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este último mes estuvo bastante tranquilo, con lautaro nos llevamos re bien, a nonna le estoy enseñando español, y Agustina cada vez está más paranoica con que lautaro tiene a otra.

entré a los cinco meses de embarazo, y estoy ansiosa, quiero que sea varón, todos lo queremos.

—última vez dale, hola como estás.— le hablé lentamente a nonna.

mi abuela negó con su cabeza y se levantó del sillón, dejándome sola.

reí y caminé hacia la cocina, ahí estaba Agustina, hablando por teléfono.

—ah listo, gracias.— sonrió y me miró.— hoy a las cinco tenés turno con la ecógrafa.

—gracias sis.— abrí la heladera y saqué la botella de coca cola, para después servirme en un vaso.

la puerta de atrás se abrió y entró lautaro, con la ropa del club.

—hola.— saludó.

mi hermana lo miró y salió de la cocina, ofendida.

—¿sigue enojada?— preguntó.

—¿vos como te sentirías si tu pareja no te da bola?— cuestioné.

—no sentiría nada, porque en este momento me gusta otra persona.— se encogió de hombros.

—¡sos un tarado!— lo miré.

—estoy hablando de vos.— rió.

— ah... bueno.— dejé el vaso en el lavamanos. — igual seguis siendo un tarado, no la hagas sufrir, ella no tiene la culpa de que estés confundido.

—no estoy confundido.— acota.— yo se muy bien lo que siento.

—¿entonces por qué no la dejas? le estás haciendo mal.

—porque si la dejo, me estaría alejando de vos.— se acercó a mí.

puse mis manos en sus hombros y lo miré.

—anda a bañarte.— besé su mejilla y salí de la cocina.

[...]

no sé como pasó ni en qué momento, pero ahora me encuentro haciendo Skype con euge, y con mi hermana al lado.

—y eso pasa ¿entendes? siento que ya no me quiere.— suspira.— ¿vos que opinas?

—amiga date cuenta.— opinó.— es obvio que tiene otra.

miré a eugenia asombrada.

—¿en serio me decís?

la verdad, no sé que hace mi hermana hablando con mi mejor amiga. cuando estuvimos en Argentina ni siquiera se miraban, aunque entiendo que probablemente Agustina no tenga amigas acá en Milán y necesite contención.

—obvio que no, ¿vos pensas que si él ya no sintiera nada por vos estaría en tu casa aguantando a las cotorras estas?— alzó sus cejas.

—creo que tenés razón, por ahí estoy flashando cosas que nada que ver.— asiente.— gracias euge, sos la mejor.

después de que agus se vaya de mi pieza miré a mi mejor amiga confundida.

—quédate tranquila que yo sé lo que estoy haciendo. — me guiñó un ojo.

—bueno, te tengo que cortar, tengo turno con la ecógrafa, hoy probablemente sepamos su sexo.— hablé emocionada.

—me contas todo eh, nos vemos.— cortó.

bajé las escaleras ahí estaban todos, esperándome.

lautaro manejaba, agus de copiloto, y yo y nonna en los asientos de atrás, estaba nerviosa y ansiosa, y me había agarrado hambre.

una vez en la clínica, esperamos a nuestro turno.

—¿gandolfo?— nos llamó la doctora.

entramos al consultorio y la doctora me dijo que que recuéste en la camilla.

—bueno, mami, te voy a pedir que te desabrigues y te subas la remera.— explicó. — ahora te voy a poner un gel para que te pueda pasar esto.— me mostró un aparato.

pasó el gel frío sobre mi vientre y posó el aparato, para después empezar a desplazarlo suavemente.

miré a mis acompañantes y cada uno tenía una reacción diferente, nonna veía la pantalla emocionada, con lágrimas en sus ojos, agus la miraba con una sonrisa y lautaro la miraba con el seño fruncido.

—no entiendo, ¿qué es eso?— preguntó.

—es su cabeza, ahora vamos a ver si deja ver bien.— movió un poco el aparato.

y creo que todos nos quedamos como lautaro hace un minuto, no sabíamos que era lo que estábamos viendo.

—¡felicitaciones! es una nena — nos sonrió.

—¿y eso? parece un pitito.— opinó el morocho.— bah, pitote.

—no.— rió la ecógrafa.— ese es el cordón umbilical.

estoy decepcionada, triste, enojada, no sé como me siento, yo quería un varón.

—se puede ver perfectamente que tu bebé está sano, es grande, y va a ser feliz, se ve que lo quieren.— sonrió.

escuché como alguien sorbió su nariz, era lautaro.

—el papá se ve muy feliz también.— agarró las fotos de la ecografía y nos las dió.

—¿qué?— preguntó Agustina.

—hasta luego.— saludó lautaro, seguido de mi y nonna.

⚽️⚽️⚽️

m pueden hablar saben, no muerdo ahre.

❝child❞ lautaro martínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora