-¿Qué es lo que quieres Chloe? -la miré de los pies a la cabeza haciendo seña de mal gusto
-¿No es obvio? Hablar con Ares
-Chloe, hablaremos luego -forzó la mirada
-No podemos dejar así el tema pendiente.
Dicen que la curiosidad es mala, pero dicen que es aún peor cuando te gana.
-¿Qué tema? -pregunté realmente curiosa
La mirada de Ares se tensó aún más, el veía a Chloe con odio y Chloe lo veía con malicia.
-¡Que bueno que preguntas! -La arpía dijo sonriente- Al parecer Ares no te ha dicho nada -tomó el brazo del chico que estaba parado junto a mi, cuyo nombre era Killian -Estamos esperando un hijo
"Estamos esperando un hijo"
-Y si el no se hace cargo del bebe, meteré una denuncia e irá a la cárcel
Mi mundo se derrumbaba en cuestión de segundos y eso al parecer le iba bien a Chloe. El dolor y la malicia la alimentan y es que gente como ella se gana la vida entrometiéndose en otras vidas.
Ella salió victoriosa de la escena, dejando el ambiente muy pesado.
-¿Es eso verdad? -Miré a Ares
No tuvo una respuesta instantánea, en cambio miró hacia abajo sin decir una sola palabra.
-Parece que nunca puedes hacer algo bien -lo miré decepcionada- ¿Pensabas decirme en algún momento? -empujé su pecho haciendo que este retrocediera
No decía nada, simplemente se quedaba callado, mirando al suelo, dejandome hablar, mas bien, gritar.
-¿Sabes? Por mas que intento verte alguna cosa buena, siempre terminas arruinando las cosas. Tu forma de ser es tan grosera conmigo, tan egoísta y tan mentirosa
-Farah... -susurró
-¡Guarda silencio! ¡Ya no se quien me da más asco, si tu o Santiago!
-¡Escuchame! -tomó mi brazo agresivamente y comenzó a gritarme- ¿Quien te crees qué eres? ¿Quien te dio el derecho para gritarme? -Pegó su rostro al mío -¿No sabes quien te da más asco? Pues te diré algo, mocosa consentida, deja de creerte la reina del mundo, no eres N A D A -señaló mi rostro agresivamente- Eres una niña mimada consentida, no se como tu padre puede aguantarte, realmente eres una estúpida. Ya entiendo porque tú mamá nunca está en casa, detesta estar contigo
Y metió la pata aun más. Me dolió
Dolió más que cualquier cosa en esta vida. Ares jamás se había dado el tiempo como para conocer el otro lado de mi familia, en cambio, habló como si supiese todo sobre mi.
Caminé hacia la entrada el salón, intentando contener el llanto. El siempre será Ares, jamás cambiará y mucho menos por cualquier cosa.
Sé fuerte. Sé fuerte. No derrames ni una sola lagrima.
Me detuve en seco, llevando un nudo en la garganta, alejandome una vez más de la persona que me hacía sentir todo sin siquiera tocarme. Probablemente nunca estuvimos destinados a estar juntos.
-Sí, probablemente sea una "estúpida consentida hija de papi" -hice movimientos con mis manos- pero por lo menos sé apreciar los sentimientos de la gente que me quiere -cerré la puerta del salón dejando al chico ahí parado
*
-Dijiste que vendrías en navidad, faltan tan solo unos cuantos días y hace ya casi un año que no te veo -Mordí una manzana que estaba en la barra mientras charlaba por teléfono con mi padre
-Tu papá ya está viejo, ya no puedes hacerme este tipo de viajes, esto es para gente joven Farah
-¿Estas consciente de que me harás viajar por casi 2 días para ir hasta allá?
-¿Estas consciente de que ya mi edad no es adecuada?
-Papá tan solo tienes 45 -reí
-¡Y tú 19! Además, tus amigas quieren verte, ya te extrañan, pide los días en la universidad y vente, he comprado tu boleto
Viejito travieso.
-¡Eso es trampa! -Grité
-¡Mentira!
Ahora que vivo en New York, las cosas han cambiado, estoy estudiando diseño de modas, deseo que mis ideas se hagan famosas y que todos quieran usar mi línea de ropa. Ahora con 19 años, las cosas son mucho más fáciles. Extraño a mis amigas, se que Georgia ya tiene novio y que Brisa y Emilia están buscando esposo {en realidad sus padres son los que ya las quieren casar, siguen con ideas antiguas} Taylor está muy feliz con todas y con su familia también.
Realmente las extraño bastante.
No tuve que pedir días en la universidad, gracias a mi compañera nerda y poco agradable, Suzzy Gringer, exenté todas las materias, así que no tendré que quedarme y puedo salir un poco antes que los demás. Hice mis maletas y tomé todo lo necesario para las siguientes semanas que pasaría con mi padre y mis amigas.
-¿Necesita algo más? ¿Café o agua? ¿Algún jugo? -la señorita me miraba con una sonrisa gigantesca
-Todo está bien, gracias -recosté mi cabeza en el asiento
Miraba a la ventana con una sonrisa pero con preocupación, tantas ganas de volver a ver a mi papá y a mis amigas, estaba bastante nerviosa. Sinceramente nunca antes había estado tan feliz, triste, preocupada, temerosa y nerviosa a la vez, estaba más que nerviosa y ni siquiera sabía porqué, no sabía si era por ver a mi padre, ver a mis amigas o por tener el miedo de toparme con alguien que no necesitaba volver a ver, Ares.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué te hace pensar que eres especial?
Romance«Falsos rumores sobre mi se recorren sobre los pasillos de este colegio y no es mi culpa, es que soy guapo e interesante.»