Las crónicas de Tanya la Führer

Capítulo 98: Verdad o Consecuencias

Capítulo 98: Verdad o Consecuencias

Mary tosió y se puso de pie con dificultad, sorprendida de tener la capacidad de hacerlo. Su memoria era borrosa, pero recordaba haber sido follada de verdad. Atrapados y rodeados de explosivos de alta potencia sin ninguna forma de escapar. ¿Por qué sigo vivo? Solo un milagro podría haberme salvado.

Ella negó con la cabeza. Sin embargo, no se había sentido así. En el pasado, ella había sentido Su mano sobre ella, guiándola, dándole poder. Pero ese sentimiento de lo Divino había desaparecido hacía mucho tiempo. La reconfortante certeza de propósito, de rectitud, se había desvanecido un día y nada de lo que hacía, ni las oraciones ni las súplicas la habían devuelto.

¿Tal vez matar al Diablo lo haría?

La lluvia y la brisa comenzaron a levantar el polvo del edificio derrumbado y de la explosión. Lo que vio no tenía ningún sentido. Todas las paredes detrás de ella fueron voladas, pero las de enfrente estaban sustancialmente intactas. Dada la cantidad de explosivos, todo debería desaparecer. Entonces, ¿qué está pasando?

Caminó hacia la parte intacta del edificio, teniendo cuidado de no tropezar con los escombros, ya que los últimos restos de humo y polvo finalmente se habían disipado. ¡Se detuvo, aturdida por lo que vio!

Un rincón del almacén estaba completamente intacto y relativamente ileso. Había cinco hombres de metal muy coloridos frente a ella con sus escudos dispuestos en un sólido muro de defensa. No sabía quiénes eran ni de dónde venían, pero tenía que adivinar que su presa estaba detrás de ellos.

—Muévete o muere —dijo simplemente, con su voz ronca—.

El rojo dijo simplemente. "Eso no va a pasar".

Su voz tenía un odiado acento alemán, pero le recordaba a alguien que la hacía sentir profundamente incómoda. Sin embargo, pudo ver que había alguien detrás de ellos en las sombras, fuera de la vista. "¡Dije que se moviera!"

"Y le dije que no".

La rabia se apoderó de ella y disparó una poderosa ráfaga pero, sin orbes y debilitada como estaba, no fue suficiente para matarlos de inmediato. Las marcas de derrape se formaron en el suelo a medida que eran empujados hacia atrás, sus escudos y armaduras apenas se sostenían. Pero, después de varios segundos de tensión, ¡quedaron impresionados por la creciente presión! ¡Sus cuerpos fueron arrojados fuera del almacén, destruyendo cualquier pared que pudiera haber estado en su camino!

¡Ahí está!

Degurechaff yacía allí, aparentemente inconsciente, aunque tenía algunas heridas, salpicaduras de rojo contra el vestido azul.

Mary dio un paso adelante, pero de repente había una docena de personas más en el camino.

Pequeños.

La mayoría sostenía cosas extrañas atadas a sus brazos o palos endebles y torcidos. Uno de los que estaba al frente se limitó a levantar los puños. "¡Aléjate de ella!" ¡Buddy gritó a todo pulmón!

Waldo estaba a su lado con un cohete de muñeca listo. "¡No vamos a dejar que la lastimes!"

Su determinación flaqueó por primera vez. ¿Por qué? ¡Por qué! ¿Por qué la gente siempre se apresura a defenderla? "¡Quítate de mi camino! ¡AHORA!" Volvió a levantar la mano y todos los niños se estremecieron, obviamente asustados. Pero ninguno de ellos se movió. Algunos incluso sollozaban de miedo, pero incluso ellos se negaron.

"¡Vete, mala persona! ¡Vete!" Era uno de los niños que lloraban, una niña negra, y ni siquiera tenía un arma. Se mantuvo firme con los demás. Su voz reunió a los demás y pronto hubo múltiples gritos que decían que se fueran. "¡Vamos! ¡Vete!"