Capítulo 21(+18)

86 3 10
                                    

Narra Ash:

Me agarre fuertemente de Kotaro mientras ambos caíamos a mi cama. Sus besos empezaron a bajar hasta mi cuello, haciéndome delirar.

La mano de Kotaro término masajeando mi entre pierna. Soltaba pequeños gemidos mientras los besos de Kotaro bajaban hasta mi pecho.

Todos los botones de mi camisa fueron desabrochados. Kotaro iba bajando sus besos, hasta que paro en mi vientre. Ahí empezó a bajar mi pantalón poco a poco junto con mi ropa interior, dejando al aire libre mi miembro erecto.

—Vaya... Creo que alguien quiere jugar... —Su voz ronca hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

Kotaro dejó un beso en la punta de mi miembro, y de ahí empezó a lamerlo. De una vez metió mi miembro a su boca y empezó a chuparlo.

Intentaba no gemir tan alto para no despertar a nadie en la casa. Sería vergonzoso que me encontrarán así... Fui sorprendido por un dedo queriendo entrar en mi... Ya saben.

Al hacerlo dolió. Si que dolió, pero lo que estaba haciendo Kotaro con mi miembro me distraía de una extraña manera. Hasta que ese dedo se movía con total libertad, después metió otro. Tocando lugares que me hacían sentir raro.

Hasta que tocó un lugar dentro de mi que me hizo soltar un gran gemido. Una ola de placer recorrió todo mi cuerpo, me sentía en el cielo. Kotaro movía sus dedos tocando ese lugar.

Sentía que iba a correrme. Pero Kotaro saco sus dedos y dejó de chupar mi miembro, dejándome con un gran dolor ahí. Lo mire de manera confundida pero el me miro de una manera lujuriosa.

—Preparate para la mejor cogida de tu vida... —Kotaro saco su miembro de su pantalón.

Yo quede asombrado, maldita sea, ¡Esa cosa es enorme!. ¿En que carajos me había metido?, pero... Ya no hay vuelta atrás.

El puso mis piernas en sus hombros y fue metiendo su miembro ahí. Eso era tan grande que parecía no terminar nunca, como eso podría entrar en mi?.

Mi vientre estaba abultado y me sentía lleno. El ya lo tenía todo adentro, y espero a que yo le dijera que podía empezar. Pero antes de hacerlo, tomó mi miembro que aún palpitaba y dolía, y puso su dedo pulgar en la punta.

—Por precaución... Ahora si, te voy a romper el culo... —Kotaro borracho era alguien completamente diferente.

Empezó a moverse lento. Mordía mi labio para retener esos vergonzosos gemidos, pero era casi imposible cuando el empezaba a ir cada vez más rápido. El sonido de nuestras pieles chocar se escuchaba en mi cuarto mientras mis gemidos se iban haciendo cada vez más sonoros.

Quería correrme. Pero Kotaro no me dejaba. Poco a poco esa sensación de que iba a explotar me fue gustando cada vez más. Iba a enloquecer de placer.

Kotaro empezó a dejar chupones en todo mi cuerpo. A pesar de las cicatrices que tenía por las quemaduras el estaba ahí, haciendo chupones y marcandome como suyo.

Mis gemidos iban en aumento. El placer me comía de una manera que me hacía delirar. Kotaro me estaba rompiendo el maldito culo, puso una mano en mi cuello apretando levemente , pero eso me hacía sentir más placer. El me miro con aquellos ojos cargados de lujuria.

—Di mi nombre, que clase de cachorro serias si no gimes el nombre de quien te está llenando el culo—La imagen de Kotaro sudado lo hacia ver muy sexy.

—K-kotaro... Ah~ ! —Al decirlo algo caliente empezó a llenar mi interior y Kotaro soltó mi miembro.

Me había venido, y mucho. Intentaba regular mi respiración, estaba lleno de sudor y cansado. El clímax me había dejado exhausto y quería descansar. Kotaro salio de mi, pero tan rápido como lo hizo me puso en cuatro y lo volvió a meter. Haciéndome gemir del dolor.

—Escucha, yo soy el amo aquí, y yo decido cuantas veces lo vamos a hacer, entendiste—Al ver que no le respondía. Me dio una fuerte nalgada que resonó en toda mi habitación.

Gemí por lo que hizo. Y cuando mire hacia atrás me encontré con esa mirada llena de lujuria.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Perdí la cuenta de cuantas veces lo habíamos hecho. Estaba cansado y sentía que algo me llenaba por dentro no se cuanta vez. Al fin Kotaro se había dignado en salir de mi y dejarme en paz.

Se acostó a mi lado abrazandome. Y me dio un tierno beso en la frente. El enseguida cayó dormido. Yo solo me acerque a el y deje un pequeño beso en sus labios...

—Al fin... Yo soy tuyo, y tu eres mio...

~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora