falsa alarma, mi hija no iba a nacer.
La cama del hospital es incómoda, aunque me dormí una siesta igual. Estoy en observación desde hace tres horas, Valentina está sentada en uno de los sillones, con su cara de simpática y mirando su celular.
— Tengo hambre.-— hablé.
Valentina me miró mal.— comiste hace poco.
me encogí de hombros.
ella suspiró y de su bolsillo sacó el paquete de rumba que yo había dejado por la mitad.
— En el desespero de no saber qué hacer, manoteé las galletitas y las llaves del auto. — se encogió de hombros.
— Gracias. Te debo una muy grande.— Mordí la galletita.
— Si, tenelo siempre presente.
asentí.
— ¿cuantos años tenes?— le pregunté.
— dieciocho.
Con razón, todavía es una adolescente.
— ¿hace cuanto vivis con mi papá?— volví a preguntar.
—¿que sos policía?
rodé los ojos.— Ay, dale. Estoy aburrida y quiero hablar. ¿sabes hace cuanto no hablo en español?
— Desde que tengo memoria.— contestó.— aunque siempre me dejaron bien en claro que él no era mi papá. Siempre estuvo el.
sentí.
—¿vivías en italia con la mamá de Pao?
asentí. Pao es mi papá, Paolo en realidad.
—... la persona con la que hablabas por teléfono era tu mamá, ¿no?
— Lamentablemente.
— Deberías ignorarla mientras sigas embaraza... vi un tiktok que decía que si odias a una persona durante el embarazo tu hijo va a salir igual a esa persona.
— ay no, por favor.— eché mi cabeza hacia atrás.
— Igual si, te estresó tanto que terminó estresando a tu bebé. Ignórala y listo.
— Tenes razón, eso voy a hacer.— terminé el paquete de galletitas.
— No creo que haya sido solo por tu mamá todo esto, desde que llegaste que estás con cara de perrito mojado.
— si...— eso fue todo lo que pude decir.
— Fingí demencia y listo, hacete la boluda. Mientras menos sientas las cosas mejor. ¿por qué te pensas que las tontas son felices? porque no se paran a pensar las cosas malas.
mi panza se empezó a mover, al parecer a ella también le gustó ese consejo.
— ¿se está moviendo?—preguntó curiosa.
— Si, ¿querés sentir?
ella asintió no muy convencida. Se acercó a mi y dejó que yo guíe su mano hacia donde mi hija se estaba moviendo.
— Va a ser karateka.
reí.
— Permiso...— susurró mi papá, que estaba apoyado en el marco de la puerta, mientras que Ángela miraba con ternura la escena. — ¡que calidad, eh! como manejaste.
acarició la cabeza de Valen.
—¿qué te dijo el médico, linda?— preguntó Ángela.
— No sé.— le respondí.
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❝child❞ lautaro martínez
Fanfic❝me dejaste sola y no para siempre porque tu sangre está en mi vientre.❞