Extra #3

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Narra Ash:

Después de unos meses, por fin se pudo hacer justicia para el pequeño Haru, su padre ya tenía otros cargos por robo, por lo que fue llevado a la cárcel.

En cambio, Haru se quedó con su mamá. El viene a casa casi todos los días y nos encanta estar con el. El dice que es muy feliz estando con nosotros ya que nos encanta mimarlo. Y es que es un niño tan bonito.

Hoy Kotaro le compró unos zapatos nuevos, y estaba muy emocionado en esperar a que viniera el niño para darle su pequeña sorpresa.

Después de una hora de espera, el timbre de la casa sonó. Fui muy emocionado a abrir encontrandome con Haru, el cual tenía una gran sonrisa y abrazaba su peluche muy fuerte.

—¡Que bueno que vienes Haru!, ¿Ya comiste? —Dije mientras lo dejaba pasar.

—¡Si señor!, Mi mamá me hizo el desayuno hoy—Eso era algo de sorprenderse.

La mamá Haru no es tan atenta con el. Hasta el dice que ni asiste a las reuniones de su colegio y mucho menos suele hacerle el desayuno, por lo que viene a nuestra casa.

—Vaya, bueno, puedes ir a sentarte en la cama, tengo algo para ti—Dije mientras iba subiendo las escaleras.

El hizo caso y se fue hasta la Sala a ver televisión, es un niño muy activo y puedo decir que ahora está mucho más feliz ya que no está su papá aquí. Baje con la Caja de zapatos en mano y fui hasta la Sala.

—¡Mira Haru!, Son para ti—Dije mientras ponía la Caja de zapatos al lado de el.

—¿De verdad? —El niño veía la Caja con emoción—¡Muchas gracias señor! —Dijo mientras abría la Caja de zapatos.

El los tomó y se los puso. Por suerte le quedaban bien, después de un rato Kotaro había llegado. Haru al verlo corrió a abrazarlo y le presumió un poco los zapatos nuevos. El se veía muy contento por su regalo.

El timbre de la casa había sonado, cuando Kotaro fue a abrir nos encontramos a una señora junto a una niña. Ella veía a Haru con algo de enojo y nos tiraba miradas asesinas a mí y a Kotaro.

—¡Con que aquí has Estado todo este tiempo!, Claro, me dices que vas a jugar y vienés a la casa de estos enfermos!, ¡No ves que ellos te pueden contagiar de su enfermedad! —Ella jalo a Haru, el cual se negaba a irse.

—Disculpe señora, pero de que esta hablando, el esta aquí porque usted es incapaz de cuidarlo!—Dijo Kotaro mientras tomaba un brazo de la señora.

—¡No me toques!, ¡Ustedes dos están enfermos!, ¡Dos hombres no pueden estar juntos!, ¡Ustedes pueden contagiar a mi hijo y no dejare que eso pase! —Dijo mientras apartaba la mano de Kotaro.

—¡Escuche señora!, A usted no le importa su hijo por que si no no estaría aquí con nosotros, aquí es donde come y se siente mejor. Por lo que le pido que lo suelte que lo está lastimando! —Dije mientras me acercaba a la señora e intentaba hacer que soltara a Haru.

—¡Mamá no quiero ir!, ¡Me quiero quedar con ellos! —Dijo Haru mientras unas pequeñas lágrimas caían de su mejilla, dando a entender que su mamá estaba lastimandolo.

—Que?,¡¿Estas loco?!—Ella lo soltó mientras lo veía con decepción—¡Entonces si es así pues quédate con ellos!, ¡Nunca me importaste por que fuiste un error!, ¡Tu hermana siempre será mejor que tu! —La señora empujó a Haru, después de eso, de fue junto a la niña.

Haru se encontraba en el piso, lo ayude a levantarse y el se aferró a mi pierna mientras lloraba. Kotaro lo tomó en sus brazos y lo llevó hasta adentro, su brazo tenía una gran marca que había dejado esa señora.

El niño estaba llorando mucho, lo cual nos puso tristes, después de un rato, el dejó de llorar y se quedó en los brazos de Kotaro.

—¿No me van a dejar solo? —Pregunto el niño mientras nos veía con sus ojitos algo acuosos.

—Claro que no, siempre estaremos contigo—Dijo Kotaro mientras quitaba su cabello de su cara.

—¿Puedo quedarme con ustedes? —Dijo mientras pasaba sus manitos por su cara.

—¡Claro que puedes!, A nosotros nos encanta tenerte aquí—Dije mientras me sentaba al lado de Kotaro.

Después de un rato, Haru se había quedado dormido. Kotaro lo llevó a nuestra habitación y lo dejó en nuestra cama, después, ambos fuimos a la cocina.

—Sabes, creo que deberíamos adoptarlo...
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Han pasado más de tres meses desde ese día en el que la mamá de Haru nos lo dejó. Desde ese entonces, su mamá no se aparecía por ninguna circunstancia, y solamente lo hizo para firmar los papeles de adopción.

Ahora Haru era nuestro hijo, el se veía muy feliz por estar con nosotros. Kotaro y yo decidimos mudarnos y en la nueva casa le hicimos un cuarto solo para el, lleno de juguetes y todo lo que el quería.

Lo cambiamos de escuela, e incluso tiene un mejor rendimiento académico, y eso es aún mejor. Ahora somos una familia feliz.

Tenía al mejor esposo del mundo, y compartíamos mucho tiempo como familia. Nunca me había sentido tan feliz de vivir, y siendo sincero, desde que Kotaro llegó a mi vida...

Fue lo mejor del mundo.

Fin del extra #3

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~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora