038

554 62 4
                                    


Todo lo que acontece esta semana es totalmente nuevo para mí.

Para empezar: jamás había obtenido pases VIP para desfiles de Prada, Chanel, Burberry, Brandon Maxwell, Alberta Ferreti, entre otras reconocidas marcas y diseñadores.

Para continuar: en ningún momento de mi asquerosa vida del carajo, había viajado en primera clase. ¡Se vive mejor que en mi casa! Básicamente tienes a una azafata pegada a ti, dispuesta a sonarte los mocos si se lo pides. Bueno, yo estoy siendo un mejor pasajero y me conformo con un té caliente y que me enseñe a manejar la pantalla que tengo delante de mí, pues tenía un viaje de diez horas por delante. He elegido "Dos Hermanas" para ver.

Para finalizar: ¡nunca, jamás, ni en un millón de años había visitado Italia! Sin duda, aquel hecho es mi máxima emoción y lo que se queda con toda mi atención. Incluso ahora puedo sentir que soy capaz de orinarme en cualquier momento. Milán siempre fue un destino con el cual soñé muchas veces, pero que nunca me pude permitir.

En conclusión: la semana de la moda reúne a lo mejor de lo mejor en el ámbito de la indumentaria. Es una serie de eventos que no solo cuenta con desfiles muy bien elaborados y pagados, sino que también asisten celebridades, redactores de revistas, la prensa, compradores y por supuesto, admiradores.

Había escuchado hablar de eso una vez cada año, pero nunca me detuve a analizar lo compleja que es esta semana hasta que me tocó vivirla en carne propia. Como asistentes de Hanbin, Nahyun y yo tuvimos que organizar un itinerario perfecto para estos agitados días. Nuestro jefe no solo haría acto de presencia en el público, sino que cenaría con colegas y tendría varias reuniones también. Para un hombre de su índole, esta es la oportunidad perfecta para socializar y abrir la puerta a nuevos negocios.

Y Yunbi-ssi no se queda atrás, pero por lo que escuché, ella decidió no cargar demasiado su agenda. No quiere alterar a la bolita que está fabricándose en su pancita.

La pantalla que muestra el recorrido del avión, me indica que estamos pasando por encima de China. Inevitablemente pienso en mi madre, me pregunto si estará bien: no volví a saber de ella, claro está.

Mi compañera de asiento y trabajo está muy ocupada con su laptop, mientras que yo estoy sacándole algunas fotos a la vista que obtengo desde el aire. Después de rogarle un poco antes de subirnos al avión, Nahyun accedió a darme la butaca de la ventanilla.

De pronto, el metro cincuenta y ocho de Sushi aparece en mi campo de visión, cuando se levanta del asiento que está delante de nosotros y clava su mirada en mí. Como ya se ha quitado sus tacones y los ha reemplazado por sus pantuflas verdes, se apoya cómodamente sobre el respaldo de la butaca.

Inevitablemente, mis orbes se detienen a mirar embobado a esa adorable pancita que crece todos los días.

— Zhanghaogie, ¿puedo cambiar de lugar contigo por un rato? —Me pregunta—. Quiero hablar con Nahyun sobre cosas de chicas.

No necesito ser un genio para interpretar eso como un «ve a pasar tiempo con tu novio».

— Claro, noona.

Sushi me sonríe cuando le cedo mi lugar y me da una palmadita en el brazo.

Después de la muerte de su madre a manos de esa horrible enfermedad, ella ha estado bien. Al menos eso me hizo creer. El funeral fue muy corto y privado, Hanbin tuvo que asistir y enfrentar a Wooshik, quien estaba devastado, según me contó. Luego de eso, noona no derramó ni una lágrima, pero tampoco quería hablar sobre el tema con nadie. Bueno, con casi nadie. Hanbin me comentó que sí conversó con Yunbi-ssi acerca de su pérdida, pero no me dio detalles de la conversación y tampoco pregunté; no es de mi incumbencia, ella tiene que hacer su propio duelo, a su manera. Todo lo que yo puedo hacer desde mi posición, es apoyarla y estar presente.

Tendencia + Torpeza - HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora