOS!¡SOY UN VAMPIRO!, Y ÉS ASÍ!

-¡Armando, eres diferente!

-¡Yo no soy diferente! Tengo hambre, ¿quieres darme tu cuello ahora, Betty?

MI VAMPIRO ERÓTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora