Capítulo 1

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Narra Kotaro:

Entre las cosas que más me molestaban de las mañanas, el despertador sonó indicando que hoy comenzaría una nueva rutina,lo digo de esta manera ya que las vacaciones han terminado y ahora comenzaré otro nuevo año escolar. Con una actitud totalmente pesimista he apagado el despertador y me he ido a bañar.

Más de 40 minutos he tardado en arreglarme, debo verme bien y guapo para hacer caer a varios bombones en la Academia. Baje a paso lento al comedor encontrandome con mis padres. Y se que muchos tal vez no lo saben, pero son dos hombres.

Shin Higaku y Umeji Kizuguchi.

Esos dos no paran de mostrarse afecto, hasta en algún momento me han dado náuseas de pensar que terminaré así con alguna chica. Me senté a comer mi desayuno rápidamente mientras mi hermana apenas bajaba, me saco la lengua como gesto de Buenos días y se sentó a desayunar.

Hoy el clima no se veía de buenas, así que lleve un pequeño paraguas en mi bolso por si en algún momento empezaba a llover. Me fui a la dichosa Academia, era una mierda estudiar, pero oigan, yo si quiero ser alguien en la vida.

Cuando llegue hice la misma rutina, cambiarme los zapatos, mientras lo hacía se escuchaba a los demás murmurando sobre el chico que había ingresado el año pasado. Decían que a lo mejor no hablaba con nadie por que es hijo de uno de los Saikou, y que era un niño presumido.

Solo hablan puras mierdas.

Me fui a dejar mis cosas en mi salón, tenía mucho sueño así que ahí me recostaría un raro para dormir, cuando entre al salón me di cuenta de un chico que estaba sentado en mi asiento correspondiente. Me fui acercando a él y se dio cuenta rápido de mi presencia.

—Oye chico, me darías un espacio. Este es mi asiento, si ves que tiene mi nombre escrito ahí—Le señale la parte donde estaba mi nombre escrito con marcador Permanente—Así que por favor, dame un permiso—El chico ni se inmutó. Solo me volteo los ojos y me miro fijamente.

—No me da la gana—Me respondió. Su voz era suave, y juro que si trata de amenazarme me voy a reír—¿Por que pelearías por un asiento?, hay muchos. Yo vi este y me dio la gana de sentarme aquí—No quería amargarme la exigencia hoy, así que solo me senté al frente de el.

El silencio reinaba en el Salón.

Así paso el día, me dormí en las mayorías de las clases pero sabia que mis amigos me pasarían la tarea. Coquetee con algunas chicas del club de cocina, deportes y como no podía faltar, ocultismo.

Estuve con mis amigos un rato, hasta que cada uno se empezó a ir. Yo debía esperar a mi hermana, que aún seguía en clases, me cambie los zapatos y cuando lo terminé de hacer, una fuerte lluvia cayó.

Era muy ruidosa y caía a montones, lo bueno fue que había traído un paraguas para no mojarme. Ahora me negaba a esperar a mi hermana, total, los regaños de mi papá no son la gran cosa.

Cuando me iba a ir, mi vista se dirigió hacia un lado, viendo así al chico que me había robado mi asiento temprano. Veía la lluvia con algo de preocupación, como si nunca fuera a acabar, y en mi razonamiento lógico, notaba que a lo mejor tenía cosas que hacer en casa.

Me acerque a el, el me miro y me hizo una mueca, como si le cayera mal.

—¿Que quieres?, no me digas que este es tu puesto de espera también—Dijo disgustado.

—Bueno... Ten, no te puedes ir mojando—Le di mi paraguas, este lo tomó confundido.

—¿Y entonces?, ¿Como te irás tu? —Me pregunto con un leve rubor en sus mejillas, algo hacia ver muy...

Tierno.

—¿Yo?, puedo irme sin problemas—Tome mi bolso y lo puse arriba de mi cabeza—Antes de irme, ¿Cual es tu nombre? —Le pregunte curioso.

—Kotaro, ¿Y el tuyo? —Me quedé sorprendido por un momento.

—¡Que coincidencia!... Yo me llamó igual, hasta mañana Kotaro! —Dije y empece a correr usando mi bolso como paraguas.

Cuando llegue a casa, era de esperarse el regaño de mi papá Umeji por no esperar a Beniko.

Después me fui a bañar y a hacer mis deberes, pero de mi cabeza no salía aquel chico...

De cierta manera lo veo muy lindo.

~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora