042 (parte II)

439 60 17
                                    


La amplia palma de Hanbin me cubre la boca cuando alguien llama a la puerta de su habitación, obligándome a contener los jadeos.

— ¡Zhanghaogie! —La inconfundible voz de Sushi se oye desde el otro lado—. ¡Sung Hanbin!

— Carajo. —Gruño, tratando de incorporarme, pero mi novio parece que no quiere dejar de embestirme.

— ¡Estamos ocupados! —Hanbin exclama.

— ¡Se hace tarde para la cena de cumpleaños de Nahyun! —Minjoo vocifera esta vez.

— ¡Muevan el trasero! —Yunbi acota.

"¡Arriba el matriarcado!" diría mi abuela en estos momentos. Y cuánta razón tiene. Sin Yunbi y sin Minjoo, Hanbin y yo estaríamos volando constantemente por una nube de desatención.

— Si supieran... —Murmura, en compañía de una firme nalgada que me obliga a reprimir un jadeo.

— Apúrate. —Le digo de mala manera. ¡Sabe que yo odio llegar tarde a cualquier lugar!

No sé cuánto tiempo nos lleva acabar, pero apenas lo logramos, Hanbin abandona la cama y va directo a vestirse para la cena que compartiremos con su ex asistente y su mejor amigo. Por mi parte, me quedo sobre el colchón, con el trasero levantado y lamentando todas las decisiones malas de mi vida como siempre. Pero tener sexo con mi novio no es una de ellas.

Cuando logro incorporarme, mis miembros inferiores duelen como si me hubiese arrollado un tren. Me acerco al amplio espejo existente en el cuarto para echar un vistazo a mi figura, notificando que la piel de mi culo está teñida de un rojo intenso.

Ruedo los ojos cuando mi novio se acerca a dejar un fugaz besito en mi espalda.

— Te amo. —Alarga, notablemente contento, mientras corre hacia el baño.

— Se nota.

Pasado el inolvidable polvo —porque me marcó como si fuese una acera recién pavimentada—, me doy una ducha de un minuto y diez segundos, para luego vestirme. Para nuestro sexto aniversario, Hanbin me regaló unos trajes increíbles de diversas marcas de sus colegas. Algunos los tengo en mi casa, y algunos los he dejado aquí, por si acaso.

Como si fuera poco, y especialmente para no levantar sospechas en caso de que alguien nos vea, Hanbin me permite conducir su Hyundai Equus de color negro para que Joo y yo nos traslademos hasta el restaurante donde cenaremos esta noche. Él y Sushi toman otro de sus tantos vehículos.

En el viaje de treinta minutos que comparto con la mayor de mis noonas, conversamos sobre diversos temas. Pero sin duda, el asunto que me resulta más destacable, es el de su deseo por querer casarse con Yunbi. No obstante, es algo que se ve imposible, puesto que el matrimonio igualitario no está legalizado en nuestro país y al parecer seguirá de esa manera por un tiempo.

Sí, ellas podrían ir a algún lugar en donde personas del mismo género sean capaces de casarse, pero no tendría ningún tipo de valor en Corea del Sur. Y, por obvios motivos, no tienen pensado mudarse de nuestro país por el momento, mucho menos con la llegada del bebé.

Pero hoy no es noche para que mi ansiosa mente se desvíe a causa de esos pensamientos. Hoy es el cumpleaños de mi piscis mujer favorita, quien casualmente es pareja de mi piscis hombre favorito. Esta velada solo debo enfocarme en pasarla bien.

Cuando llegamos al restaurante que Jinyoung reservó para que cenemos esta noche, un mayordomo nos recibe y nos muestra el camino hacia la mesa.

Allí nos recibe con una sonrisa la chica del cumpleaños, junto con su hermoso novio y su mejor amiga.

Tendencia + Torpeza - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora