Marceline se encontraba tranquilamente sentada en el sofá, era cómodo, mientras esperaba a Bonnibel. Después de un rato, sintió que alguien la vigilaba y, cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita peliroja observándola. Parecía querer acercarse y la miraba con los ojos brillante y repletos de curiosidad, Marceline quería hablar con él. Era muy lindo como para no hacerlo.
-Hola ricitos, yo soy Marceline, una... mmm, compañera de tu hermana -dijo, un poco insegura, acercándose al niño, él no se movía.
-Me llamo Neddy, no ricitos -dijo, con la vocecita altanera de su hermana, Marceline hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro del niño-. Te ves graciosa.
-¿Crees que soy graciosa, ricitos? -dijo, avanzando paso a paso y el niño sonrió, asintiendo-. ¿Te puedo decir así?
-Sí, me gusta. Me hace sentir bonito -respondió, aún con una sonrisa al ver la manera en que caminaba la ojiverde.
-Tú eres bonito, ricitos - aseguró la chica, y los ojos de Neddy parecieron iluminarse.
-¿Sí? -preguntó emocionado, y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su peluche rojo en una mano.
-Sí, lo eres y... ¡ahhh! -pegó un chillido cuando tropezó con la alfombra y cayó de espalda, dándose un golpe en la cabeza-. Ay.
-¿Te estás riendo de mí, ricitos? -preguntó Marceline, con diversión, mientras observaba el rostro feliz del niño.
Neddy comenzó a reír mientras la ojiverde se sentaba, el niño fue hasta las piernas de Marceline y se sentó en su regazo, mirándola con una mezcla de curiosidad y emoción.
-Sí, eres muy tonta -dijo, riendo con la lengua entre los dientes, y Marceline casi se desmaya de la ternura, era la misma expresión que hacía Bonnibel. El niño colocó sus dos manitas en cada mejilla de Marcy, acercándose-. Tus ojos son muuuuy verdes, y tienes pelo azul, como de pitufo.
Bonnibel sólo pudo reír mientras el pequeño pelirojo la veía con intensidad, sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Bonnibel.
-¿Te gustan? -preguntó, y el niño asintió enérgicamente, aún sin soltarle el rostro.
-A Bonnie también le gustan, siempre habla sobre unos ojos verdes que la vuelven loquitaaaa-dijo, canturreando, y Marceline se ruborizó, ricitos comenzó a reírse emocionado mientras aplaudía-. Y eso hace cada vez que tío le dice tu nombre -dijo, refiriéndose al color rojo en las mejillas de la ojiverde.
-¿Tío? ¿Tu tío me conoce? -preguntó, incrédula, con el corazón en la garganta.
-Nop, pero algún día quiere hacerlo. Pero yo te conocí primero, ¿verdad? -preguntó, y la ojiverde asintió, logrando que el niño sonriera más-. Este es mi peluche, se llama Neddy también, pero Bonnie le dice Neddy Jr -dijo, levantando al dragón entre rosado y rojo, se había sentado aún más entre las piernas de Marceline y parecía cómodo mientras alzaba al peluche.
-Es muy lindo, parece de verdad -dijo, sintiéndose tonta, pero era lo primero que había pensado.
-¡Yo también dije lo mismo! -exclamó el niño, volteando a ver a la chica con adoración en esos ojos celestes, ¡al fin alguien que la entendía!-. Vamos a ver qué hace Ary, está haciendo mi comida favorita.
Se levantó y tomó a Marceline de la mano, en la otra llevaba a Neddy Jr, obligándola a pararse y guiándola hasta la cocina. Marceline sentía miedo de que Bonnibel le fuera a retar, pero los ojos celestes del pequeño pelirojo la derretían por dentro, estaba dispuesta a soportar las consecuencias.
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Rivales | Bubbline | Adaptación
RomansaMarceline Abadeer comienza la secundaria sintiendo las burlas del grupo de los populares, entre un grupito de chicas que la fastidian conocerá a la porrista Bonnibel Bubblegum. Desde el primer encuentro entre ellas se desatará una gran rivalidad y g...