Capítulo 20

44 3 3
                                    

Narra Kotaro:

Hoy iba a haber una fiesta en la institución. Y no iba a perderla ya que hoy Kotaro volvería a mi.

Me arregle lo mejor que pude. Me puse un pantalón azul con una camisa de botones blanca,obviamente que tenía manga larga y no podían faltar mis guantes.

De seguro no se ve ninguna cicatriz.

Y me fui. En todo el camino estuve pensando en mi plan. Me vestía de esta manera formal por ser un Saikou, así que debería ser todo lo que se espera de alguien con ese apellido. No podía entender por qué mi apariencia sea tan dócil cuando soy difícil de domar.

Cuando llegamos baje del auto y fui hasta el gimnasio. Ya ahí mis guardaespaldas se quedaron en la puerta y yo entre llamando la atención.

Varias suspiros de chicas no se hicieron esperar. Hasta que vi a Kotaro en una de las mesas y  me fui hasta allí.

—Hola Kotaro... —Dije haciendo que volteara.

Al verme quedo totalmente en trance. Sus mejillas tomaron un ligero rubor haciéndolo ver muy guapo. Sus ojos verdes eran tan hermosos y sus labios eran tan suaves.

Por Dios, ¿Que estamos pensando?.

—Ash... N-no esperaba a que estuvieras aquí... —Se rasco su nuca nervioso mientras intentaba no verme a los ojos.

—Bueno, me enteré y decidí venir... Y tu, me imagino que vienés con Sora... —Dije con ganas de gritarle a Kotaro en la cara que Sora es una zorra.

—Pues si... Que raro que no estés con Yoshio, el de seguro estaría aquí buscandome problemas... —Al decir eso quedé confundido.

—¿Como así?...

—¿No te lo dijo?, Yoshio me dijo que cuando ustedes estuvieran saliendo... Que el iba a hacer que me dejaras de hablar... —¡Maldito Yoshio!.

—Kotaro, yo no estoy saliendo con Yoshio. El me beso sin mi autorización, ya sabes... Perdón si lo mal pensaste, pero bueno. Yo debería dejar de hablarte a ti, ya que como estas saliendo con Sora... —Dije mientras recordaba sus palabras.

"Yo estoy saliendo con Sora. "

Sentía un gran dolor en mi pecho, puse mi mano ahí y suspire. El me miro confundido pero me sonrió de esa manera tan cálida que hizo que mi corazón empezará a latir de una manera desenfrenada.

—Ash... Yo no estoy saliendo con Sora... El y yo solo somos amigos... Perdón por lo que había dicho, pero es que no quería que me vieras tan débil... —Dijo mientras me agarraba la mano y la apretaba.

Ahí se hizo un silencio. Pero no incómodo, si no necesario. Un silencio que me reconfortaba, un silencio entre nosotros que era cálido y me hacía sentir como si fuera la única persona del mundo junto a Kotaro.

Un silencio que confirmaba nuestra duda, estamos enamorados de Kotaro.

—Kotaro... —Una voz molesta nos interrumpió. Era Sora.

—Sora, que bien te ves, estaba hablando con Ash—Dijo soltando mi mano.

—Bueno... Perdón por hacerte esperar, pero es que no encontraba la ropa que me iba a poner... —Dijo mientras sonreía de manera dócil y tierna.

Maldita perra, me encargaré de eliminarte de mi camino por zorra ofrecida. Tu solo dañas mi relación con Kotaro...

Pero hoy volverá a mi.

La noche fue muy entretenida. Siendo sincero bebí algunas copas. Pero Kotaro fue quien extrañamente bebió mucho, pero mucho. Sora en lugar de decirle que dejará de beber le daba más tragos.

De seguro esa perra tiene algo planeado, pero no lo vamos a permitir.

Ya eran las 2 de la madrugada cuando Kotaro estaba totalmente borracho. Sora veía a Kotaro con unos ojos que reflejaban satisfacción, algo iba a hacer y yo no iba a dejar que se saliera con las suyas.

—Kotaro es mío... —Susurre mientras iba hacia donde estaban.

Me ofrecí a llevar a Kotaro hasta su casa. Sora tuvo que aceptar de mala gana, pero yo no lo iba a llevar a su casa...

Salí del gimnasio y mis guardaespaldas me ayudaron a llevar a Kotaro hasta el auto. Me senté con el mientras ponía su cabeza en mis piernas, el aún estaba consciente que en cualquier momento iba a caer dormido.

—Sora... Eres tu? —La voz ronca de Kotaro me dio gracia.

—No soy Sora. Soy Ash... —Kotaro al escuchar esas palabras se acurruco en mis piernas.

Al llegar a mi casa. Lo iba a llevar sigilosamente hasta mi habitación. Pero el me agarro de la cintura y me arrincono en la pared.

—Eres tan hermoso... Quiero comerte... —Kotaro me veía como si fuera un pedazo de carne.

Empezó un beso que poco a poco fue más intenso. Sus manos recorrían todo mi cuerpo y sentía que me fundía con cada caricia que el me daba.

Lo deseábamos.

Kotaro se separó de mi y yo lo lleve a mi cuarto. El volvió a hacer lo mismo, pero sin arrinconarme en la pared, cuando terminó el beso empezó a desabrochar los primeros botones de mi camisa. Se acercó a mi oído y me dijo...

Hoy te haré mio, quieras o no....

~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora