Capítulo 28

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Pasaron algunos días desde nuestra pelea, y la verdad es que no podemos tener una conversación por tanto tiempo si no empezamos a discutir.
Le he dejado empacar la mayoría de las cosas para que no tengamos que estar tanto tiempo juntas.

-¿Estás ocupada?-

Victoria:-No, dime-.

-¿Podrías recoger a Owen de la escuela? Iré a hablar con Mariana antes de irnos-.

Entré en la cocina y me senté en un banco de la barra.

Victoria:-Sin problema. Ve con cuidado. Si necesitas algo, llámame. Amor-. Me detengo en el medio de la cocina al escuchar que me habla, la miro. -¿Te esperamos para comer?-

-No. Si por algo llegó antes ya como con ustedes, pero no me esperen-.

Al llegar a la puerta de la casa de Mariana me empiezo a poner muy nerviosa. Precioso el botón del timbre y espero impaciente.
Estoy segura de que tardó menos de cinco minutos en venir a abrirme, pero yo lo sentí como si hubiera sido horas.
Al abrir la puerta me miré confundida, pero no dice nada. Mira hacia afuera y con la mano me invita a entrar. Entro y me quedo de pie. Escucho como se cierra la puerta detrás mío.

Mariana:-¿Quieres ir a la sala o al comedor?-. No le respondo y voy al comedor. Ni bien. Me siento en una silla cuando empiezo a llorar. -¿Qué sucede?-

-Me siento una mierda. Ni siquiera he hablado con Victoria. No sé si ella y yo estamos tratando de intentar volver o sólo estamos fluyendo de una manera cero organizada. No sé si le fui infiel o qué está pasando. Estoy muy confundida-.

Mariana:-Bueno si no han hablado del tema, creo que lo mejor es que lo hagan-.

-¿Hablar de qué exactamente? No quiero contarle nada de lo que pasó entre tú y yo, pero ahora mismo siento que es necesario hablarlo porque estoy apunto de volver a Puerto Rico a lo que era mi vida anterior-.

Está muy sorprendida y no hace nada por ocultarlo.

Mariana:-¿Desde cuándo planearon esto?-

-No lo planeamos. Ella fue la de la idea. Owen y yo estuvimos de acuerdo con ella-.

Mariana:-¿Cuándo se irán?-

-No tengo idea. Todo está pasando muy rápido-.

Mariana:-Solo piensas en huir-. Agacho la cabeza apenada porque es cierto y no se como responder a esto. -Meredith, de sobra. Sabes que esto no soluciona todos sus problemas-.

-¿Qué si soluciona todos mis problemas? Si me dices que lo soluciona te juro que lo hago pero hasta entonces seguiré firme a irme-.

Mariana me da clínex. Sueno mi nariz, y con otro clínex me limpio un poco fuerte las lágrimas a lo que ella retira mi mano, y con otro clínex me limpia a toquecitos.

Mariana:-La mujer más complicada que existe-.

Me dice con una sonrisa. Me río.

-Que idiota eres-.

Mariana:-Podría ser lo que tú quieras, pero jamás mentirosa-.

-A todo esto ¿no estabas ocupada? Bueno, es que llegué sin avisar-.

Mariana:-No, la verdad es que estaba perdiendo el tiempo, porque no tenía nada más que hacer-.

-Mariana-.

Mariana:-Hablo en serio. Realmente hoy no tenía nada que hacer. Preparé la comida pero aún no como nada ¿has comido ya?-

-Fingiré que te creo. No, aún no he comido nada-.

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