La calle está solamente alumbrada por las farolas y algunos edificios.
Mariana:-Mira la hora que es, te dije que volviéramos más temprano.-
Me tambaleo cada paso que doy, mientras ella intenta sostenerme como puede. Como puedo sacó el teléfono y veo la hora.
-Son las 3:00 am.-
Marina:-No lo decía literal.-
-Debiste avisarme.-
Digo indignada, intento guardar mi teléfono pero se me cae al suelo. Me safo de su agarre y terminó por caerme, rio de mi situación. Ella se agacha para levantarme pero se tropieza y se va de largo hasta caer en unos arbustos a lo que yo solo atinó a reír como loca sin parar.
Mariana:-¡Meredith!
-Perdóname, mi amor. Ya voy.-
La ayudó como puedo y me vuelvo a tirar al piso para reirme al verle unas ramitas por el pelo. Mi estómago me duele y ella no para de intentar matarme con la mirada mientras intenta peinarse y quitarse las ramitas.
Mariana:-Juro que no volveré a dejarte beber.-
-Juro no beber de esta manera solo si juras no volver a caerte y hacerme reír.-
Mariana:-Cómo lo hice adrede.-
Susurra más para ella que para mí.