Las crónicas de Tanya la Führer

Capítulo 115 - Manos sobre el agua

Capítulo 115 - Manos sobre el agua

[Océano Atlántico]

Resultó que el barco más rápido y cómodo era en realidad uno de los buques portacontenedores recientemente comisionados. El diseño era mucho más simple que el de un barco estándar y estaban diseñados para ser eficientes. Una característica accidental fue que había más espacio de lo habitual para la tripulación y los pasajeros. Lujoso no era, pero había mucho espacio y la cocinera estaba dispuesta a dejar que las sirvientas de Tanya tuvieran acceso a la cocina para preparar café y bocadillos entre comidas.

Pasó su tiempo planeando su mini-gira por Europa y alimentando a Johnson canción tras canción de su repertorio al que solo le faltaba el instrumento y el intérprete para darles vida. Parecía ser un hombre impulsado, que apenas comía y tenía que ser obligado a dormir. Solo años de callos ganados con tanto esfuerzo evitaron que sus dedos se rompieran (aunque Tanya le dio un puñado de púas de guitarra nuevas que planeaban vender al mismo tiempo que las guitarras nuevas).

Las habilidades de Felite en la batería también mejoraron, posiblemente convirtiéndola en la primera baterista femenina que Tanya había conocido o incluso escuchado en esta nueva vida. La frívola sirvienta se había concentrado bastante en sus nuevas habilidades, ¡aunque bastante menos que Robert! Al igual que el guitarrista, Tanya le dio consejos y riffs de batería que recordaba para poder ayudar a introducir innumerables canciones de rock que solo vivían en su cabeza en este momento.

No podía pasarse todo el tiempo haciendo música, había que pensar en la situación alemana. Pero, para el ojo inexperto, simplemente se estaba relajando. Sorbía una taza de refresco mientras Mercedes le cepillaba cuidadosamente el pelo. ¿Quizá algo más atrevido? Dos trenzas laterales con caída natural. Mientras sea profesional, a ella no le importará, ¿no? Entonces, ¡la respuesta es sí!

Mercedes charlaba mientras trabajaba, con las manos y los ojos completamente separados de su mente y su voz. "No entiendo todos los detalles de la ley, pero usted no parece preocupado, ¿así que es un asunto menor?", preguntó en ispano.

Tanya respondió de manera similar, ya que estaba usando este viaje para afianzar su uso del idioma. "Yo no lo llamaría pequeño. Probablemente sea la legislación más importante en la historia de Alemania desde la rendición... y durante décadas antes de eso. Una de las ventajas de una monarquía dirigida por alguien a quien no le gustan los cambios radicales es la estabilidad. La gente estaba acostumbrada a eso e incluso aquellos que no eran partidarios del Káiser están inquietos por esto".

"¡Y sin embargo, no estás nervioso en absoluto!" ¿Cintas? No, no, todavía no. Es demasiado pronto.

Ella se encogió de hombros. "¿De qué hay que tener miedo? Al final, es solo dinero. Hace dos años o incluso hace un año podría haber detenido mis planes, pero ahora es solo una cuestión de qué tan sangriento se va a poner".

"¿Sangriento? ¡Dios mío! ¡¿Habrá otra guerra?!"

—En sentido figurado, Meche. En este caso, la sangre derramada será oro y el que se desangre primero, pierde". Sonrió de una manera que se sabía que hacía palidecer a los hombres fuertes. "Soy bastante bueno haciendo que el otro chico sangre MÁS".

Mercedes asintió, satisfecha de que su empleador tuviera la situación bajo control. Trenzas de vez en cuando, una pinza decorativa para el pelo... ¿Quizás un tejido de cinta para los días libres? ¡Pronto, sí, pronto!

* * *

Robert estaba interpretando una versión conmovedora de Papa was a Rolling Stone sin acompañamiento. "...wherever he lay his hat was home. And when he died, all he left us was alone!"