~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~

Capítulo 27

Narra Ash:

Más de una semana había pasado desde aquel día tan caótico. El papá de Kotaro fue llevado a la cárcel ya que tenía cargos por otros crímenes que había cometido, y lastimosamente Kotaro no ha despertado.

Yo, resulte ser compatible con Kotaro, así que fui su donante de sangre. Ahora su Estado esta mejorando, pero no se sabe cuándo vaya a despertar.

Iba en camino al hospital. Mi mamá y mi papá han venido conmigo ya que quieres pedirles una seria disculpa a los padres de Kotaro, ya que todo lo que pasó, fue por mi culpa...

Ya habíamos llegado. Me baje rápidamente del auto y entre al hospital, encontrandome con sus padres. Ellos estaban en la Sala de espera, y estaban comiendo algo.

-Hola, ¿Alguna novedad? -Dije mientras me acercaba a ello.

-Hola Ash, pues, el doctor dice que Kotaro puede despertar pronto, pero no hay que apresurarnos-Dijo Shin mientras me sonreía con amabilidad.

-Si quieres puedes pasar a verlo-Dijo Umeji mientras me sonreía de la misma manera.

-Gracias-Dije mientras me iba a la habitación de Kotaro.

Una vez allí, suspire antes de abrir aquella puerta. Una vez que lo hice entre, encontrandome con que Kotaro aún seguía en coma. Aquellas máquinas de ruidos molestos ahora eran necesarias para su bienestar.

Tenía una apariencia completamente Angelical, aunque me hubiese gustado que fuera yo quien estuviera allí. El no merecía estar en coma, pero lo hizo para salvarme a mi.

Pero eso me hace sentir muy culpable.

Con todas mis fuerzas rodee un mueble y lo puse cerca de la cama, después de hacerlo me senté ahí. Pase una de mis manos por el cabello de Kotaro, eran tan Lacio. Acaricie su cara lentamente, y pase mis dedos por sus labios.

Mire a todos lados e incluso me levante abriendo la puerta para mirar que nadie viniera a la habitación. Me acerque a Kotaro, y deje un beso en sus labios.

No quería separarme. Se sentía tan reconfortante y tranquilo, era como si mis preocupaciones desaparecieran y solo estamos el y yo. Un gran calor invadió mi corazón, el cual latía fuertemente al sentir los labios de Kotaro otra vez.

Cuando me separe, una gran sonrisa se formó en mis labios y una expresión de felicidad combinada con algo de tristeza se hizo en mi cara.

-Siempre te voy a amar... -Dije mientras una pequeña lágrima caía por mi mejilla.

Me levante y estaba dispuesto a irme. Hasta que una voz familiar me dejó en algún tipo de shock.

-Que buena manera de darme los buenos días...-Era Kotaro!.

Me voltee de inmediato encontrandomelo a el completamente despierto. El me veía completamente contento mientras intentaba sentarse en la camilla. Yo inmediatamente fui hasta donde estaba y no lo deje sentarse.

-¡No!, quédate quieto... -Dije mientras intentaba convencerme de que era un sueño, así que me pellizque-¡Ay!.

-¿Por que hiciste eso?-Kotaro se reía de lo que había hecho.

-Pensé que estaba soñando... -Dije mientras me contagiaba de su risa-Pero es real, ¡Has despertado!, ¡Debo decírselo a tus padres! -Antes de poder levantarme e irme. Kotaro me agarro de la mano.

-Después se los dices, quédate un rato más, tu compañia me hace bien... -Dijo mientras apretaba mi mano.

-Esta bien, me quedaré todo el tiempo que quieras... -Dije mientras dejaba otro beso en sus labios, que a diferencia del otro, este si fue correspondido.

Se sentía tan dulce, estos últimos días mi amor por Kotaro creció mucho más. Y el saber que ahora despertó me hace muy feliz.

-Sabes que soñe-Me dijo cuando nos separamos del beso-Que tu y yo nos casamos, y que teníamos una casa, y un perrito llamado chocolate-Cuando me dijo eso no pude evitar reír.

-¿Que clase de suelo era ese? -Dije mientras me reía con Kotaro.

-Algo que quisiera vivir para siempre. Pero algo extraño es que había un pequeño niño corriendo y jugando en nuestra casa, y el te decía mamá-Al decir eso le di un pequeño golpe.

-En ese caso, si adoptamos a un niño o niña, te diría mamá a ti.

-Bueno, me tocaría aceptar mi destino-Dijo mientras ponía una cara de cachorro regañado.

-No te pongas asi!! -Dije mientras dejaba otro beso en sus labios.

Esta semana lo extrañe muchísimo, así que pasaré todo el tiempo que tenga que pasar visitandolo hasta que le den de alta.