Capítulo 25

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Narra Ahs:

No podía dormir.

El remordimiento me pesaba y la idea de no querer haber nacido me llegaba a la mente una y otra vez.

Mi mamá me había confesado lo que le hizo mi papá. Era una historia larga, pero me hacía sentir culpable, ya que mi hermano y yo... Venimos de una violación.

Paso en la conocida fiesta de graduación. Ayano Aishi se encontraba camino a su casa con el alma rota por ver cómo Taro y Budo hacían su relación pública.

Las calles estaban muy solas y lo único que se escuchaban eran los sollozos tristes de la azabache, sus rímel estaba corrido y sus mejillas manchadas de negro.

Había llegado a su casa. Quito sus hermosos zapatos de fiesta y se puso unas pantuflas, se desparramo en el sillón siguiendo con su llanto incontrolable. En ningún punto se dio cuenta de aquella figura robusta que la estaba siguiendo desde que había salido del gimnasio.

Tocó la puerta de aquella linda casa y la azabache al ver la insistencia de la persona detrás de la puerta no le quedó más que abrir. Se encontró con Megamo Saikou.

El siempre había Estado detrás de la azabache a pesar de que ella tenía sus ojos puestos en alguien más. Pero hoy, sus intenciones eran malas, las cuales ellas no pudo notar.

El chico la consolo lo más que pudo. Hasta que ella le ofreció un poco de té, lo cual el aceptó. Delante de él habían dos tazas, una de el y una de las azabache.

Ella fue a buscar algo de azúcar para el té del peliblanco, y una vez que llegó con la azúcar pudo notar una aura diferente en el, pero decidió ignorarla.

Al beber de su té se sintió muy cansada y sin fuerzas, "tal vez fue lo mucho que llore", pensó. Cuando se levantó para ir a su habitacion un fuerte mareo invadió su cuerpo, y antes de caer al piso solo pudo ver una sonrisa totalmente macabra en el peliblanco.

Al despertar solo pudo ver que estaba en su cama junto con aquel chico. Sus padres habían regresado de un viaje y al verlos así echaron al chico de la casa y regañaron a la pobre azabache que no sabía que había pasado.

Unas semanas después unos síntomas se hicieron presentes en ella. Mareos, antojos y náuseas, era obvio lo que había pasado. Su padre se encargó de buscar una prueba de embarazo para su hija, y al hacerla se sorprendió y enfureció por el resultado.

Positivo.

Enseguida se contacto al peliblanco y se le avisó sobre lo que había pasado. Y fueron obligados a casarse. Para Ayano era una desgracia, pero para Megamo, su plan había salido a la perfección.

Al saber todo esto me di cuenta que mi propio papá no tenía esa postura firme y respetuosa que siempre aparenta. Delante de mí, solo se ha vuelto un desgraciado, y más al saber que como quedó embarazado de Asato,fue lo mismo conmigo y con el nuevo integrante de la familia.

Oído tener la sangre de los Saikou corriendo por mis venas.

Me encontraba en camino a la casa de Kotaro mientras pensaba sobre eso. Una vez que llegue me baje del auto y fui hasta la puerta. La casa era muy linda, tenía plantas por todos lados y ahora tenía una linda decoración navideña.

El papá de Kotaro me había abierto la puerta. El me veía con sorpresa y me dejó pasar a la sala, creo que no le caigo muy bien...

Si no mal recuerdo, creo que de llamaba Shin.

Kotaro había bajado y cuando me vio prácticamente se tiró a mi. Me abrazo fuertemente y me dio un tierno beso. Me gustaba estar con el, incluso hacia que se me olvidará algunos Dolores. Nos sentamos y empezamos a hablar de cosas que siempre hacíamos.

En algún punto termine con mi cabeza en su hombro y el con una mano en mi cintura. El timbre de su casa había sonado y el mismo papá de Kotaro que me abrió la puerta fue a recibir a la persona. El hablo un poco con esa persona y volteo a donde estabamos nosotros.

—Kotaro, te buscan... —Dijo con una voz suave y cabizbajo.

—¿Puedes decirle que pase?—Dijo Kotaro y su papá asintió, diciéndole a la persona que pase.

—¡Buenas tardes, con permiso! —Un señor castaño y con ojos verdes había entrado—¿Como te encuentras Kotaro? .

—Perdón, pero quien es usted? —Kotaro sonaba confundido.

—Pues quien más, soy tu papá!.

~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora