Hyrik se encontraba en la sala de reuniones con el resto de los Caídos, 2 de ellos presentes en una pantalla, pues Castel y Iron hell aún se estaban recuperando de sus heridas, el único que faltaba era Black Fox, al cual estaban esperando, algunos de manera impaciente.
—Bien, ya creaste demasiada expectación —comentó Samir—. Ahora dinos, ¿por qué Nathaniel ha estado tan apartado del resto del equipo en estos últimos días?
El hevenziano suspiro.
—Será más fácil si lo ven ustedes —comentó mientras oía el sonido de unos pasos acercándose a la puerta—, al menos si es que lo consiguió.
El caminante de las sombras entró a la sala siendo observado por todos sus compañeros. Algo que les llamó la atención era que traía puesto su traje al igual que su máscara con el amuleto de anubis, y el brillo azul en sus ojos demostraba que estaba en funcionamiento, sin embargo eso no fue nada comparado a lo que vino después, y es que a pocos pasos detrás de él se encontraron con una figura que jamás pensaron volver a ver.
—¿Qué sucede Caídos? —preguntó el espadachín con soberbia—. Parece que vieron un fantasma.
Nathaniel observó a sus compañeros, en especial a Matías quien su única expresión fue el abrir ampliamente sus ojos, como si no fuera capaz de procesar correctamente lo que estos veían, algo que, a excepción de Klinn y Iron Hell, todos compartían.
—Parece que tuviste éxito —le dijo Hyrik, pues en parte también estaba sorprendido a lo que el pelinegro simplemente asintió.
—¿Qué fue lo que hicieron? —preguntó el líder de los Caídos seriamente.
—¿Siete tiene algo que ver? —inquirió rápidamente el rubio. Pensaba que viajaron a otro universo y esperaba que la respuesta fuera afirmativa mientras se repetía una y otra vez que esa era la única manera posible de que el Arasu estuviera allí. Aunque tanto la apariencia de éste como el hecho de que Nathaniel estuviera usando su amuleto lo hacían pensar en otra cosa, algo que confirmó al ver su amigo negaba con la cabeza.
—Estudie la naturaleza de cada uno de los amuletos —explicó el Agente—, cada uno tiene una utilidad especial que podía ser explotada para el combate, a excepción de uno. El amuleto de anubis tiene como función la comunicación con los que ya no están, pero también puede aprovecharse de otras formas, por eso le pedí a Fox que intentara usarlo para traer de vuelta a Ronin.
—¿Y pensaban decírnoslo en algún momento? —la sorpresa fue general al notar que el que se quejó fue Himeya—. ¿Por qué ocultaron algo así del resto del equipo?
—Yo le pedí a Nathaniel que no dijera nada —respondió el Hevenziano—, no sabíamos si funcionaría.
—Eso no es lo importante —interrumpió Samir que, extrañamente, se lo notaba algo molesto—. De por sí estos objetos son peligrosos, pero forzar su poder para un propósito diferente para el que fue creado es aún peor.
—El peligro que representan los amuletos es lo que me impulsó a tomar esta decisión —replicó Hyrik—, el enemigo ya cuenta con 3 amuletos, necesitamos toda la ayuda posible.
El mercenario lo miró fijamente durante unos instantes para finalmente hablar: —No estoy de acuerdo.
—¿Qué fue lo que ocurrió? —preguntó Nathaniel aún sin tener mucha idea de lo ocurrido en la misión. Además veía a Castel y Helena bastante heridos.
—Sarthor atacó la mansión Burjas en busca de un amuleto —contestó Yasser, sorprendiendo al pelinegro quien dirigió su mirada a Castel. Aunque este simplemente mantenía su cabeza baja, lo que hacía imposible dilucidar su expresión o estado de ánimo.
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Iniciativa Caídos 2: Tierra De Dioses™
FantasyHace miles de años los dioses egipcios gobernaban la tierra, o al menos eso dicen los mitos pero son sólo eso, mitos, historias inventadas por personas que buscaban explicar los hechos que no entendían, historias ilógicas y absurdas.....¿verdad? Lue...