Las crónicas de Tanya la Führer

Capítulo 27: Papeleo

Capítulo 27: Papeleo

El último día de Tanya en el ejército estaba llegando rápidamente y estaba tratando de decidir la mejor manera de irse. Después del fiasco de su absolución (desde el punto de vista de la Oficina Política), estaba segura de que preferirían que se desvaneciera silenciosamente. Siendo ese el caso, ¿qué puedo exprimir de ellos antes de irme?

Normalmente, ella ni siquiera consideraría tal cosa. Dos semanas de aviso sin puentes quemados ... Así era como actuaba una persona racional. En este caso, sin embargo, no había buena voluntad entre ella y la Oficina Política y ella estaba en buena posición con los militares. ¡Esta fue una buena oportunidad para usarlos para cualquier ventaja que pudiera! El dinero está fuera... El gobierno está básicamente en bancarrota. Entonces, ¿cómo puedo usarlos ... ah, ¡eso es todo! Ahora a prepararse para la salida más adecuada.

"Capitán, ¿tiene un segundo?"

Visha asomó la cabeza detrás de una pila de cajas. Afortunadamente, ella había sido capaz de comandar un escuadrón de subordinados para manejar el trabajo duro mientras ella solo manejaba la logística. Aún así, la tarea era desalentadora ya que el papeleo se había acumulado incluso durante los tiempos en que estaban en todos los frentes de la guerra. "¡Por supuesto, señora!"

"Verifique si los medios de comunicación todavía están sujetos a la censura en tiempos de guerra y consígame los nombres de algunos periodistas que podrían estar hambrientos de una historia interesante".

"En realidad, conozco a algunas personas y las reglas salieron de los periódicos cuando estabas en la República".

Tanya parpadeó. "¡Nunca dejas de sorprenderme, Serebryakov! Extrañaré tenerte como mi ayudante después de que me vaya".

Visha hizo una pausa y luego se puso de pie. "¡Permiso para hablar libremente, señora!"

"¿Eh? Concedido, por supuesto".

"Gracias, señora". Sus ojos eran serenos pero con una voluntad inquebrantable que sorprendió a su comandante. "No tengo intención de permanecer en el ejército si no estás aquí".

Ella respondió lentamente. "Se avecinan tiempos difíciles. En el ejército, al menos en tiempos de paz, nunca te perderás una comida y siempre tendrás un techo sobre tu cabeza. La paga no valdrá el papel en el que está impreso, pero te las arreglarás".

"Luchamos para salvar al país y lo hicimos. Luchamos para mantenernos vivos y también lo hicimos. Luchamos para proteger a nuestros camaradas y tuvimos éxito en su mayoría. ¿No es hora de dejar de luchar y empezar a vivir de nuevo?"

"¿Qué harás, entonces? ¿Esta es la única carrera que has tenido y la tirarás a la basura?"

"Si pudiera, me gustaría quedarme con usted, comandante. Puede que estés deprimido, pero nunca estás fuera y hay otras ... razones... personales."

"¿Puedo preguntar?"

Respiró hondo. "No quiero ver a uno de mis amigos más queridos solo en el mundo". Un brillo entró en su ojo. "Además, ¿no sería malo si hiciera que mi hija tuviera que valerse por sí misma?"

Tanya se enrojeció, "Eso, eso ..." ¡Entonces comenzó a reírse de lo absurdo de todo! "No puedo criticar tu argumento, 'madre'. ¿Supongo que has manejado tu propio papeleo?"

"Sí, señora. El día que nos enteramos de que te estaban expulsando".

"¿Qué tal el resto del kampfgruppe?"

"Los convencí de que se quedaran hasta que les dijeras cuándo sería mejor retirarse. Será mucho más difícil para ellos renunciar en un horario específico, especialmente cualquier mago, pero con recortes presupuestarios y reducciones de fuerza, algunos al menos podrían lograrlo".