Las crónicas de Tanya la Führer

Capítulo 39: En el camino otra vez

Capítulo 39: En el camino otra vez

Ser X meditado en SU trono (en un sentido metafísico, ya que la forma en que los mortales lo imaginaban no era indicativo de SU verdadero yo). ÉL había cometido un error (no es que ÉL alguna vez lo admitiera...) al tratar de empujar a la incrédula a la fe, ÉL la había puesto en una posición perdedora... por así decirlo. Con el final de la Gran Guerra, ¡ÉL había ganado la batalla, pero había perdido SU herramienta más valiosa y casi el conflicto mayor! ¿Quién hubiera pensado que sería más astuta y mucho más en su elemento en la derrota que en la victoria?

Fue una realización irritante, sin duda.

Con el Objeto Sagrado encerrado, y sin conflictos actualmente, SU influencia sobre ella había disminuido notablemente. Aunque poderoso, había limitaciones que mantener, y ÉL no podía actuar sin cuidado. Incluso ahora, el Alto Equilibrio se estaba inclinando demasiado y ÉL se vería obligado a confiar en manipulaciones sutiles ... nunca SU fuerte.

Miró un tablero de ajedrez (de nuevo, una caracterización metafísica tremendamente inexacta de la realidad) y tocó una pieza muy ligeramente. "Allí. MI se hará".

* * *

Tanya y Visha estaban estudiando detenidamente un mapa de Europa. Había alfileres atrapados en varios "puntos calientes" y lo estaban discutiendo vigorosamente. Tanya golpeó el mapa varias veces con un puntero. "El Este y el Norte están obviamente fuera de discusión. La logística es terrible y el clima aborrecible".

Visha asintió. "Eso también se aplica a Occidente. La Commonwealth no es, bueno, ideal para esta misión. Ispagna se ha vuelto inestable. Y los Estados Unidos están demasiado lejos".

"Estoy de acuerdo. Nuestro único escape es hacia el sur". Ella golpeó firmemente el Reino de Ildoa. "¡Ahí! ¡Podemos escapar de este miserable invierno y tener nuestras vacaciones!"

* * *

Por supuesto, había ciertos problemas antes de que tanto el presidente como el vicepresidente pudieran estar fuera de la oficina por un período de tiempo prolongado. Pero esto cuando el genio del sistema de gestión de Tanya realmente se dio a conocer. Esclava de las reglas corporativas en Japón, y bastante hábil para navegarlas, su nueva estructura comercial era mucho más simple: encontrar buenas personas y darles la libertad de hacer su trabajo.

Naturalmente, si alguien NO se desempeñaba, no tenía problemas para cambiar sus roles o responsabilidades. En esta era sin una legislación onerosa sobre los derechos de los trabajadores, ella era bastante libre de mover a las personas a las mejores tareas para que coincidieran con sus habilidades. Al principio, pensó que habría resistencia a estas decisiones, pero sus trabajadores tomaron sus nuevos deberes con calma. ¿Podría ser que los trabajadores "modernos" fueran tan mimados y con derecho? ¡Ciertamente, los momentos finales de su última vida dieron crédito a esta teoría!

Al final, solo necesitaban manejar los problemas actuales y asignar subordinados para realizar un seguimiento de lo inesperado y llamarlos si era necesario. Con sus nuevos fondos, una o dos llamadas internacionales difícilmente afectarían sus finanzas.

Visha miró su equipaje abierto y vacío con el ceño fruncido. "¿Qué empaco para unas vacaciones en la playa?"

"Nada."

"¿Qué?"

"Oh, toma algunos artículos de tocador, y tal vez una sola muda de ropa, pero compremos lo que necesitamos cuando lleguemos allí". Su sensibilidad como viajera moderna tendía hacia la luz en lugar de la inclusión. "No estamos invadiendo la Federación Rusa, solo nos tomamos unas semanas de descanso. Tienen lavadoras en Ildoa, ¿no es así? Compraremos algunos atuendos y si hay absolutamente algo que quieras conservar, podemos enviarlo de vuelta".