-¿Por que no has venido a los ensayos? -La voz de Taylor sonaba a través de la bocina de mi iPhone
-No he podido, perdón -dije nerviosa
-¿Pasó algo?
-Necesito que vengas a mi casa, ahora -colgué
No pasaron más de unos cuantos minutos para ver el cuerpo de Taylor parado en la puerta de mi casa, además de que llevaba una sonrisa tipo "cuéntame que hiciste".
-Tuve mi primera vez... Con Ares
-¿Tuviste qué -se talló los ojos como si quisiera despertar de un sueño
-Taylor, no soy una mala persona
-No, no eres una mala persona, pero eres una mala amiga
-¿Lo soy?
-¡Claro que lo eres! ¡Por Dios! ¡Te acostaste con el prometido de una de tus mejores amigas! -gritó
Las palabras de Taylor eran verdad, realmente era una mala amiga, mejor dicho, una pésima amiga.
-Pero no deberías sentirte mal Farah, me refiero a que... Tu lo quieres, ¿que hay de malo en eso? Tienes algo así como un derecho de antigüedad. Literalmente fue tuyo antes que de ella y te aseguro que sigue siendo tuyo, por lo tanto no solo tu eres una mala amiga, también Brisa es una mala amiga. ¿Recuerdas la película esa de la chica de 13 que despierta teniendo 30?
-Claro, "Si tuviera 30"
-Ella lo dice "En la guerra del amor, todo se vale" o algo así
Taylor era inteligente y buena consejera, lo sabia todo, en verdad. Podía ser cruel algunas veces, pero eso es parte de su personalidad.
Durante los días siguientes, Ares y yo ya no nos encontrábamos "casualmente", ahora era intencional, era porque ya sabíamos que queríamos vernos, porque necesitábamos vernos, porque necesitábamos sentirnos, porque queríamos querernos. Nos veíamos a cualquier hora, en mi casa o en la casa escondida, a veces en la plaza o en el auto. Pasábamos buenos ratos, charlábamos, reíamos, hacíamos cosas que hoy en día ya nadie hace, nos conocíamos.
Tuve que acostumbrarme a verlo con Brisa, a verla sonreír porque Ares estaba con ella. Me acostumbré a verlos de la mano y verla sentada en el regazo de Ares. Pero yo tenía algo que ella nunca tendría, su amor.
-¿Por qué tu te estas casando y no es conmigo? -acaricié su pecho
-Porque esto es un asco, pero estoy seguro de que el futuro nos tiene algo guardado -besó mi frente con seguridad.
-¿Por qué estas tan seguro de eso?
Killian sonrió mientras jugaba con mi cabello, su voz ronca y su mirada simplemente me ponían la piel china.
-No hablemos de eso, disfrutemos el silencio Farah
-No, yo quiero saber -reí
Insistí
-Déjalo, otro día te digo
-Dime
-Basta -pasó sus manos por mi espalda desnuda y erizada -Recuerda que siempre que insistes algo malo pasa
-Mentira -defendí mi caso, aunque es verdad.
-Bueno, te lo diré, pero que te quede claro que si te enojas, no iré tras de ti, no te buscaré, ni te rogaré, estoy cansado de ello. Se que aunque me case, tu siempre seguirás ahí, porque me amas más que a nadie. Mañana yo estaré en el altar casándome con una de tus mejores amigas, mientras tu llevas un vestido de dama y sostendrás unos claveles, entonces cuando nos veas entregarnos los anillos y decir "acepto", por tu mente estará pasando "Esa debió ser mi boda, ese debió ser mi esposo. Ella debió ser yo y yo ella." Pero no, nunca será así, porque el destino no nos tiene juntos, mejor dicho, no nos quiere juntos.
El me lo advirtió.
No sabia ni que decir, realmente tenía toda la razón, porque pienso en eso todos los días, me atormento. Probablemente yo amo a Ares más de lo que el a mi, probablemente yo doy más de lo que el me da, pero es porque lo amo, porque lo quiero conmigo, porque lo necesito, porque se ha vuelto todo en mi vida.
Me levanté con una sonrisa inmensa, mientras sus ojos se postraron en mi.
-¿Te vas? ¿He hecho algo malo?
-Tu no, yo sí, lo siento.
Salí de la casa, no volteando hacia atrás.
Marqué a la primera persona que se me ocurrió, más bien, a la única que podía entenderme.-Taylor, necesito verte.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué te hace pensar que eres especial?
Romance«Falsos rumores sobre mi se recorren sobre los pasillos de este colegio y no es mi culpa, es que soy guapo e interesante.»