Capítulo veintiséis

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Abrí los ojos intentando recordar como había llegado a mi cama, mire hacia mi costado derecho y noté el rostro de Taylor babeando, después de esa mala visión miré a mi costado izquierdo en donde Emilia también babeaba junto a mi.

Por lo menos se que estoy en mi cama.

Enderecé mi cuerpo, dándome una amplia vista a toda mi habitación...

Que desastre.

-¿Alguien vio mi celular? -dije preocupada

Sin respuesta. Oh, muy bien, si me quieren conocer a la mala, muy bien.

Me levanté de mi cama de un brinco, abrí las cortinas, dejando que la luz entrara por toda ventana habida y por haber en mi habitación.

-¡Repito! ¿Alguien ha visto mi celular? -dije ahora en voz alta

Mi iPhone salió volando hacia mi rápidamente, golpeando mi abdomen y cayendo al suelo.

Que suerte tengo de haberle puesto protector.

"6 mensajes: Ares"

Debes estar bromeando, es muy temprano.

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Te veo en el restaurante a las 10am"

¿10 am?
Perfecto, tengo tiempo, tomo una ducha y salgo rápido, cuento con que son las 12.. Genial, tengo tanto tie... ¿Las 12?

Definitivamente va a matarme.

-Se me olvidó por completo, perdón -tomé asiento en una silla del restaurante

-No pasa nada, no tienes que pedir perdón -sonrió

-¿Y para que me hablaste o para qué me pediste que viniera aquí?

-Es que necesito hablar contigo, no sé, eres mi voz de la razón

-¿Yo? Me siento halagada -dije en tono gracioso.

-Voy a casarme -dijo en seco

Al principio lo vi como una broma, me refiero a que, somos jóvenes, no es como que iba a casarse a esta edad.
Comencé a reír, pero por lo que podía ver, a Killian no le gustaba eso, digo, no veía una sonrisa en su rostro.

-¿Hablas en serio? -me puse seria

-¿Por qué estaría bromeando?

-¿Con quien te casarás?

Parece que fue como si mi pregunta le diese una entrada a la persona con la cual se casaría. Un esbelto y bronceado cuerpo se sentó junto al chico que mi cabeza negaba, pero mi corazón estaba dispuesto a quererlo para siempre de manera buena o mala.

-¿Brisa? -miré a mi amiga

-Lo sé, ¿no es una locura? -rodeó el brazo de Ares, haciendo que este se molestara y la empujara levemente.

Lo es.

-¿Como pasó esto? -miré a Ares asustada- ¿Se quieren?

Brisa parecía estar feliz, pero por el otro lado, Ares parecía estar molesto y sin emoción alguna. Después de unas horas de escuchar las molestas ideas de Brisa, se fue, dejándonos solos en la mesa y en el restaurante.

-Así que vas a casarte... -tomé de mi café

-Me están obligando, literalmente -me miraba fijamente

-Pudiste haber rechazado

-Mi padre firmó contrato con el padre de Brisa y Emilia...

-¿Emilia lo sabía?

-Ni siquiera Brisa sabe.

Al parecer realmente tu y yo jamás vamos a estar destinados

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-Chicas, tengo algo que decirles -Brisa comentó con una sonrisa

Todas la miramos esperando a que terminara con su especie de comentario sorpresa

-¡Me voy a casar y quiero que sean damas!

Creo que a todas les gustaba la noticia, claro, excepto a mi.
Brisa comenzó a contar la historia, mientras Taylor me veía tristemente. "¿Estas bien?" Preguntó en silencio.

Realmente no lo estaba, me habían roto el corazón, pero Brisa es una de mis mejores amigas y debo aceptar las cosas como son, aunque ahora tenía unas inmensas ganas de arrancarle la cabeza.

Las siguientes semanas fueron horribles, acompañar a Brisa a que eligiera un vestido, buscar la tela de los vestidos de las damas, todas esas cosas eran molestas y cansadas.

Lo único bueno es que podía ver a Ares cuando iba por Brisa a los locales, nos mirábamos por tiempos y después dejábamos de vernos.

Brisa quería que la boda fuese lo más pronto posible, tenía prisa.

Los viernes teníamos ensayo con los chicos, se haría algo así como una entrada, así que los veíamos en un estudio que estaba solo en el centro.

Como siempre, llegué antes que todas las demás y también que los demás. Entré al estudio, dejé caer mi maleta y me recargué en la pared.

-¿Y los demás?

Ares se paró frente a mi, al parecer me confundió con alguien más

-No sé

Al contestar, me miró y volteó a ver que realmente estábamos solos. Desbloqueé mi celular para preguntarle a los demás en donde estaban.

Se cancelaron los ensayos.

Demonios.

-Se cancelaron los ensayos... -tomé mi maleta y caminé hacia la salida

-Vayamos a mi casa -tomó de mi muñeca

-No podemos Ares -intenté jalarme para soltarme de el, pero realmente era inútil.

-Somos amigos, estamos yendo como amigos.

Y las otras veces, ¿qué éramos?

¿Qué te hace pensar que eres especial?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora