Capítulo XVII

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Ya estaban llegando a finales del año y por fin tendrían la excursión que hacían todos los de segundo año. Viajarían a las montañas y pasarían dos noches en ella, acampando, y para Marceline nada se escuchaba mejor.

Desde aquel día en la biblioteca, cada vez que Bonnibel se encontraba cerca de Marceline, sus dos amigas actuaban como una muralla entre ellas. A Marcy le deprimía, ya que estaba deseosa de hablar con Bonnibel.

Estaban en el aparcamiento de la escuela, esperando para subir a los autobuses. Fionna golpeteaba la suela de sus zapatos contra el piso, ligeramente. Las dos chicas enviaban una mirada desaprobadora a Marceline.

-Dos horas. Las dos putas horas de la ceremonia estuviste mirando a Bonnibel -la regañó Fionna, y la ojiverde bajó el rostro.

-Ya te estás dejando en ridículo. -Marceline pensaba hablar cuando la peliazul la mandó a callar-. Y no me vengas con el númerito de que es hermosa y todo eso.

-Ustedes no me han dejado estar cerca de ella, prácticamente me siguen hasta el baño -dijo, exasperada, y sus amigas asintieron.

-Así es como debe ser -le dijo Patience.

-Te protegemos -agregó Fionna.

-No como esta guarra de aquí -dijo la ojiazul, señalando a la peliblanca que tecleaba en su móvil.

Cake levantó el rostro, mirándolas.

-Está enamorada, ella no puede hacer nada contra eso.

-¡Olvidarla!

-Raparle el cabello -Patience sonrió, y Fionna apoyó la idea.

-Se vería hermosa, aun sin cabello. -dijo sin pensar Marceline, y sus mejillas se sonrojaron -. ¿Escucharon?

-Esperen un segundo, voy al baño a vomitar -dijo Fionna, haciendo una mueca.

-Y mira, ahí está tu amada chica -Patience comentó, sarcásticamente, señalando a la animadora a lo lejos.

Allí estaba Bonnibel. Braco la recostaba contra el bus y prácticamente le comía la boca, cada día parecía que se besaban con más fuerza. Por un segundo, pensó que la lengua de Bonnibel saldría por el ojo de Braco, la pelirosa enredaba los dedos en el cabello del chico pero, de un momento a otro, lo apartó lejos de ella. Se miraron con la respiración agitada y se dijeron algo que no pareció contentar del todo a Braco. Marceline no pudo soportar el seguir mirando y sus ojos se humedecieron, desviándolos.

-Ella... yo... yo... iré a ver cuándo partimos -dijo, en un susurro.

Cake observó a sus amigas con reproche, y ellas entendieron que tal vez sí se habían pasado un poco. Fue hasta donde el profesor y preguntó, dentro de unos diez minutos saldrían los autobuses. Esperó, mirando a los estudiantes avanzar, y se sentía tan cansada que ya no veía el momento para echar una siesta durante el viaje.

Escondía las manos en los bolsillos de su chamarra y bostezó, achicando los ojos. Observó a Bonnibel hablando con el profesor a un costado y decidió no verla, le dolía mucho últimamente. En realidad, siempre le dolía. Era su culpa por haberse enamorado de ella, tonta, tonta.

-¡Vayan subiendo por orden de lista! -gritó el profesor, y todos fueron tranquilos.

Marceline se acomodó la mochila de viaje en su hombro, el equipaje completo ya guardado en el maletero del bus. Patience sujetó sorprendida a su amiga por el brazo y Fionna reclamaba al profesor, Marcy seguía sin enterarse de nada ya que estaba muy distraída.

-No, mire otra vez la lista. Marceline no puede ir con ella -dijo Patience, con desprecio, y sujetó más fuerte a la ojiverde.

-Así es el orden, jóvenes. Bubblegum, ve entrando. -dijo el señor Gusano a la pelirosa, quien mostró una mirada inocente y luego le sacó la lengua a Patience y Fionna, las dos estaban echando humo -. Abadeer y Bronwyn, se sientan con ella.

Rivales | Bubbline | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora